El pleno del Parlamento Europeo ha fijado este jueves sus líneas rojas en la negociación de la norma para reforzar el bienestar de los perros y gatos en la Unión Europea, entre ellas que el chip y su registro en bases de datos interoperables sea obligatorio y que se prohíba la exhibición y venta de estos animales en tiendas de mascotas. Así consta en el mandato negociador adoptado por 457 votos a favor, 17 en contra y 86 abstenciones en la sesión de Estrasburgo (Francia) de cara a la próxima negociación con el Consejo (gobiernos) de las reglas de trazabilidad para perros y gatos dentro del mercado común. Entre las claves de la que será la primera normativa europea sobre la cría, cuidado y alojamiento de perros y gatos destaca la obligación de que cada ejemplar cuente con un microchip para su identificación individual y que estos datos estén registrados en bases de datos nacionales interoperables. Los números de identificación, junto con la referencia al registro nacional correspondiente, deberían integrarse en una base de datos central gestionada por la Comisión Europea, según piden los eurodiputados, que abogan además porque la exhibición y venta de estos animales en tiendas de mascotas quede abolido. La obligación de microchip se aplicará también a los perros y gatos que sean importados a la Unión Europea con fines comerciales, mientras que a los que viajen como mascotas les bastará con ser preinscritos, ya identificados, en un registro al menos 5 días antes del viaje. Además, para reforzar el bienestar de los animales, los eurodiputados piden que se prohíba atarlos, salvo cuando sea necesario para proporcionarles tratamiento médico; y se prohíba también el uso de collares de púas o de estrangulamiento que no cuenten con topes de seguridad. Del mismo modo, piden prohibir la reproducción consanguínea en perros y gatos, es decir, entre progenitores y sus descendientes, hasta segundo grado, entre animales de una misma camada y también entre los que compartan un único progenitor. Asimismo, los parlamentarios reclaman la prohibición de criar perros o gatos con rasgos de conformación excesivos que conlleven un alto riesgo para su bienestar y abogan por vetar la participación de estos animales -así como de aquellos que hayan sido mutilados- en exposiciones, concursos o competiciones. Según las cifras recogidas en el informe europarlamentario, el comercio de perros y gatos en la UE mueve 1.300 millones de euros al año y el 60% de las compras se realiza a través de Internet. El 40% de los europeos tienen de mascota un perro o un gato pero no existen normas comunes sobre su bienestar, por lo que la Comisión Europea presentó en diciembre de 2023 la propuesta para fijar la que será la primera normativa europea para la cría, el cuidado y el alojamiento de perros y gatos.
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