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La Cubana, estrena por todo lo alto | ||||
| Campanades de Boda un espectáculo anticrisis | ||||
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El Tívoli abrió las puertas de nuevo a este grupo teatral que ha batido récords de aplausos en ese centro modernista que les acoge siempre que se lanzan a una nueva aventura. Hollywood jamás como Barcelona Los Mossos abrían paso a la calle iluminada, y no quiero decir como si nos encontrásemos en Hollywood, porque no narraría la verdad, ni Hollywood es Barcelona ni La Cubana nunca jamás pondría a George Clooney en su plantel de actrices y actores pues no les hace falta, si acaso para rematar el pastel inmenso que recibía a los invitados a la puerta, un pastel que había creado Escribá y que era imposible comer pues era de cartón piedra. Ya nos dijo Jordi Milán, alma de La Cubana, en la presentación de Campanades de Boda que en este espectáculo habían puesto todos sus ahorros y que debido a muchas historias quizá seria el último de la carrera de la compañía. Campanades de Boda es un espectáculo anti crisis, es un espectáculo adecuado para los que cada día pasamos más y más estrecheces, desde que empieza la función hasta que te ubicas de nuevo en la vida cotidiana todo lo que vives desde la butaca es apto para deprimidos, para gente sin pasta, para empresarios a las puertas del ERE, para mendigos sin una puerta en la que dormir, para banqueros en aprietos (esto es para reír también). En pocas palabras, les aconsejo que vayan a verlo, que disfruten de ese tiempo en donde uno hace un break de la vida cotidiana y toma fuerzas para continuar en lo peor de la precariedad de los tiempos actuales. La Cubana, a pesar de que les conozco desde hace años y de que nunca me he perdido sus montajes, tienen la capacidad de sorprenderme, de divertirme y de contarme cosas con doble sentido pero sin maldad.
Este grupo teatral que elabora intensamente todos sus espectáculos echa el resto en una función donde no falta de nada. Las actrices y los actores están sembrados, a pesar de que cada uno de ellos interpreta varios papeles bordan cada momento del guión, a simple vista un guión tranquilo, una familia que ha hecho dinero vendiendo floras las 24 horas del día casa a su única hija con un actor hindú, un famoso actor que forma parte de la nómina selecta de los actores de Bollywood. Los preparativos de la boda y la ceremonia del casorio se convierten en el escenario y en la amplia sala del Tivoli en un acto bullanguero, festivo, amor, desamor, alegrías y desavenencias familiares habituales cuando las familias se reúnen en actos como éste donde entre sus miembros fluye lo mejor y lo peor de cada uno. Enhebrar la caricatura en clave de vodevil de todos los personajes y hacer un espectáculo vibrante y con ritmo no es fácil, La Cubana lo consigue momento a momento. Jordi Milan sabe cómo sacar el mejor partido de todos los personajes que intervienen en la obra, es una Babel en la que todos, sin ninguna excepción, conocen el mundo del que forman parte. Música y escenografía, espléndidos Fantástica la música, muy enredadora y muy bien hallado el vestuario con los colores bien repartidos, la costura en La Cubana forma parte importante de su escenografía, por no decir la parte mas importante, como si estuvieran siempre en la primera fila de los desfiles de París, Milán, Nueva York, Madrid y Barcelona, vimos un arco iris de los colores de la temporada, esos colores que han firmado Marc Jacobs, Stella McCartney, o la mismísima Vivienne Weswood, los vestidos de novia, difícil adivinar cual era el que estaba firmado por Rosa Clará que aún se está riendo desde el día en que presentaron a la prensa Campanades de Boda en sus talleres de Hospitalet de Llobregat. Momento Tuna Siempre he dicho que la Tuna forma parte de la vida social de algunas personas, cuando era estudiante tuve un referente cercano y cuando empecé a trabajar como periodista recuerdo una noche cenando con María José Cantudo en el restaurante Lucio de Madrid cuando los tunos le dieron una serenata a la salida del restaurante, me quedé pasmada, pero la Cantudo es mucha Cantudo y pisó la capa, se la puso, se la quitó, hizo lo que tenía que hacer, los tunos a lo suyo y yo encantada pues esas fotos llegaron a Lecturas y como eran muy vistosas el entonces director del semanario, Julio Bou, las publicó a toda página. En este espectáculo de La Cubana la Tuna depara a los espectadores un momento de amplia vis cómica, quizá el primero en que el público, desde las butacas, empieza a calentarse, estallando en aplausos y comprendiendo de qué va la boda. Sombreros con brillo Este año, lo dicen los grandes de la moda y se ha visto en las pasarelas, los sombreros van a volver a estar de moda y ya vemos a la gente por la calle cubriendo sus cabezas, tanto hombres como mujeres, con sombreros de diferentes modelos y diferentes colores, La Cubana que no es ajena a todo lo que pasa en la calle repartió sombreros, pamelas y tocados entre el público consiguiendo llenar la sala de intenso colorido, al fin y al cabo al final los asistentes terminamos siendo los invitados al enlace entre la hija de los Rius y el apuesto actor de Bollywood. El público disfrutaba con cada escena y es de agradecer que en los tiempos actuales un grupo de profesionales se la juegue bajando precios en taquilla y encima nos haga olvidar durante un par de horas la coyuntura económica por la que atravesamos, es para quitarse el sombrero. Una inyección de “pa amb tomaquet” Cuando era niña e inapetente el médico le decía a mi madre que habría que darme una inyección de “pa amb tomaquet”, este fármaco no existe, como no existen soluciones a muchos problemas por los que pasamos estos días, por lo tanto les sugiero, tal y como le decía el médico a mi madre, que se den un “chute” de La Cubana, en estos momentos es como la inyección de “pa amb tomaquet” que tanta falta nos hace a todos. Vayan y me lo explican, quiero saber qué tal les ha ido. |
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