El menor ya condenado por el crimen cometido en 2023 en la gasolinera de Sutullena, en Lorca (Murcia), ha reconocido que fue él el que apuñaló a la víctima mortal y ha exculpado a sus primos que, según su testimonio, "se encontraban alejados" en el momento de la agresión con arma blanca, "no sujetaron" al finado ni le pidieron a él que le pinchara. "En ningún momento ellos dijeron nada, eso lo hice yo por mi cuenta, nadie me incitó", ha afirmado el menor, quien ha asegurado que "nada estaba planeado". Así lo ha afirmado el propio menor, que ha comparecido como testigo en la cuarta sesión del juicio que se está desarrollando por el procedimiento del tribunal del jurado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, presidida por el juez David Castillejo. Cabe recordar que el juzgado de menores 1 de Murcia ya juzgó por estos hechos a este menor de edad, que fue condenado en sentencia firme a cuatro años de internamiento en régimen cerrado, seguidos de dos de libertad vigilada, por apuñalar a la víctima en la parte de atrás de la estación de servicio. El menor, nacido en 2007 y que es primo de los dos acusados, ha recordado que, antes de ir a la gasolinera, se produjo un incidente con la víctima en casa de su padre. Ha recordado que se produjo el robo de un patín, a su casa acudió "un colega" y la víctima "devolvió" el objeto robado, lo que "zanjó" el incidente en principio. Así, ha remarcado que el encuentro posterior con la víctima en la gasolinera fue "casual". Su padre se bajó del coche y él oyó gritos desde el vehículo. A continuación, observó que la víctima tenía intención de pelearse con su progenitor, por lo que él se bajó del coche y "comenzó una pelea" en la zona del mostrador. Ha reconocido que sus primos --los acusados en el presente juicio-- se bajaron del coche sin llevar armas, pegaron "algún puñetazo" pero "nada más allá" y ha justificado que lo hicieron porque "tenían miedo". En su caso concreto, ha afirmado que actuó para "defender a su padre". Cuando terminó la pelea, la víctima se fue "voluntariamente" a la zona de la parte de atrás de la gasolinera, se puso a insultarle y se reanudó la pelea, tal y como ha relatado el menor. "No me acuerdo muy bien de las palabras, pero sí que estaba insultándome a mí", ha relatado el testigo, quien ha señalado que estaba "muy nervioso" y tenía "mucho miedo" de que la víctima le hiciera daño. Ha recordado que la víctima contaba con un bastón en el que estaba oculto un pincho y que tanto él como sus primos fueron a la parte de atrás de la gasolinera. Ha negado que sus primos sujetaran a la víctima y, de hecho, ha señalado que ellos estaban alejados. "Yo lo hice porque tenía miedo, porque sabía que ese hombre tenía antecedentes penales y que no era buena persona", tal y como ha añadido. De hecho, el menor ha asegurado que "nada estaba planeado" y nadie le dijo que sacara la navaja ni le incitó a hacerlo: "Ni ellos ni mi padre". "Yo saqué la navaja por voluntad propia y por miedo, porque él me estaba amenazando y, en ese momento, no sabía lo que hacía", ha insistido. A continuación, se fue a la zona en la que estaba su padre y le dijo: "Le he pinchado". Y es que, tal y como ha señalado, "nadie se había dado cuenta". "Yo tenía miedo y dije: le he pinchado", ha zanjado. Sin embargo, ha subrayado que él no pensaba que la víctima había muerto". "Pensaba que le había hecho daño y ya está, pero no pensaba que iba a ocurrir todo esto ni que le iba a pasar eso ni nada, porque tampoco tenía intención de hacer eso", ha subrayado el menor, quien ha afirmado que estaba "bloqueado" por "miedo". Ha justificado que se fueron de la gasolinera y recuerda que marcó el '1-1-2' e intentó llamar pero estaban en "shock" porque "nunca" se habían visto en una "situación así". "No somos personas problemáticas", ha aseverado el menor, quien vio a sus primos consumir drogas esa misma noche, antes de ir a la estación de servicio.
LLEVABA LA NAVAJA "POR CAPRICHO"
Ha reconocido que llevaba una navaja en la riñonera. "La llevaba por capricho, porque me gusta y la tenía en mi casa; no me la eché con intenciones porque fue un encuentro casual", ha señalado el menor, quien ha subrayado que el arma "tampoco era tan grande", con unas medidas entre diez y doce centímetros. Sus primos, en cambio, "no llevaban navaja", ha asegurado. El menor ha reconocido que era una navaja de muelle y se deshizo de ella después de los hechos debido a los "nervios", pero no ha puntualizado el lugar en el que la abandonó. Así, ha explicado que él tenía "miedo" y dirigió la puñalada "de abajo a arriba o recto", a la altura del tórax. Además, ha señalado que abrió la navaja cuando estaba ya en la parte trasera de la gasolinera, en el aparcamiento. Ha negado taxativamente que tanto él como sus primos se pusieran de acuerdo para ir a la parte trasera. "En ningún momento dijimos: vamos a hacerle daño ni vamos a pegarle", según el menor, que sí que ha señalado que la víctima le estaba amenazando de muerte.
LA MUERTE, DEBIDA A LA HERIDA DE ARMA BLANCA
En segundo lugar, han intervenido los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Murcia que han señalado que la muerte de la víctima se produjo por una hemorragia interna derivada de la herida por arma blanca localizada en la parte anterior del pecho. Además, la víctima presentaba un "hematoma simulado" que "representa con bastante nitidez la forma, el tamaño y las características del objeto que se utilizó para golpear", en este caso una caña coincidente con la que apareció en el lugar de los hechos. Igualmente, en el antebrazo contaba con un arañazo compatible con una herida por arma blanca. En cuanto al arma utilizada, los forenses enviaron la piel al laboratorio y "a ellos les pareció un arma monocortante muy afilada", tal y como ha relatado la forense.
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