La ONG acusó al grupo rebelde de cometer dichos crímenes con el "respaldo de Ruanda"
El grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) ha rechazado este martes las "grotescas e infundadas" acusaciones de la ONG Amnistía Internacional sobre la comisión de crímenes en el este de República Democrática del Congo (RDC), incluidos asesinatos, torturas y desapariciones forzadas, con "respaldo de Ruanda", que apoya a la formación armada. El portavoz del M23, Lawrence Kanyuka, ha asegurado que dichas acusaciones "son simplemente otro intento de difamar las zonas liberadas, donde aún reinan la paz y la estabilidad", por lo que ha pedido al director de Amnistía para África oriental y austral, Tigere Chagutah, que deje "de decir mentiras desde la comodidad de su oficina" y salga "al terreno y vea por sí mismo la realidad". "Es espantoso que estos llamados defensores de los Derechos Humanos ignoren las verdaderas atrocidades que están ocurriendo", ha expresado a través de un comunicado publicado en su perfil de la red social X, al tiempo que ha mencionado el "genocidio", los "discursos de odio" o los "actos de canibalismo" contra minorías étnicas en la región. En este sentido, ha considerado que "su silencio cómplice es resultado de una agenda política oculta y de sumisión a los intereses del régimen de Kinshasa". "¡Basta de informes fantasiosos escritos a distancia, lejos de las realidades sobre el terreno! Próximamente publicaremos un trabajo detallado desacreditando cada una de las acusaciones contenidas en este supuesto informe", ha anunciado. Por su parte, el portavoz del Gobierno de RDC, Patrick Muyaya, se ha hecho eco del comunicado de Amnistía Internacional, citando "horrorosos extractos de la investigación que revelan una parte del gobierno mediante crímenes de las fuerzas del M23 apoyadas por Ruanda". "¡Se acerca la hora de la justicia!", ha aplaudido. La ONG indicó que el grupo habría tomado rehenes y habría encerrado a algunas personas en condiciones inhumanas en centros de detención en las ciudades de Goma y Bukavu, capitales de las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, respectivamente, bajo su control al hilo de la citada ofensiva en el país africano. El M23, integrado principalmente por tutsis congoleños, tomó durante los últimos meses Goma Bukavu, en el marco de una ofensiva en la que ha obtenido importantes avances territoriales y que ha dejado miles de muertos, según Naciones Unidas, además de provocar una grave crisis diplomática entre Kinshasa y Kigali. RDC acusa a Ruanda de desplegar tropas en su territorio para apoyar las operaciones del M23, mientras que Kigali acusa a Kinshasa de reprimir a los tutsis congoleños con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) --fundada por hutus huidos tras el genocidio en Ruanda en 1994-- y otras milicias locales.
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