El verano nos invita a despojarnos de las capas y abrazar la ligereza, y esto se extiende también a nuestra rutina de belleza. Atrás quedaron los días de maquillajes densos que se derretían con el primer rayo de sol. La tendencia actual, y la más inteligente para las altas temperaturas, es el "no makeup look": un estilo que realza la belleza natural, ofrece un acabado luminoso y, lo más importante, se mantiene impecable a pesar del calor y la humedad. Lograrlo no es solo cuestión de usar menos productos, sino de elegir los adecuados y aplicarlos estratégicamente.

La preparación es clave: una base impecable comienza antes del maquillaje Antes de aplicar cualquier color, la preparación de la piel es fundamental para asegurar que el maquillaje se asiente bien y dure. Comienza con una limpieza suave para eliminar cualquier impureza y sigue con un tónico hidratante que equilibre el pH de la piel. El siguiente paso, y quizás el más crucial en verano, es un sérum ligero con ingredientes como el ácido hialurónico, que proporciona hidratación sin aportar peso.
A continuación, aplica un hidratante en gel o de textura muy ligera que se absorba rápidamente. Y, por supuesto, no olvides el protector solar. En 2025, la oferta de protectores solares es más sofisticada que nunca, con fórmulas ultraligeras que no dejan residuo blanco y que incluso actúan como prebase. Opta por uno con un factor de protección solar (FPS) alto, preferiblemente 50+, y asegúrate de que sea de amplio espectro para proteger contra los rayos UVA y UVB. Si tu protector solar tiene un acabado mate o ligeramente empolvado, te ayudará a controlar los brillos a lo largo del día.
Menos es más: la estrategia del corrector El secreto de un look natural es evitar el uso de bases de maquillaje pesadas que pueden obstruir los poros y sentirse incómodas con el calor. En su lugar, el corrector se convierte en tu mejor aliado. La clave está en la aplicación estratégica: utiliza una pequeña cantidad solo donde sea estrictamente necesario. Esto incluye las ojeras, pequeñas imperfecciones o rojeces alrededor de la nariz y la barbilla.

Opta por correctores de textura fluida o en crema que se fundan con la piel sin marcar las líneas finas. Aplícalo con el dedo anular dando pequeños toques para calentar el producto y difuminarlo suavemente, o utiliza una brocha pequeña y tupida para una precisión aún mayor. El objetivo es unificar el tono de la piel sin crear una capa visible de producto. Si sientes la necesidad de unificar un poco más, puedes recurrir a una BB cream o CC cream con un acabado ligero en lugar de una base completa, aplicándola también de forma muy fina.
El rubor en crema: el toque de frescura indispensable
Uno de los elementos que más contribuye a un look fresco y juvenil es el rubor, especialmente en su formato crema. A diferencia de los rubores en polvo, los de crema se integran perfectamente con la piel, dejando un acabado jugoso y natural que simula un rubor saludable provocado por el sol.
Elige tonos que imiten el color de tus mejillas después de una caminata ligera: rosas cálidos, corales suaves o melocotones vibrantes. Aplícalo directamente con los dedos sobre las mejillas y difumínalo hacia las sienes. También puedes aplicar un toque sutil en el puente de la nariz para un efecto "besado por el sol". La versatilidad del rubor en crema es tal que algunos pueden usarse también en los labios y párpados para crear una armonía de color en todo el rostro.
Labios hidratados y luminosos, mirada despierta Para los labios, el enfoque sigue siendo la naturalidad y la hidratación. Olvídate de los labiales mate de larga duración que pueden resecarse con el calor. Opta por bálsamos labiales con color, tintes labiales o glosses con un acabado brillante pero no pegajoso. Los tonos rosados, melocotón o incluso un ligero toque de rojo cereza pueden realzar tu sonrisa sin sobrecargar el look.

En cuanto a los ojos, la ligereza es primordial. Evita las sombras en polvo que pueden acumularse en los pliegues con la humedad. En su lugar, puedes optar por una sombra en crema de un tono neutro y brillante, o simplemente aplicar una capa de máscara de pestañas resistente al agua para definir la mirada. Un toque de iluminador en el lagrimal puede abrir los ojos y aportar luminosidad instantánea.
El toque final: brillo controlado y duración Para sellar tu look y asegurar su duración en las altas temperaturas, puedes utilizar una fina capa de polvo translúcido solo en la zona T (frente, nariz y barbilla) si tiendes a tener brillos excesivos. Evita aplicarlo por todo el rostro para mantener el acabado luminoso. Para un toque extra de frescura y fijación, finaliza con un spray fijador hidratante, preferiblemente uno que contenga ingredientes refrescantes como el agua de rosas o el aloe vera. Esto ayudará a que todos los productos se fusionen, minimizando la apariencia de polvo y aportando una sensación de bienestar.
El maquillaje del verano de 2025 se centra en celebrar la belleza auténtica, la comodidad y la frescura. Con la selección correcta de productos ligeros y una aplicación estratégica, puedes lograr un look natural y radiante que no solo resistirá el calor, sino que te hará sentir cómoda y segura durante toda la temporada. ¿Lista para brillar con tu propia luz este verano?
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