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Etiquetas | Diario Olímpico - Capítulo 9
Diez segundos hacia la eternidad. Murray ya es profeta en su tierra

DO9 || A Bolt le sobra mecha

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UsainBoltLondon
Inalcanzable (AP)

Son menos de diez segundos, una ínfima parte dentro de un calendario gigantesco, y en cambio es uno de los momentos más esperados en todos los Juegos. Usain Bolt sigue siendo el hombre más rápido del planeta tras la carrera de 100 metros de esta noche. Así lo demuestra su formidable 9.63, la segunda mejor marca de todos los tiempos, récord olímpico, en una final donde solo un lesionado Asafa Powell se quedó sin bajar de los diez segundos. No faltó nadie. Bolt, Blake, Gatlin y el propio Powell en un museo vivo de la velocidad humana.

Mientras el graderío estallaba con la salida de los bólidos a pista, cada uno de los participantes de la final exhibía su pose más rebuscada delante de la cámara. Esto es 100% espectáculo, y los protagonistas parecen bastante alegres con ayudar a la obra. Luego se hizo el silencio absoluto, y apenas una decena de segundos después, ochenta mil párpados pudieron volver a cerrarse tras otra exhibición del rayo jamaicano. Es el cuarto oro para Usain, que buscará repetir también en el 200 y ponerse en la cima histórica de triunfos dentro de la modalidad de atletismo.

Murray a lo William Wallace

El otro foco privilegiado de atención en este segundo domingo de Juegos ha sido el tenis. El club con más tradición en la historia de este deporte nos recibió como solo él sabe. Una tromba de agua legendaria para recordarnos donde estábamos entrando. Pero con flamante techo retráctil, la lluvia no pasa de anécdota sin importancia. Hoy nada estropeó el día grande de un Andy Murray eufórico. En su partido perfecto, el británico apagó el sueño de Roger Federer con un resultado más que contundente. Solo siete juegos pudo convertir el suizo, que ha visto morir la ilusión por ser campeón olímpico en individuales. En Río, con treinta y cinco años, y posiblemente en arcilla, el reto parece demasiado grande incluso para el campeón de Basilea.


murrayoro
Además del oro, plata en mixto. Día redondo. (AGENCIAS)
Nadie esperaba un choque tan rápido. Me mosquearon las palabras de Andy en la previa, alegando que en los Juegos unos no se siente perdedor al caer en una final. Poco inspirador para un hombre demasiado acostumbrado al casi. Premonición inocua tras ver como el escocés se merendaba a un Roger que pocas veces ha sufrido tanto en la catedral inglesa del tenis. El número uno tuvo oportunidades de hacer algo más, pero hoy su rival era todo mente despejada, frío, calculador y, sobre todo, con esa estabilidad emocional que tanto se le había echado de menos. Delpo acompañó al dúo en el podio, con un emotivo bronce que pone punto y final al complicado proceso de recuperación del tandilense. Juan Martín está de vuelta.

Chicas y agua, combinación perfecta
Ha sido una jornada esperanzadora para la delegación española. De nuevo ellas, como siempre, nos han elevado la moral hacia un futuro más que prometedor. La que lo tiene más cerca es Marina Alabau, en RS-X, que el martes puede darnos el primer dorado a poco que le salgan las cosas. Serán catorce puntos de ventaja en una última prueba donde un séptimo puesto es suficiente para la victoria final. Nos sigue dejando sin uñas ese cero en el primer recuadro del medallero. Lo esperamos con muchas ganas.

Parece que estos son los Juegos del H2O para España. El trasvase del Ebro ha debido desviarse hacia Londres, porque tras las medallas de Mireia y Chourraut, y la más que previsible de Marina, hoy nos hemos levantado para aplaudir a las chicas de waterpolo (¡semifinales!) y al prometedor comienzo de la pareja de sincronizada. Fuentes y Carbonell se han quedado a una décima de las chinas, en tercera posición. Con Rusia en su habitual línea inabarcable, la plata sigue siendo el gran objetivo.

waterpolosemis
Históricas semis. Ahora, ¡a por todas! (NACHO CASARES)

Opciones tendremos también en balonmano (ya clasificadas para cuartos) y en hockey masculino, que tras vencer a Argentina, se jugará seguir en Londres contra el equipo local. Tras todas las calamidades sufridas, llegar a semis sería una auténtica proeza.

Hoy han empezado los últimos ocho días de los Juegos de Londres. La segunda parte de una historia todavía por escribir alguno de sus capítulos más brillantes. Nos falta(n) nuestro(s) oro(s), el reto de Bolt, la gimnasia rítmica, las finales de los deportes de equipo... De todo menos tiempo para asimilarlo. Especialmente si tienes la gran idea de experimentar la salida del Parque Olímpico siguiendo a la densa masa de aficionados. Por probar, me dije. ¡Qué mérito tienen todos ellos! Han pagado una indecencia muchas veces por butacas alejadas de la acción y deben regresar a casa a ritmo de procesión castellana.

Ver como las gradas de cada deporte se llenan con gente borracha de entusiasmo es un placer único. Da igual la disciplina, la ronda o los participantes. El paraíso. Ellos son los otros grandes protagonistas de los Juegos, y los que le dan ese toque tan especial. Ya hablaremos también de esos santos de violeta. Los setenta mil voluntarios que han dejado todo por poner esto en marcha. Eso sí es espíritu olímpico. Pero será otro día, que me preocupa seguir acercando peligrosamente cena barata con desayuno anémico. Pendiente queda.

