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Líderes

El liderazgo auténtico es de las pocas cosas en la vida que es casi imposible de aprender
Iria Bouzas Álvarez
martes, 27 de septiembre de 2016, 01:38 h (CET)
Es cierto que hoy en día existen profesionales de la psicología y de la autoayuda que nos prometen adquirir casi cualquier competencia en unas pocas lecciones.

Y de hecho, muchos de los dirigentes políticos que tenemos que sufrir cada día se formaron así. Apuntándose a cursos de telegenia, perteneciendo a clubs de oratoria y comprándose libros de autoayuda hasta tener una biblioteca de lo más extensa.

Pero ese liderazgo es como las hamburguesas de ciertas cadenas de comida rápida, que mientras están calientes parecen deliciosas pero si las dejas varios minutos hasta que se enfrían, resulta imposible meterlas en la boca y mucho menos conseguir tragarlas.

El liderazgo real, el auténtico, el liderazgo que pervive y se convierte en algo sólido no se aprende en ninguna academia. En todo caso se aprende en el hogar que es donde se recibe la educación de las familias.

El liderazgo auténtico reposa en los valores y en los principios. Y eso es algo que por mucho que pase el tiempo nunca se quedará frio como la comida basura.

Los principios y valores varían entre las personas en función de sus posicionamientos, su ideología y sus circunstancias.

Dos personas pueden pensar totalmente diferente y no por ello dejar de reconocer la fuerza de los valores en el otro.

Lo mismo ocurre con los líderes. No es necesario pensar lo mismo que un líder, ni seguir sus principios para reconocer en alguien la llama del liderazgo.

Últimamente andamos escasos de verdaderos líderes políticos. Tenemos, eso si, mucha comida rápida que es sustituida por más comida rápida en cuanto se queda fría.

Pero si miramos con atención podemos ver destellos aquí y allá que empiezan a resultar más que esperanzadores.

En la universidad tenía un profesor que siempre nos decía que económicamente no puede existir una situación más peligrosa que cuando se juntan la inflación y el paro.

Con los años he desarrollado mi propia teoría,creo que socialmente no puede existir una situación más peligrosa que cuando se juntan las crisis económicas y de valores, y la falta de liderazgo político.

En España hemos convertido la política en el nuevo fútbol. Cuando decides que eres de un color tienes que permanecer en él hasta la muerte sin cuestionarlo ni criticarlo aún cuando el partido al que apoyes esté haciendo las cosas de forma incorrecta.

Yo no entiendo de fútbol. Así que en política no me baso en colores, me baso en ideas.

Parafraseando al niño de aquella película “A veces veo líderes”.

Y empiezo a ver verdaderos líderes en diferentes partes del espectro ideológico.

Líderes que aún son pequeñitos porque tienen que abrirse camino frente a hordas de mediocres que llegaron antes que ellos y que antes de cederles paso les harán llevar a cabo los “Doce trabajos de Hércules”.

Líderes que tendrán que bregar contra una maquinaria que sistemáticamente crea cuellos de botella para ahogar el talento antes de que eclosione y barra los cimientos de aquellos que no saben hacer otra cosa que “estar ahí”.

Los próximos años van a ser muy interesantes.

Si ven brillar pequeños destellos entre el gris de la mediocridad política, ¡presten atención!. Seguramente tendremos la ocasión de ver crecer a quienes algún día, serán historia.

Los líderes verdaderos sabéis quienes sois Así que a vosotros os dedico una petición, ¡salid, que os necesitamos y os estamos esperando!

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