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Solidaridad entre joyas y tangos | |||
| Teresa Berengueras / Rafa Esteve-Casanova | |||
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El Teatro Real de Madrid el pasado lunes llenó su aforo de cerca de 1.800 localidades por varios motivos, por un lado presenciar el recital de tangos que en su escenario dieron el tenor José Manuel Zapata, el cantaor José Mercé y la cantante Marta Sánchez, por otro ayudar a la fundación Aladina que se dedica a paliar los sufrimientos de los niños afectados por la enfermedad del cáncer al tiempo que se presentaba la colección de joyas “Élite by you” de los joyeros Suárez. José Manuel Zapata, Marta Sánchez y José Merce. El marco donde se celebró el evento es uno de los mejores teatros operísticos de Europa, fue su promotor el rey Fernando VII y fue inaugurado por Isabel II en 1850, por el mismo han pasado los nombres más grandes de la ópera e incluso en 1863 acudió al teatro madrileño el compositor Verdi para asistir al estreno de su obra “La forza del destino”, no en balde las óperas firmadas por Verdi son, a lo largo de los tiempos, las que más veces han hecho sonar sus notas en el Teatro Real. Pero también la crisis, que no es una cosa tan sólo de los tiempos actuales, hizo mella en los aficionados al bel canto y el Teatro Real fue muriendo de inanición e incluso estuvo al borde del derribo hasta que en la década de los años noventa del pasado siglo fue reformado y reconvertido en sala operística respetando en todo lo posible su inicial estructura y hoy luce con todo su esplendor en la Plaza de Oriente justo frente al Palacio Real. Tango y Lágrimas Llegamos al Teatro Real con tiempo para ver desfilar por el photo call a las personalidades y caras conocidas que más tarde encontraríamos en la cena celebrada en el restaurante sito en el edificio del Teatro y minutos antes de la hora anunciada para el inicio del espectáculo “Tango y Lágrimas” nos dirigimos a nuestra localidad desde donde todavía tuvimos tiempo para saludar a los diversos colegas que a nuestro alrededor se encontraban. Suenan los timbres de aviso, se apagan las luces de la sala y en el escenario iluminado aparece Isabel Preysler, imagen de la Joyería Suárez, elegante, sobria, con un vestido cóctel en negro y Paco Arango, presidente de la Fundación Aladina, en un corto parlamento explican los fines de Aladina y agradecen a los asistentes su presencia para retirarse del escenario mientras éste queda iluminado en rojo y la orquesta, compuesta por piano, bajo, guitarra, violín y el bandoneón que no podía faltar en un recital tanguista comienzan a interpretar una pieza que inician el guitarra y el violín para ir incorporándose poco a poco el resto de instrumentos conforme sube la intensidad de música. El primero del trío de cantantes en aparecer sobre el escenario fue el tenor granadino José Manuel Zapata interpretando, con voz potente y perfecta dicción, el conocido tango “Toma y obliga”, al finalizar su actuación comienza la serie de salva de ovaciones que seguirá durante toda la noche al final de cada pieza. A continuación pisa las tablas José Mercé, vestido de negro, sombrero del mismo color y una larga bufanda blanca como única nota de color en su indumentaria, Mercé, con el cante y los gestos, ofrece al público “Niebla del riachuelo” un viejo tango escrito en 1937. Aparece por fin Marta Sánchez, vestida con un espectacular modelo de color rojo firmado por Lorenzo Caprile y se arranca con las primeras estrofas de “A media luz”, uno de los tangos más conocidos a lo largo del tiempo desde que fue escrito en 1925, vuelve la imponente voz de Zapata al escenario para seguir con la noche de tangos y desde la primera fila podemos apreciar que, como buen cantante de ópera, a su voz le acompañan en la interpretación sus gestos y la mirada de sus ojos. Llega uno de los momentos más emotivos cuando sobre el escenario tan sólo quedan el guitarra y José Mercé y el cantaor se lanza a una peculiar y emocionante versión del tema de Pablo Milanés “El breve espacio en que no estás”, al finalizar la canción las palmas del público soltaban humo y seguro que en más de unos ojos aparecieron lágrimas de emoción ante esta bella canción de amor. Vuelven los músicos a sentarse ante los atriles e interpretan una pieza solamente musical para dar paso de nuevo a Zapata que canta otro conocido tango “Cambalache” del maestro Santos Discépolo, y vuelve Mercé, esta vez con “Garganta con arena” un tema triste (ya ves el día no amanece…) donde el sonido del bandoneón pone la tristeza necesaria a la canción.  