DO9 || A Bolt le sobra mecha

Diez segundos hacia la eternidad. Murray ya es profeta en su tierra
Roberto Carrera Hernández
lunes, 6 de agosto de 2012, 01:11 h (CET)
Pulsa AQUÍ para ver todo el Diario Olímpico Malevolo - Precios maliciosos





UsainBoltLondon
Inalcanzable (AP)

Son menos de diez segundos, una ínfima parte dentro de un calendario gigantesco, y en cambio es uno de los momentos más esperados en todos los Juegos. Usain Bolt sigue siendo el hombre más rápido del planeta tras la carrera de 100 metros de esta noche. Así lo demuestra su formidable 9.63, la segunda mejor marca de todos los tiempos, récord olímpico, en una final donde solo un lesionado Asafa Powell se quedó sin bajar de los diez segundos. No faltó nadie. Bolt, Blake, Gatlin y el propio Powell en un museo vivo de la velocidad humana.

Mientras el graderío estallaba con la salida de los bólidos a pista, cada uno de los participantes de la final exhibía su pose más rebuscada delante de la cámara. Esto es 100% espectáculo, y los protagonistas parecen bastante alegres con ayudar a la obra. Luego se hizo el silencio absoluto, y apenas una decena de segundos después, ochenta mil párpados pudieron volver a cerrarse tras otra exhibición del rayo jamaicano. Es el cuarto oro para Usain, que buscará repetir también en el 200 y ponerse en la cima histórica de triunfos dentro de la modalidad de atletismo.

Murray a lo William Wallace

El otro foco privilegiado de atención en este segundo domingo de Juegos ha sido el tenis. El club con más tradición en la historia de este deporte nos recibió como solo él sabe. Una tromba de agua legendaria para recordarnos donde estábamos entrando. Pero con flamante techo retráctil, la lluvia no pasa de anécdota sin importancia. Hoy nada estropeó el día grande de un Andy Murray eufórico. En su partido perfecto, el británico apagó el sueño de Roger Federer con un resultado más que contundente. Solo siete juegos pudo convertir el suizo, que ha visto morir la ilusión por ser campeón olímpico en individuales. En Río, con treinta y cinco años, y posiblemente en arcilla, el reto parece demasiado grande incluso para el campeón de Basilea.


murrayoro
Además del oro, plata en mixto. Día redondo. (AGENCIAS)
Nadie esperaba un choque tan rápido. Me mosquearon las palabras de Andy en la previa, alegando que en los Juegos unos no se siente perdedor al caer en una final. Poco inspirador para un hombre demasiado acostumbrado al casi. Premonición inocua tras ver como el escocés se merendaba a un Roger que pocas veces ha sufrido tanto en la catedral inglesa del tenis. El número uno tuvo oportunidades de hacer algo más, pero hoy su rival era todo mente despejada, frío, calculador y, sobre todo, con esa estabilidad emocional que tanto se le había echado de menos. Delpo acompañó al dúo en el podio, con un emotivo bronce que pone punto y final al complicado proceso de recuperación del tandilense. Juan Martín está de vuelta.

Chicas y agua, combinación perfecta
Ha sido una jornada esperanzadora para la delegación española. De nuevo ellas, como siempre, nos han elevado la moral hacia un futuro más que prometedor. La que lo tiene más cerca es Marina Alabau, en RS-X, que el martes puede darnos el primer dorado a poco que le salgan las cosas. Serán catorce puntos de ventaja en una última prueba donde un séptimo puesto es suficiente para la victoria final. Nos sigue dejando sin uñas ese cero en el primer recuadro del medallero. Lo esperamos con muchas ganas.

Parece que estos son los Juegos del H2O para España. El trasvase del Ebro ha debido desviarse hacia Londres, porque tras las medallas de Mireia y Chourraut, y la más que previsible de Marina, hoy nos hemos levantado para aplaudir a las chicas de waterpolo (¡semifinales!) y al prometedor comienzo de la pareja de sincronizada. Fuentes y Carbonell se han quedado a una décima de las chinas, en tercera posición. Con Rusia en su habitual línea inabarcable, la plata sigue siendo el gran objetivo.

waterpolosemis
Históricas semis. Ahora, ¡a por todas! (NACHO CASARES)

Opciones tendremos también en balonmano (ya clasificadas para cuartos) y en hockey masculino, que tras vencer a Argentina, se jugará seguir en Londres contra el equipo local. Tras todas las calamidades sufridas, llegar a semis sería una auténtica proeza.

Hoy han empezado los últimos ocho días de los Juegos de Londres. La segunda parte de una historia todavía por escribir alguno de sus capítulos más brillantes. Nos falta(n) nuestro(s) oro(s), el reto de Bolt, la gimnasia rítmica, las finales de los deportes de equipo... De todo menos tiempo para asimilarlo. Especialmente si tienes la gran idea de experimentar la salida del Parque Olímpico siguiendo a la densa masa de aficionados. Por probar, me dije. ¡Qué mérito tienen todos ellos! Han pagado una indecencia muchas veces por butacas alejadas de la acción y deben regresar a casa a ritmo de procesión castellana.

Ver como las gradas de cada deporte se llenan con gente borracha de entusiasmo es un placer único. Da igual la disciplina, la ronda o los participantes. El paraíso. Ellos son los otros grandes protagonistas de los Juegos, y los que le dan ese toque tan especial. Ya hablaremos también de esos santos de violeta. Los setenta mil voluntarios que han dejado todo por poner esto en marcha. Eso sí es espíritu olímpico. Pero será otro día, que me preocupa seguir acercando peligrosamente cena barata con desayuno anémico. Pendiente queda.

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