Rioma celebra la unión de generaciones a través de huertos escolares y terapéuticos

Las iniciativas educativas y ambientales con impacto social han adquirido una relevancia creciente en el ámbito empresarial. En un contexto donde las organizaciones son cada vez más conscientes del papel que pueden desempeñar en su entorno, el impulso de proyectos intergeneracionales vinculados al desarrollo sostenible y al bienestar comunitario se consolida como una expresión tangible de responsabilidad social corporativa.

En este marco, se sitúa el compromiso activo de Rioma, que apoya programas que combinan aprendizaje práctico, conciencia medioambiental y conexión entre generaciones. Recientemente, la empresa ha participado en una acción que une dos proyectos con un enfoque común: los huertos escolares y los huertos terapéuticos intergeneracionales, promovidos con el respaldo de varias entidades locales.

Educación que se cultiva en la tierra

Gracias a la colaboración de Rioma con la Fundación Somos Naturaleza, y a la cofinanciación del Ayuntamiento de Fernán Núñez, se han desarrollado huertos escolares en varios centros educativos. Estos espacios se han convertido en herramientas pedagógicas vivas donde el alumnado puede conocer de primera mano el origen de los alimentos, fomentar hábitos saludables y establecer una relación directa con el entorno natural.

Más allá de su dimensión educativa, estos huertos ofrecen un entorno de convivencia y aprendizaje compartido, donde el juego, la creatividad y el trabajo en equipo ocupan un lugar central. Niños y niñas aprenden a cultivar, pero también a colaborar, compartir y respetar, consolidando una base de valores esenciales desde edades tempranas.

Jardines que generan bienestar

Además, se apoya la iniciativa “Sembrando sonrisas a cualquier edad: huertos terapéuticos para el bienestar intergeneracional”, liderada por la Fundación Somos Naturaleza en el Centro Público de Educación de Personas Adultas Antonio Gala (CEPER). Este proyecto se desarrolla con la colaboración de la oficina de CaixaBank en Montilla.

Diseñados especialmente para personas mayores, estos huertos ofrecen un espacio accesible donde la horticultura se convierte en una actividad que favorece tanto la salud física como el equilibrio emocional y la interacción social. A través de actividades semanales, el alumnado mejora su calidad de vida y refuerza su autoestima en un ambiente inclusivo y participativo.

Compromiso que deja huella

Los beneficios observados en esta actividad intergeneracional abarcan desde la mejora del bienestar emocional hasta la creación de un fuerte sentido de comunidad. La colaboración entre entidades, centros educativos y colectivos ciudadanos pone de manifiesto el valor añadido de este tipo de enfoque solidario, donde la sostenibilidad se combina con el desarrollo humano.

A través de este tipo de proyectos, Rioma refuerza su enfoque de responsabilidad social corporativa, apostando por iniciativas que conectan generaciones, promueven una educación con propósito y consolidan una cultura organizacional comprometida con el bienestar colectivo y el entorno.