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Con motivo del Día Mundial Sin Tabaco que se celebra este 31 de mayo, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), además de apoyar la inclusión de nuevos espacios libres de humo en la reforma de la Ley del Tabaco del Ministerio de Sanidad como terrazas, campus universitarios, centros docentes, instalaciones deportivas, marquesinas, vehículos laborales y otros espacios públicos, también quiere poner el foco en que dejar de fumar tras un diagnóstico de cáncer puede reducir la mortalidad de los pacientes oncológicos hasta un 30 por ciento y mejorar la respuesta a terapias como la quimioterapia, la radioterapia y la inmunoterapia.
“El tabaco es la causa de un 30% de los cánceres y factor de riesgo de al menos 16 tipos diferentes de cáncer, entre ellos pulmón, cabeza y cuello, vejiga y esófago. Además, se ha demostrado que el tabaco perjudica la eficacia, la seguridad, la calidad de vida y la supervivencia de las terapias antitumorales si los pacientes oncológicos continúan fumando durante su tratamiento”, explica el Dr. Javier de Castro, vicepresidente de SEOM. A pesar de ello –advierte–, “estos datos no son conocidos por los pacientes y los propios profesionales sanitarios no ejercen la suficiente presión o facilitan las medidas de deshabituación para aquellos enfermos que mantienen su hábito tabáquico, quizá por cierto nihilismo sobre la eficacia de las medidas y, por supuesto, por la falta de recursos que ofrecer a esta población de pacientes”.
Según estudios recientes, tanto profesionales como pacientes mantienen aún creencias erróneas, como que es “demasiado tarde” para dejar de fumar o que no es responsabilidad del oncólogo abordar el tabaquismo. Esto se traduce en una baja oferta de ayuda estructurada: solo un 17% de los pacientes recibe apoyo activo para dejar el tabaco, y menos del 20% utiliza farmacoterapia.
Por ello, indica el Dr. De Castro, se necesitan acciones generales para diseñar planes de deshabituación tabáquica durante los tratamientos oncológicos, mayor información sobre los riesgos que supone mantener este hábito, incrementar la educación de los profesionales sanitarios, facilitar el acceso a las unidades de deshabituación y a sus tratamientos e implementar nuevas medidas y estrategias educativas hacia profesionales y pacientes.
Si estos programas fueran desarrollados como ocurre en otros entornos sanitarios, seríamos capaces simplemente con el cese del hábito tabáquico durante la terapia oncológica de reducir la mortalidad hasta en un 30%, advierte el vicepresidente de SEOM, por lo que considera preciso “concienciar a los profesionales sanitarios, a los gestores responsables de las políticas y a la propia sociedad que la inversión en el campo de la deshabituación tabáquica para los enfermos de cáncer es eficiente ya que ahorra recursos, reduciendo costes derivados de complicaciones y hospitalizaciones, y sobre todo, aumenta la calidad y la supervivencia de la población oncológica”.
- Nuevas formas de tabaquismo
En el Día Mundial Sin Tabaco, SEOM también quiere insistir en que las nuevas formas de tabaquismo, como el vapeo o cigarrillos electrónicos, tan extendidas en jóvenes y asociadas a inocuidad, se posicionan como una potencial causa de cáncer de pulmón que se traduce en la aparición de esta enfermedad incluso con menor tiempo de exposición que con el tabaco convencional.
La SEOM le preocupa especialmente la generalización del uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes, porque además representan la puerta de entrada al tabaquismo y el tabaco es el principal factor de riesgo evitable, responsable de un 33% de los tumores y de un 22% de las muertes por cáncer, según datos de la OMS.
- Más cáncer de pulmón en mujeres
Otra preocupación es que el tabaco está detrás del incremento en la incidencia y mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres que venimos objetivando en los últimos años. El incremento del hábito tabáquico entre las mujeres desde la década de 1970 es responsable de este incremento progresivo de la incidencia de cáncer de pulmón en las mujeres. Desde 2019, se convierte en el tercer tumor con mayor incidencia en la mujer, después del de mama y el colorrectal y en 2023 prácticamente se equipara al cáncer de mama como primera causa de muerte por cáncer en mujeres.
- Problema de salud pública
El consumo de tabaco constituye un problema de salud pública de primer orden siendo la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. De acuerdo con los datos de la OMS, más de 1,1 billones de personas consumen tabaco y más de 8 millones de personas fallecen en el mundo por el tabaco cada año, tanto como consecuencia directa (más de 7 millones) como indirecta por exposición al humo ajeno en los no fumadores (1,2 millones).
Según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2022, elaborada por el INE, el 20,2% de los varones fuman a diario y un 13,9% de mujeres, con las mayores tasas de tabaquismo en la población de entre 35 y 39 años (21,4%) y de 50 a 64 años (20,9%).
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