Carla Lapique de negro y Nati Abascal de Óscar de la Renta. Dúos célebres Y comienzan los dúos, el primero es el de Marta Sánchez que junto a Zapata interpreta “El día que me quieras” e incluso se atreven con unos pasos de baile, después Marta cantaría con Mercé antes de que Zapata presentará uno a uno a los músicos que se arrancan con una esmerada y especial interpretación de “El Choclo” que daría paso a que Zapata y Mercé , sentados en sendas sillas, cantaran a dúo “Mirando al Sur” en una mezcla de estilos, ópera y flamenco estaban juntos sobre el escenario del Teatro Real. Marta sale de nuevo al escenario, esta vez con un smoking negro y tocada con un sombrero también negro para interpretar “Nostalgia” de una manera especialmente sensual dando paso a un nuevo dúo donde Zapata y Mercé suben a lo más alto con su versión de “Volver” que da paso de nuevo a Marta que sale por un lateral del escenario entonando las primeras notas de “Cuesta abajo” que tantas veces hemos oído y que viene a ser el final del aplaudido recital. Pero no podía faltar un bis, siempre lo tienen previsto los cantantes, y con los tres artistas sobre el escenario nos ofrecieron una excelente versión de “Caminito” que es seguida por el público acompañando con sus palmas los acordes musicales. Presenciamos y escuchamos un gran concierto donde el tango fue el rey, el espectáculo ya está rodado, de echo Zapata lo está haciendo en diversos escenarios con otros cantantes e incluso se ha editado un disco en el que junto con el tenor están las voces de Pasión Vega o Miguel Poveda entre otros, disco cuya venta sirve también para que la Fundación Aladina tenga unos ingresos extraordinarios para paliar esa enfermedad llamada cáncer que no respeta ni a los más pequeños. En más de un momento del recital Zapata hizo alarde de su voz cantando diversos fragmentos sin la amplificada ayuda del micrófono, todo un portento y un poderío de voz. Joyas en el Salón Lealtad En el segundo piso del Real y después de franquear dos salas de época bien conservadas y paseando por mullidas alfombras pudimos ver de cerca la nueva colección de los joyeros Suárez cuya madrina es Isabel Preysler, esa mujer que cada año en la antesala de la Navidad acompaña a la familia Suárez para presentar la nueva colección “Élite by you”, Isabel hace años que colabora con Emiliano y Benito Suárez, tiene con ellos mucho más que un trato de mujer que colabora prestando su imagen, es una más en esta gran familia, además, como siempre en Isabel, no le hacen falta los contratos para estar al pie del cañón, ella hace fácil el trabajo a todo el mundo, sonríe a las fotógrafos una y otra vez para que todos puedan hacer tranquilamente su trabajo, luce las joyas como nadie y habla con todos haciendo sentirse importante a cada una de las personas que está con ella aunque sea por unos pocos segundos. Este año la colección que hemos visto está formada por diamantes blancos y negros fusionados con oro rosa y blanco formando tanto en anillos como en pendientes y brazaletes la figura geométrica del rombo, por otro lado está otra propuesta menos osada en donde encontramos la piedraluna que juega a crear volúmenes con brillantes y oro blanco. En esta ocasión los joyeros ante la actual situación de crisis y conocedores de que la misma llega a todas partes han hecho una colección de calidad pero intentando ajustarse en los precios.
Se dice que los diamantes son los mejores amigos de las mujeres, en “Élite by you” podemos encontrar un amplio abanico de propuestas con precios atractivos sin que ello suponga rebajar la calidad. Todos sabemos que la piedraluna da mucha fortuna, al menos eso es lo que pregonan personas estudiosas de las diversas piedras que forman las colecciones de los grandes joyeros. La Reina de esa noche, y de todas ellas desde hace un montón de años, fue Isabel Preysler, vestía un “little black dress” firmado por la catalana Marta Rota de Tothom y se cubría, la noche madrileña ya es muy fría, con un bolero de piel de chinchilla de Nelsy Chelala, entró en el Real con una inmensa sonrisa y enfundada la mano izquierda con un largo guante negro estilo Gilda, Isabel se pasó la noche sonriendo, llevaba anillo en oro y diamantes, así como los pendientes y un espectacular brazalete cuajado de diamantes blancos y montado en oro rosa. Se la veía feliz, Isabel siempre es positiva y parece que nunca haya llorado, ni sufrido, siempre tiene palabras amables y es muy divertida. Me dijo que de la colección que esa noche se presentaba lo que más le gustaba de lo que llevaba era el brazalete: “Es muy hermoso, me gusta mucho, esta pieza es la más bonita de la colección”. Le pregunté por sus hijos, ya mayores que últimamente se están emancipando, especialmente Tamara: “Ayer durmió en casa y sí mis hijos tienen su vida pero estamos siempre en contacto, además ninguno de ellos me deja que deshaga su habitación, no mami, por favor, me dicen, en realidad la casa siempre está llena y siempre está con nosotros alguno de ellos con nosotros y ahora en Navidad llegan todos”. Cari Lapique y Naty Abascal, dos celebridades de la crónica social y también ligadas a Suárez desde hace años, coincidieron en vestir las dos de negro, Cari con un vestido hasta debajo de la rodilla, escote en barco, manga larga y con plumas que salían del mismo de forma espontánea, Naty, también de negro llevaba un traje corto hasta la rodilla, escote redondo, manga corta transparente y con tres volantes en la parte baja de la falda, ambos modelos