Salimos de casa y, tras abrocharnos el abrigo, caminamos tranquilos hacia el trabajo. Hay gente en la calle, están abiertos los bares, los mismos de siempre, un hombre abre la puerta de su tienda de componentes electrónicos y justo enfrente, tres mujeres van con sus carros hacia el Mercadona.

Al pasar frente a un quisco, vemos en las portadas de los diarios que Grecia se hunde, Italia le acompaña mientras las protestas provocan altercados y detenciones, en el Reino Unido los jóvenes salen a la calle indignados por los recortes y acaban con todo lo que se les pone por delante. Sobre España dicen que todo sigue igual, elecciones, prima de riesgo y fútbol.

"Menos mal que tenemos el fútbol", dicen los aficionados que acuden a los bares a ver los partidos de sus equipos. Sábados lleno y domingo también. Antes de que empiece el partido, en el avance del telediario dan una noticia en la que cientos de personas acuden con desesperación a comprar ropa rebajada de Versace. "Pues menos mal que estamos en crisis", dice uno en la mesa de al lado.

Todo parece normal. Incluso los turistas que llegan a España esperando encontrarse con un país destrozado, se sorprenden al ver que todo continúa igual. Pero, ¿es real?

Según el Instituto Nacional de Estadística, el porcentaje de españoles que vive por debajo del umbral de la pobreza supera el 21%. La principal causa es el desempleo.

De la abundancia al "¿y ahora qué?"
España era la envidida de Europa, la mejor economía del mundo decía Zapatero al inicio de su segunda legislatura. Pero ni Partido Popular antes ni Partido Socialista después fueron capaces de no hipotecar a España centrando sus beneficios en un único terreno: la construcción.

Según la Encuesta de Población Activa de octubre, hay 1.425.200 de familias en las que todos sus miembros activos no tienen un trabajo. Desde finales de 2007 la cifra se ha multiplicado por tres, ya que en ese año la cifra era de 400.000 familias.

Lo peor de esta situación es que ni los economistas ni los políticos son capaces de dar esperanzas a la gente. Uno de los empresarios más importante del país es Juan Roig. El dueño de Mercadona se caracteriza por no andarse por las ramas y decir lo que piensa, con la casualidad de que suele acertar. En marzo, recién comenzado el año dijo que "lo bueno de 2011 es que será mejor que 2012". Y de momento no val encaminado.

El resto de empresarios y autónomos españoles, tratan de aguantar sin recibir ayudas estatales y sin cobrar por los servicios realizados en ayuntamientos, provincias y autonomías porque "no hay dinero". Las farmacias son los últimos comercios envueltos en esta situación de impagados. En Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana y otras regiones, son ya varias las que han amenazado con cerror por tener una situación insostenible.

Los ciudadanos españoles no saben qué hacer, si aguantar, marcharse o invertir. Pero cómo invertir si no se puede ahorrar. La generación que ahora tiene entre 20 y 25 años es la más golpeada por el desempleo que ya asciende al 43% en esa franja de edad. Forman parte de la llamada "generación perdida". La mejor generación de profesionales que jamás ha tenido España empieza a emigrar hacia Europa y América en busca, al menos, de un empleo.

De viaje por Europa
Merkel lanzó un flotador de rescate a los jóvenes españoles antes del verano. Les ofrecía trabajo siempre que llegasen con ganas de trabajar y con el idioma alemán. Las matrículas en academias de alemán se han multiplicado por cuatro y los viajes de los españoles hacia Francia, Reino Unido, Alemania y otros países del norte de Europa no cesan, sin siquiera saber si volverán.

América y no la del norte, es otro de los destinos de los españoles. Chile, Argentina y Brasil reciben a trabajadores que buscan un empleo con el que no sentirse inútiles mientras esperan a que España se recupere.

¿Y las revueltas?
Reino Unido, Italia, Francia y Grecia y las han tenido. Hemos visto a su población enfrentarse a la policía y destruir locales y automóviles. En España hasta el momento los únicos enfrentamientos han sido los de la policía con algunos participantes en las manifestaciones del 15M.

La economía sumergida supone, según el Banco de España, más del 20% de la economía española. Según los últimos datos, uno de cada tres parados conoce a alguien que ha trabajado sin contrato en los últimos años. Andalucía, Galicia y Canarias son las regiones con más trabajadores en situación irregular.