 Los socios del Gobierno avanzan su apoyo a la reforma del Reglamento que propone sancionar a diputados que incumplan el código ético
El PP y Vox han avanzado este martes en el Congreso su negativa a apoyar la reforma del Reglamento de la Cámara impulsada por el PSOE para regular la actividad de los grupos de influencia en el ámbito parlamentario y han arremetido contra los socialistas por promover esta iniciativa cuando, en palabras de la 'popular' Carmen Navarro, están "cercados por la corrupción" y "les han estallado sus cloacas". "Es una iniciativa cínica e hipócrita", ha clamado Ignacio Gil Lázaro, de Vox.
La encargada de presentar el texto ante el Pleno ha sido la socialista María Adrio, quien ha explicado que con esta modificación reglamentaria se pretende también sancionar los "incumplimientos" del Código ético de las Cortes y Ley Electoral que ha achacado a parlamentarios del PP y Vox a los que ha señalado por falsear sus declaraciones de bienes.
En concreto, ha mencionado que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ocultó "parte de su patrimonio" al Senado, que la Cámara Alta tuvo que instar a la alcaldesa de Marbella (Málaga), Ángeles Muñoz, a aclarar el suyo, y que Santiago Abascal y otros representantes de Vox declararon "ocultaron sobresueldos" al Congreso y a otras instituciones.
"Ello implica falta de transparencia, de ética, ocultación a la ciudadanía y pone en entredicho la forma de haber adquirido un patrimonio", ha avisado defendiendo la necesidad de castigar estos comportamientos. La réplica se la ha dado la secretaria cuarta de la Mesa del Congreso, Carmen Navarro, del PP: "Aquí el único que ha incumplido con su declaración de bienes es el diputado (José Luis) Ábalos".
Otras formaciones se han referido también al caso de los diputados de Vox, como la diputada de Podemos, Martina Velarde, quien ha exigido directamente que no se permita coger el acta de diputados a quienes no presenten correctamente las declaraciones de bienes o intereses económicos.
PROHIBIR LAS PUERTAS GIRATORIAS
Pero el grueso de los grupos han avanzado su apoyo y han centrado sus intervenciones en la regulación de la actividad de los grupos de influencia que plantea al PSOE. En este contexto, la mayoría de los socios del Ejecutivo han reclamado unas normas más ambiciosas que prohíban directamente las llamadas "puertas giratorias". "Los principales lobistas en España son "expresidentes del Gobierno y exministros", ha resaltado Néstor Rego, del BNG.
También Bildu apoyará la toma en consideración de la reforma, pese a considerarla "tímida" y haber puesto en duda su diputado Oskar Matute que unos diputados vayan a acceder a sancionar a compañeros de partido.
Varios grupos, como PNV y Bildu, han cuestionado que el texto del PSOE fije las mismas obligaciones de registro para el desarrollo de actividades de influencia en el Congreso a las grandes corporaciones, como Repsol, que, por ejemplo, las asociaciones de vecinos.
"No es lo mismo un lobby empresarial con una voluntad de lucro evidente que la acción de movimientos sociales o populares en defensa de sus puestos de trabajo o de realidades que benefician al conjunto de la población", ha ilustrado Oskar Matute.
Como Matute, la diputada de ERC, Pilar Vallugera, ha recordado las reuniones con energéticas que tuvieron lugar en el Congreso cuando se negoció el impuesto a los beneficios de este sector. "Si supiéramos con quién se reúne cada grupo, entenderíamos el por qué del vuelco en determinados textos legislativos cuando pasan por la Cámara", ha indicado, reclamado "más rigor" y "más ganas de control" a los socialistas.
De su lado, Josep María Cervera, de Junts ha reclamado "ajustar el articulado para que la norma sea aplicable" y que, por ejemplo, se garantice que los "procedimientos sancionadores sean de tipo técnico e imparcial para que no se puedan politizar".
El diputado del PNV Mikel Legarda ha avanzado su voto a favor de la toma en consideración, si bien ha recriminado al PSOE que haya planteado esta iniciativa "sin cocina previa" para lograr un acuerdo, sobre todo teniendo en cuenta que en la anterior legislatura ya se tramitó una iniciativa para regular el papel de los 'lobbies' en la Cámara que no llegó a aprobarse por falta de acuerdo.
Por su parte, Francisco Sierra, de Sumar, ha cargado contra el PP por usar el lema 'Mafia o democracia' para manifestarse contra el Gobierno y no apoyar después iniciativas en pro de la transparencia. "No queremos comisionistas ni conseguidores ni la Corona ni en el Congreso", ha proclamado.
INOPORTUNA, PERNICIOSA E HIPÓCRITA
Por contra, el PP y Vox han coincidido en descalificar la propuesta del PSOE recriminándole que la haya impulsado justo cuando al Gobierno "le han reventado sus cloacas", según la 'popular' Carmen Navarro, que no ve al principal partido del Gobierno "legitimado" la impulsar una reforma que, en todo caso, ha dado por hecho que no verá la luz porque el propio PSOE frenará su tramitación.
"Es inoportuna y también perniciosa su contenido. La han traído para perfumarse del tufo que desprenden sus escándalos, su tráfico de influencia, su cohecho y su malversación", ha resumido, tras referirse a los socialistas como "los más oscuros lobistas parlamentarios".
Para Ignacio Gil Lázaro, de Vox, la reforma que plantea el PSOE no es más que una "operación de maquillaje carente de todo rigor jurídico" que si se aprueba "impedirá la fluida relación entre representantes y representados". "Pero sobre todo es profundamente hipócrita y cínica porque la impulsa un grupo que apoya a un Gobierno opaco", ha rematado.
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