 Constata una "reducción general" de horas dedicadas al estudio, con una media de 22,8 por crédito
Los estudiantes universitarios sufren más problemas de ansiedad, dedican menos horas al estudio y crece el peso del trabajo como fuente de ingreso para costearse sus estudios, según un informe de la Xarxa Vives d'Universitats realizado entre 2023 y 2025.
El estudio, que se ha presentado este miércoles en rueda de prensa en la Universitat de Barcelona (UB), se ha realizado a partir de 45.000 estudiantes de 20 universidades y 1.700 titulaciones de Catalunya, Comunidad Valenciana, Baleares y Andorra.
Según el informe, la financiación de los estudios universitarios recae mayoritariamente en las familias (que cubren el 49,98% de los gastos); el sistema de becas supone el 13,90% de los ingresos de los universitarios y hay una "fuerte crecida" de la importancia del trabajo durante el curso para costearse los estudios.
El profesor titular de Economía de la UB, Ernest Pons, ha señalado que "la presión económica dificulta la experiencia universitaria" y que el origen social de los estudiantes y su apoyo familiar continua condicionando el acceso y la elección de los estudios.
Los datos señalan que 1 de cada 10 estudiantes tiene un trabajo a tiempo completo, y que la mayoría de los estudiantes (el 76,1%) se dedican de forma "casi exclusiva" a los estudios (en el caso de que trabajen lo hacen de forma ocasional, y esto lo hacen un 23,2% de los alumnos).
Además, se constata una "reducción general" de horas dedicadas al estudio: la media se sitúa en 22,8 horas por crédito, una tendencia a la baja respecto a ediciones anteriores del informe; y se recupera el tiempo dedicado a aficiones y vida social pero sin llegar a niveles de antes de la pandemia.
BRECHAS Y SALUD MENTAL
Continúa habiendo brechas de género a nivel universitario, con una polarización entre titulaciones más masculinizadas y otras más feminizadas: "Las titulaciones masculinizadas son escogidas por las salidas laborales y el sueldo, mientras que las feminizadas por las aptitudes o la vocación profesional", señala Pons, lo que perpetúa las desigualdades de género en el mercado laboral.
El catedrático de Sociología de la Universidad de Valencia, Ramon Llopis, asegura que la ansiedad y los problemas de salud mental continúan afectando al estudiatado universitario: 1 de cada 4 alumnos (el 26,4% en 2024 frente al 23,4% en 2021) afirma haber sufrido ansiedad alguna vez y "aumentan los casos con diagnóstico médico".
Por otro lado, baja la incidencia coyuntural de la depresión (del 25,9% en 2021 al 22,8% del alumnado en 2024) y Llopis considera importante que las universidades tengan en cuenta las problemáticas de la comunidad universitaria, "porque la universidad continúa siendo un espacio de socialización".
UNIVERSIDAD NO PRESENCIAL
El catedrático de Teoría de la Educación de la UB, Miquel Martínez, señala que la universidad no presencial ha crecido "de forma significativa" y que 1 de cada 5 estudiantes encuestados cursan en una universidad con modalidad a distancia.
Destaca en franjas de edad en las que antes no era frecuente la modalidad no presencial, como entre los alumnos menores de 26 años: "Uno de los motivos es porque permite la compaginación con otras actividades laborales y familiares y porque se ajusta mejor al perfil de los estudiantes".
"Esto nos tiene que hacer pensar qué aspectos de la universidad no presencial hace que sea más eficiente o atractiva. Nos tiene que hacer pensar desde la universidad presencial el hecho de abordar itinerarios más flexibles o un recorrido académico más ajustado a los intereses laborales y personales", indica.
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