
El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha lamentado que el mundo de hoy esté inundado de "guerras, corrupciones, problemas y dificultades" y ha invitado a mirarlo con esperanza y "con entrañas de misericordia".
En su homilía de la solemne misa en rito hispano-mozárabe con motivo del Corpus Christi, Cerro Chaves ha admitido que "quizás en nuestro mundo de hoy hay mucha gente desesperanzada, mucha gente que cree que ya está perdido todo" y como solución a sus problemas puede apoyarse en "la vida cristiana, el amor a Jesucristo, en la Eucaristía y en la vida de fe".
"Tantas y tanta gente que vive en el sinsentido de la vida, que tiene mucha vida pero no sabe qué hacer con ella, que vive en dramas tremendos de soledad, el problema de la vivienda. Tantos y tantos problemas que viven hoy la gente, los inmigrantes. Tanta gente que vive insertos en tantos dramas donde la caridad de la Iglesia que brota de la Eucaristía nos ayuda a vivir con esperanza", ha relatado.
Así, ha utilizado las palabras del Papa Francisco describiendo "una humanidad en llamas" en un mundo "con problemas, con todo lo que estamos viviendo", donde, a su parecer, "lo más importante" deben ser "los pobres y los que sufren". "Un mundo donde realmente se sientan los necesitados", ha remarcado.
El prelado toledano ha afirmado que "lo peor que puede haber en esta vida es vivir con tres 'des', las "más peligrosas de la vida": "la D del desánimo, la D del desaliento y la D de la desconfianza".
En contraposición, ha descrito que "la Eucaristía es aliento, es ánimo y es confianza" porque "invita a mirar la vida desde los sentimientos del corazón de Jesús".
UN CUENTO
Al hilo de esta reflexión, ha hecho alusión a "un cuento mundialmente famoso, que dice que una vez llegó uno al cielo" se encontró con "el despacho de Dios" y "encima de la mesa tenía una maceta y unas gafas".
En este punto, ha relatado Cerro Chaves, "se le ocurrió ponerse las gafas de Dios" para ver el mundo y vio "muchas cosas" que le echaron para atrás, y que provocaron que quisiera "estampar" con la maceta a un amigo suyo que era "malo".
En respuesta, tal y como ha continuado el arzobispo de Toledo, Dios le dijo que había cometido un error, como "todos los hombres", y era ponerse sus gafas para ver el mundo, y no ponerse su corazón "para mirarlo con entrañas de misericordia".
Finalmente, el arzobispo ha deseado "Feliz Corpus Christi a todos" destacando que Toledo viva como cada año "un acontecimiento histórico" con alegría y con gozo.
TRES BENDICIONES
En su alocución desde la Plaza de Zocodover, el arzobispo ha pedido a esta Custodia de Arfe, que ha calificado como una de las "maravillas de la humanidad", que bendiga a los "peregrinos de esperanza", que no vagabundos. "El cristiano no es un vagabundo que no sabe de dónde viene ni a dónde va. El cristiano es un peregrino que sabe de dónde viene y a dónde va".
"En segundo lugar pedimos que bendiga a todos los que nos están viendo a través de los milagros de la televisión, las redes sociales, la radio, para que bendiga a los enfermos, a los que están en su casa, a los que viven pegados al dolor y cosido al sufrimiento, que son el tesoro de la Iglesia. Son aquellas personas que llevamos todos en el corazón y que le decimos hoy a Jesús: Cuídalos, ayúdalos", ha sostenido.
Por último, ha pedido al Señor por aquello que cada uno lleva en el corazón y quiere presentárselo a Jesús. "Quizás que no tenemos trabajo, quizás nos preocupa tantas guerras en Oriente Medio o en Europa o quizás que nos preocupan tantos problemas como vive la humanidad; tantas dificultades y tantas corrupciones".
"En medio de este mundo nosotros le pedimos a Jesucristo que nos ayude a vivir alentando la esperanza y que cada uno lo que lleva en su corazón se lo presente a Jesús para decirle que queremos también vivir siempre, aun en medio de todo, la esperanza cristiana de saber que cuando tú piensas que tu vida tiene solución, vives con esperanza", ha concluido.
|