La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha anunciado el cierre de sus oficinas de Melilla y Las Palmas de Gran Canarias tras los recortes en su financiación. En este sentido, la portavoz de ACNUR en España, Paula Barrachina, ha asegurado en declaraciones a Europa Press que la organización y la comunidad humanitaria se enfrentan a "graves recortes de financiación", que afectarán a millones de personas en todo el mundo. Asimismo, ha explicado que estos recortes también han afectado a la oficina de ACNUR en Espana y a su presencia territorial. En esta línea, ha anunciado el cierre de las oficinas en Melilla y las Palmas de Gran Canaria. Además, ha apuntado que reducirá la capacidad de las de Málaga, Tenerife y Algeciras. "Pero, seguiremos tan comprometidos como lo hemos estado siempre y trabajando para apoyar a las personas refugiadas en Espana y que el impacto sea el menor posible", ha subrayado Barrachina. Igualmente, ha indicado que, aunque el número de personas desplazadas se ha duplicado desde 64,1 millones en 2015, el presupuesto total de ACNUR para 2025, de 3.400 millones de dólares, se mantiene "prácticamente igual que hace una década". Ante las "difíciles realidades financieras", ACNUR se ha visto obligado a reducir la escala general de sus operaciones en todo el mundo. "Nos centraremos en aquellas actividades que tengan el mayor impacto para las personas refugiadas, respaldadas por estructuras más ágiles en la sede y en las oficinas regionales", han apuntado. Como parte de las medidas más amplias de reducción de costos de la organización, ACNUR ha cerrado o reducido el tamaño de oficinas en todo el mundo. En total, se eliminarán aproximadamente 3.500 puestos de trabajo. Además, cientos personas que apoyaban a ACNUR de forma temporal han tenido que dejar la organización debido a la falta de financiación. En conjunto, ACNUR estima una reducción global de los costos de personal de alrededor del 30%.
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