
El piloto catalán Álex Palou, del equipo Chip Ganassi, hizo historia este fin de semana al vencer en las 500 Millas de Indianápolis, una de las pruebas más míticas en el mundo del motor y que le convierte en el primer ganador español de la historia y pionero en el 'motorsport' nacional, siguiendo el paso de muchos, tanto en las cuatro como las dos ruedas.
El tres veces campeón de la IndyCar cumplió su sueño y pudo beber la leche -el champán de la competición y símbolo de gloria- en el cajón más alto del podio. Las 500 Millas de Indianápolis era su gran obsesión, y ahora ya lo ha conseguido, rumbo a su cuarto título. Y esa victoria servirá para mucho más que para engrosar un palmarés, ya que ser el primero en lograrlo suele ir de la mano con marcar el paso de futuras generaciones.
Palou, que ha coqueteado en más de una ocasión con la Fórmula 1 aunque su oportunidad no terminó de llegar -y no la ha necesitado-, seguro es el heredero del éxito que otros han logrado en los primeros bólidos de una F1 que nació en 1950. El primer español en subirse a un monoplaza en el Mundial fue Francisco Godia, el considerado mejor piloto nacional hasta la llegada de Fernando Alonso, al disputar 13 carreras y dos cuartos puestos.
También tuvo su protagonismo Alfonso de Portago. Apenas participó en cinco Grandes Premios, pero Enzo Ferrari confió en él para subirle a su 'Cavallino Rampante' y logró el primer podio en la F1 de un español, en el Gran Premio de Reino Unido de 1956. Aunque cuando se habla de pioneros en esta categoría, el gran nombre es el de Fernando Alonso.
El asturiano fue bicampeón del mundo en 2005 y 2006 a los mandos de su Renault, y logró enganchar a todo un país al televisor para ver un deporte sin apenas tradición en el país. Ver a 'El Nano' los domingos a la hora de comer se convirtió en tradición en los hogares españoles, Alonso iluminó un deporte sin referentes, y lo hizo gracias a una maestría al alcance de pocos y, sobre todo, ganando.
Además de mantenerse en el Mundial con 43 años, 'Magic' también ha probado otras disciplinas como el Dakar y las 24 horas de Le Mans, donde también puede presumir ganar en 2018 y 2019. Aunque no fue el primer español en ganarlas, ese es un éxito que posee Marc Gené, en 2009 -Miguel Molina también venció en 2024 con Ferrari-. Solo debutó en la F1 dos años antes que Alonso, y era considerado uno de los grandes talentos de la categoría. Más tarde, fue piloto de pruebas de Williams, y en 2005 se incorporó a Ferrari, trabajando ahora como asesor de la escudería.
También estuvo muy cerca de la F1 la madrileña María de Villota. Hija del expiloto Emilio de Villota, compitió por primera vez en karting con 16 años y fue quemando etapas a nivel nacional, en la Formula Toyota o el Campeonato de España de Formula 3. Después, en 2005, disputó las 24 Horas de Daytona, antes de regresar a los monoplazas. Compitió en la Superleague Formula y en 2012 fichó por Marussia como piloto probador. Ese año, en un test, sufrió un accidente por el que perdió un ojo y que le provocaría la muerte un año después.
CARLOS SAINZ, EL MEJOR EN RALLIES TRAS LOS QUE ABRIERON EL CAMINO
Pero la inspiración no solo viene del 'Gran Circo', sino también de los rallies, disciplina en la que España puede presumir de grandes talentos, aunque uno por encima del resto. Y ese no es otro que Carlos Sainz 'El Matador'. El madrileño es considerado uno de los mejores pilotos de rallies de la historia y puede presumir de dos títulos mundiales en los años 90, con Toyota, y otro par de trofeos absolutos nacionales a finales de los 80.
Con un estilo de pilotaje agresivo y determinante, Sainz ya tiene un hueco en la historia de los rallies, y amplió aún más su leyenda con el paso al 'Rally Raid'. Fue con coches más grandes y en el 'Off-Road' donde 'El Matador' aprovechó su veteranía y a sus 63 años ya ha celebrado cuatro triunfos (2010, 2018, 2020 y 2024) en el Rally Dakar con cuatro marcas diferentes.
Pero Sainz cogió el testigo de la primera generación de pilotos españoles en el mundo del rally, quizá con menos popularidad, pero con mucha importancia para el futuro. Uno de ellos fue Salvador Cañellas, que después de ser el primer campeón español de un Gran Premio de motociclismo en 1968, se proclamó campeón nacional de rallies en 1972. Además, fue de los primeros españoles que se aventuró a correr el peligroso Dakar.
También hay que destacar a Antonio Zanini. El catalán comenzó en 1965 en motocross y el enduro, pero se pasó al automovilismo. En 1974 ganó su primer Campeonato de España de rallies, título que repetiría en los siguientes cuatro años. Y una de sus mayores gestas la consiguió en 1977, con un increíble tercer puesto en el mítico Rally de Montecarlo, el primer podio de un español en el Mundial de Rally y el mejor resultado hasta la llegada de Carlos Sainz en 1990.
También en categoría femenina, merece un mención especial Cristina Gutiérrez, la odontóloga que ya es reina del Dakar. En 2022, se convirtió en la primera española en subir a un podio de la carrera más dura del mundo, y solo dos años después ganó la categoría 'challenger', para ser la segunda mujer de la historia en ganar un Dakar tras Jutta Kleinschmidt en 2001.
Finalmente, y conocido por pocos, España también puede presumir de uno de los mejores pilotos de la historia del automovilismo en una disciplina sin tantos focos: los camiones. El madrileño Antonio Albacete posee en su palmarés tres títulos del Campeonato de Europa de Carreras de Camiones. Fue en esta modalidad donde brilló, tras iniciarse en ella en 1997, y proclamándose campeón en 2005, 2006 y 2010.
Así, Palou tiene muchos espejos en los que mirarse, como el de Fermín Vélez, primer piloto español con relevancia en Estados Unidos y que también serviría de inspiración para Oriol Servià -12 participaciones en las 500 Millas de Indianápolis-. Pero el catalán ya está construyendo un legado inspirador, en un campeonato, la IndyCar, que solo unos pocos se atrevieron a adentrarse. El piloto de Sant Antoni de Vilamajor puede estar orgulloso de dejar huella, ya como estrella en el automovilismo nacional.
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