La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha celebrado este lunes el levantamiento de las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea y por Estados Unidos durante el régimen del expresidente sirio Bashar al Assad y ha afirmado que esta medida "envía un poderoso mensaje de esperanza" a millones de desplazados. La directora general de la OIM, Amy Pope, ha explicado, no obstante, que el levantamiento de sanciones debe "ir acompañado" de medidas concretas para la reconstrucción de Siria. Un total de 6,7 millones de personas son desplazadas internas, mientras que otros 5,2 millones están refugiadas en países de la región. El alivio de las restricciones a Siria --que podrá desbloquear inversiones en infraestructura, salud y vivienda-- afectará a más de 15.000 millones de dólares (13.100 millones de euros) en activos y otro tipo de medidas comerciales. La OIM también ha aplaudido el reciente anuncio de Arabia Saudí y Qatar de liquidar las deudas pendientes de Siria con el Banco Mundial por un valor de 15,5 millones de dólares, lo que permite al país volver a solicitar subvenciones para su reconstrucción. "Si bien la ayuda humanitaria sigue siendo crucial, la OIM insta a los donantes y socios a ampliar su enfoque hacia la recuperación a mediano y largo plazo", ha agregado Pope en un comunicado publicado por la organización internacional. Los ministros de Exteriores de la UE acordaron el pasado 20 de mayo levantar el resto de sanciones económicas que aún pesaban sobre Siria, una decisión que los Veintisiete tomaron para "ayudar a construir una nueva Siria, inclusiva y en paz". Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente interino de Siria, Ahmed al Shara, tuvieron su primera reunión el pasado 14 de mayo en Arabia Saudí, apenas un día después del anuncio de la retirada de sanciones por parte de Washington, un encuentro en el que abogaron por normalizar las relaciones entre ambos países. El nuevo Gobierno sirio dirigido por Ahmed al Shara se alzó con el poder en el país en diciembre de 2024 tras una guerra civil que se alargaba desde el año 2011 y que consiguió deponer al régimen de la familia Al Assad, que gobernaba desde 1971, primero con Hafez al Assad (1971-2000) y posteriormente con su hijo, Bashar al Assad.
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