estaba firmados por el diseñador dominicano Óscar de la Renta. Cari lucía pendientes de oro blanco, una riviere de oro blanco y un anillo de pavé de brillantes en oro blanco, Naty se puso unos pendientes largos de oro blanco y un brazalete de tres vueltas de brillantes así como un anillo a juego, la estilista de “Hola” llevó los guantes en blanco y cortos, una distinción muy aplaudida al combinar el blanco con el negro y los brillantes blancos. Tampoco parece que pasen los años para Naty, trabaja mucho, y siempre asegura que se conserva gracias a tantas horas de trabajo, complacida comenta que no tiene horas para ella, en estos momentos está feliz después de la boda de su hijo mayor. Esa noche también estaba allí su hijo, Luis Medina, pero sentados en distintas mesas y no se les pudo fotografiar juntos. Carmen Lomana llegó del brazo de su novio, Eduardo Echave, y así se podía comprobar, tal y como ella nos dijo hace poco, que es mucho más guapo y atractivo que el actor George Clooney, Carmen es muy simpática e hizo gala de su innata elegancia al vestir también de negro pero lo hizo de largo con una falda plisado Fortuny y cuerpo de pedrería, collar de perlas australianas con broche de ónix y detalle de lazo con brillantes, pendientes de brillantes largos y perla australiana y pulsera y sortija de varios aros rígidos de pavé de brillantes blancos. Carmen es clienta de los joyeros Suárez desde hace años y compra joyas y ropa desde toda la vida pues es una entusiasta de la moda bien entendida y de calidad. Marisa de Borbón, casada con un primo del Rey Don Juan Carlos, vistió de negro de satén corto, sin mangas y se puso un brazalete de varios aros de brillantes blancos y negros y un broche en forma de flor de brillantes blancos y negros, Marisa, embajadora de la casa Loewe, se decantó por un mini bolso joya de terciopelo de la casa de moda. Marisa, que siempre figura en la lista de las más elegantes, es muy refinada, educada y de conversación amena cuando la encuentras en los diversos actos que hay por el mundo. Marta Sánchez acudió a la cena después de cambiar los dos espléndidos trajes que lució en el escenario durante su actuación y eligió también un vestido de un solo hombro corto y negro, Marta lució en varias ocasiones piezas de la colección que se presentaba en sociedad esa noche, también se acompañó de su nuevo amigo especial, Hugo Castejón, que ocupó durante toda la noche un discreto segundo plano, cuando los colegas fotógrafos le pidieron una foto con Hugo Marta dijo: “Si él quiere” y él no es que no quisiera es que estaba en la fiesta para estar con ella, para acompañar a la cantante pero de una forma natural, sabiendo que es Marta y no él quién ocupa un lugar preeminente en el panorama de la música pop española. También Ana Rosa Quintana, la reina de las mañanas de Telecinco, optó por un vestido negro corto que descubría sus hombros, Ana Rosa fue una de las invitadas que primero se fue, ella madruga, antes nos dijo: “Fijaos cómo pasa el tiempo los mellizos ya han cumplido seis años”. Ana Rosa estuvo en la cena con su marido Juan y se protegió del frío con una gabardina en estampado “print”. La comunicadora es amiga personal de la familia Suárez desde hace años y siempre que puede les acompaña en sus actos. La nota de color la puso Marina Castaño que se olvidó del negro para vestir un modelo de color nude y un collar de piedras de colores.  Benito Suárez e Isabel Preysler. La cena del Chef Andrea Tumbarello Ya sentados en las mesas degustamos un exquisito menú italiano, en los entrantes mortadella bolognesa con queso parmesano, el primer plato estaba compuesto por burrata de la Puglia con salsa a la mexicana, carpaccio de tomate con orégano, basílico y ensalada, lasagna de segundo y como postre nata cocida aromatizada con canela, todo este menú estuvo regado con vino blanco de Calcari Bodegas Parés-Baltá, vino tinto Hito de las Bodegas Emilio Moro y Cava Gramona Brut Rosé y firmado por el chef de Don Giovanni, Andrea Tumbarello. En las mesas la noche transcurría distendida, como si no fuera lunes, todos sabemos que los lunes cuesta arrancar la semana y si ya se alarga la noche nadie puede imaginar cómo se llegará a final de semana, en estos días previos a la Navidad los actos proliferan, todo el mundo tiene ganas de encontrarse, como si el fin de año marcara el pulso de empezar otra vida. Nosotros nos lo pasamos muy bien, en las cenas siempre se corre el riesgo de encontrar sentados en la misma mesa a personas que siempre hablan de los mismos temas o bien no se casa con ellos, esa noche tuvimos mucha suerte, nos pasó el tiempo volando hablando de mil cosas, unas más serias que las otras, pero interesantes, las personas de la mesa 31 siempre recordaremos la noche en el Real, con los Suárez, sus joyas, sus brillantes y piedraluna, los tangos y el lamento de los mismos, a Isabel y el restaurante en donde nos acogieron, una noche para recordar, fue para nosotros, como los brillantes, una noche espectacular. |
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