Harry Winston llega de la mano de G&R

En los dos casos estamos hablando de un producto de lujo, eso tan deseado y cada día más alejado de los bolsillos de la gente común, de la gente que intenta sobrevivir. Pero, la verdad, como estamos escribiendo sobre algo relacionado con el mundo del lujo las estadísticas y los estudios nos dicen que éste no tiene problema de liquidez, que los ricos siguen siendo ricos y, por lo tanto, su poder adquisitivo sigue intacto, e incluso más potente.

Grau y Rabat juntos La joyería Grau nació en el año 1947 en LLoret de Mar, la familia se unió al apellido Doménech y también crecieron en Sabadell, luego se expandieron por Blanes. En sus tiendas abundan las joyas de sus colecciones y los relojes de marca llegados generalmente de Suiza, ya se sabe, la precisión en el reloj, la elegancia innata en esas, generalmente, piezas consideradas casi como únicas. A los Grau, en esta nueva trayectoria se les ha unido Rabat, joyería que nació en 1977, lo hizo en Badalona en una tienda muy pequeñita y su imperio se asentó en el Passeig de Gràcia de Barcelona donde tiene dos tiendas emblemáticas. También abrió en Madrid, en el centro neurálgico de la Villa y Corte, y en Valencia.

Harry Winston en la Diagonal 

Tanto Rabat como Grau son sabedores que la unión hace la fuerza y decidieron hacer una Joint- Aventure para abrir en la Diagonal de Barcelona, la calle más larga de la ciudad y la que tiene más tiendas con sello propio. Por eso ambas empresas han escogido su nombre basándose en las iniciales de sus apellidos y han decidido tener en esa nueva boutique lo mejor de cada uno de ellos y además tener algo excepcional, se han traído la colección de relojes de más prestancia y conocidos en todo el mundo, la colección de relojes únicos de Harry Winston.

El joyero de las estrellas 

Estoy convencida de que todo el mundo ha oído hablar alguna vez, al menos eso, de Harry Winston, le llamaban el joyero de las estrellas o el joyero de los diamantes, en el año 1953 cuando se estrenó la mítica película “Los hombres las prefieren rubias” donde se incluía en su banda sonora la famosa canción “Los diamantes son los mejores amigos de las mujeres”, en aquella canción y para esa película se añadió una frase que decía: “Llámame a mi, Harry Winston, me quiero ir contigo”. Winston nació en 1886, su padre tenía una pequeña tienda de joyería en Nueva York, Harry, desde muy niño, iba a trabajar en la misma y supo desde temprana edad que iba a ser joyero, en el año 1936 compra la colección de joyas de la multimillonaria Arabella Huntington y rediseña toda la colección para actualizarla y ponerla a la venta. El mito de Harry había nacido.

El Hope, un diamante con malicia Fue propietario del conocido diamante Hope, también llamado Azul de Francia por haber pertenecido a Luis XIV, un diamante con una historia trágica en los tiempos por su mal fario y que Winston donó en 1958 al Museo Smithsonian, es una de las piezas de arte más visitada, ignoro si por su valía, por ser tan trasparente o por la historia que le envuelve, sea lo que sea, es una de las piezas más vistas después de la Mona Lisa.

En la Quinta de Nueva York Harry Winston, consigue, a lo largo de su trayectoria, los mejores diamantes, los más transparentes, los más auténticos, los más grandes y también los más caros. Sus anillos de compromiso son muy célebres y no hay nombres propios del cine, de la política, de la empresa, gente conocida en todo el mundo que no haya visitado su tienda insignia en la Quinta Avenida de Nueva York (5th/w56St).

Sus relojes son sinónimo de distinción y mientras Harry llevaba las riendas de su negocio tuvo que atender los caprichos de grandes estrellas como Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor, de sus tiendas salieron muchas piezas que un enamorado Richard Burton regaló a Elizabeth Taylor. Sabemos que a la actriz de los ojos violeta, además de tener una personalidad rebelde y solidaria, le gustaban por encima de muchas otras historias los diamantes.

Burton pagó en 1968 50 millones per un diamante En el año 1968 Richard Burton le compra a su enamorada Liz un diamante de 33,19 quilates, una burrada de grande, transparente y enorme para sellar un amor de idas y venidas, siempre con mucha pasión, aquel diamante costó en aquellos años más de cincuenta millones de pesetas. Una cifra mareante. Ésta no fue la única joya que el actor galés regalara a Elizabeth, fueron una larga lista, tanto él como los otros maridos que tuvo la actriz, hasta ocho y que en el año 2011, después de la muerte de la estrella, salieron a subasta y recaudaron 21 millones de euros.

Anillos de pedida con pedigrí 

Pero también el Sha de Persia obsequió a Farah Diba en el año 1958 con una espléndida diadema, Michael Douglas le regaló a Catherina Zeta Jones un diamante firmado Winston, también lo hizo Tom Cruise a su ex mujer Katie Holmes y el empresario del mundo de la moda, François Henri Pinault, para pedirle en matrimonio a Salma Hayek adquirió en la tienda de la Quinta de Nueva York un brillante en forma de óvalo.

Los Óscar un escaparate 

Muchas actrices para ir a la gran fiesta de los Óscar llevan joyas prestadas, en Harry Winston siempre colaboran, es así como en el año 1998 vimos a una sonriente y tímida Gwenyth Paltrow recibir el Óscar como mejor actriz por su trabajo en “Shakespeare in love”, ese día lucía un escueto vestido de color rosa palo firmado por Ralph Laurent y un collar de Winston de 40 quilates valorado en varios millones de euros.

También la espectacular actriz Halle Berry subió a recoger un Óscar en el año 2002 por su trabajo en “Monster’s Ball” y llevaba un brazalete también de esta casa. Ahora sólo nos falta esperar la apertura por todo lo alto de esta tienda, queremos ver de cerca y tocar esos relojes que pasarán a engrosar las cajas fuertes de nombres relucientes con una cuenta corriente más reluciente todavía.

Hay que dejar correr el dinero 

Parece que escribir de lujo es un pecado cuando la mayoría lo estamos pasando muy mal. A mi no me parece que sea así, la realidad es la que hay, la mayoría sufre pero otros hacen correr el dinero y es bueno que los que lo tengan lo gasten, es una forma de aligerar la economía, por lo tanto abrir negocios de esta categoría es sinónimo de empuje y coraje, hay que darle al mal tiempo buena cara.

¡Ah¡ otra cosa, que nadie olvide que un diamante sale del carbón. Si, todo, en realidad, es mucho más fácil de lo que nos parece.

Este año le pediré alguna cosa a los Reyes Magos, esos que llegan de Oriente y nos traen ilusión, no como otro que ahora se siente estimulado escribiendo cartas contra la libertad de la gente, y voy a pedir carbón, quizá soplando me salga un diamante. Es una idea