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Hace una semana conocí a Emiliano Medina. Un padre que me ha recordado que el amor por un hijo puede convertir a cualquier hombre normal en un superhéroe

A Hugo le falta su superhéroe

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Cuando era pequeña pensaba que tener un padre debía ser lo más.

Veía a mi tío Miguel que todos los viernes compraba un montón de helado, botes de caramelo líquido, nata montada y virutas de chocolate de colores y que hacía que los fines de semana fuesen el comienzo de la mejor parte de la semana preparando unos helados gigantes y deliciosos para sus hijos.

Sabía que el padre de mi mejor amigo Suso, se levantaba todos los sábados de madrugada, recogía a un montón de niños ruidosos, los metía en un coche enano y se los llevaba por todos los pueblos perdidos de Galicia para que jugasen a Balonmano con aquel equipillo que habían montado y con el que los niños disfrutaban tanto.

Yo no tenía padre, por lo que, de alguna manera miraba desde lejos a los niños que si lo tenían maravillándome de que los padres fuesen algo así como unos superhéroes.

Hace una semana conocí a Emiliano Medina. Un padre que me ha recordado que el amor por un hijo puede convertir a cualquier hombre normal en un superhéroe.

Emiliano tiene un hijo que se llama Hugo.

Aunque un juez le ha concedido la custodia de su hijo, Hugo no vive con su padre. Emiliano ni siquiera puede ver a Hugo y lo que es muchísimo peor, Hugo no puede ver a su padre.

La madre de Hugo se lo llevó a otro país y pese a que la justicia española, viendo todas las pruebas aportadas, ha decidido que lo mejor para Hugo es estar con su padre, esto no se está cumpliendo.

No voy a hablar de la madre de Hugo. No voy a hablar de los mails que he leído donde avisa al padre de que va a utilizar a su hijo para hacerle todo el daño del que sea capaz.

Y no voy a hablar porque en el pecado le va a ir la penitencia, es sólo cuestión de tiempo. Si tu odio y tu deseo de venganza se ponen por delante del deseo de proteger y envolver de amor a tu hijo, eso que llevas dentro terminará por pasarte una factura terrible.

Por desgracia, no soy madre. Pero aún sin tener hijos, soy capaz de saber y sentir con cada célula de mí ser, que tener un hijo es el mayor acto de amor que existe sobre la faz de este mundo loco.

A un hijo se le ama por encima de todo y por encima de uno mismo.

Una vez un conocido me dijo algo que se me quedó marcado: “Supón que me ponen dos botones aquí delante y me obligan a apretar uno. Si el rojo me hace morir a mí y el azul hace morir a mi hijo…..apretaré una y otra vez el rojo sin dudarlo”.

Emiliano se está dejando la vida, la salud, la economía y el alma en recuperar a Hugo porque su vida sin su hijo está rota y aunque la lucha que está llevando es de titanes, él no se ve a sí mismo como nada especial porque “eso es lo que hace un padre”.

Emiliano necesita ayuda para recuperar a su hijo. No por él, por Hugo.

Hay un niño español en otro país cuando una sentencia dice que, por el propio bien del menor, debe estar en España y con su padre.

¿Dónde están las autoridades?, ¿Dónde están los políticos?, ¿El ministerio de exteriores, está o se le espera?

Se me parte el corazón pensando en Hugo que ahora mismo es rehén de sentimientos, rencores y odios de adultos. Sentimientos terribles de los que, mientras sea niño, debería estar protegido y aislado.

De niña habría cambiado el universo por tener un padre. Soñaba y soñaba con que algún día mi superhéroe de carne y hueso viniese a cuidarme y quererme. Por desgracia para mí nunca vino.

Pero Hugo sí que tiene a su superhéroe que quiere estar con él. Hugo tiene un padre. Un padre que lo adora por encima de todo, que quiere cuidarlo y que lo único que necesita es que alguien le ayude para poder hacerlo.

Señores políticos, ¿a qué esperan para implicarse en este caso? Se llama Hugo pero podría llamarse Pedro o Andrea.

Es el hijo de Emiliano pero podría ser su hijo o podría ser su nieta.

A Emiliano le falta Hugo pero lo más importante, a Hugo le falta su superhéroe.

Esto, no podemos consentirlo.

Hugo, espero de todo corazón que muy pronto puedas saber lo muchísimo que le has faltado a tu padre durante todo este tiempo.

A Hugo le falta su superhéroe

Hace una semana conocí a Emiliano Medina. Un padre que me ha recordado que el amor por un hijo puede convertir a cualquier hombre normal en un superhéroe
Iria Bouzas Álvarez
martes, 13 de septiembre de 2016, 08:18 h (CET)
Cuando era pequeña pensaba que tener un padre debía ser lo más.

Veía a mi tío Miguel que todos los viernes compraba un montón de helado, botes de caramelo líquido, nata montada y virutas de chocolate de colores y que hacía que los fines de semana fuesen el comienzo de la mejor parte de la semana preparando unos helados gigantes y deliciosos para sus hijos.

Sabía que el padre de mi mejor amigo Suso, se levantaba todos los sábados de madrugada, recogía a un montón de niños ruidosos, los metía en un coche enano y se los llevaba por todos los pueblos perdidos de Galicia para que jugasen a Balonmano con aquel equipillo que habían montado y con el que los niños disfrutaban tanto.

Yo no tenía padre, por lo que, de alguna manera miraba desde lejos a los niños que si lo tenían maravillándome de que los padres fuesen algo así como unos superhéroes.

Hace una semana conocí a Emiliano Medina. Un padre que me ha recordado que el amor por un hijo puede convertir a cualquier hombre normal en un superhéroe.

Emiliano tiene un hijo que se llama Hugo.

Aunque un juez le ha concedido la custodia de su hijo, Hugo no vive con su padre. Emiliano ni siquiera puede ver a Hugo y lo que es muchísimo peor, Hugo no puede ver a su padre.

La madre de Hugo se lo llevó a otro país y pese a que la justicia española, viendo todas las pruebas aportadas, ha decidido que lo mejor para Hugo es estar con su padre, esto no se está cumpliendo.

No voy a hablar de la madre de Hugo. No voy a hablar de los mails que he leído donde avisa al padre de que va a utilizar a su hijo para hacerle todo el daño del que sea capaz.

Y no voy a hablar porque en el pecado le va a ir la penitencia, es sólo cuestión de tiempo. Si tu odio y tu deseo de venganza se ponen por delante del deseo de proteger y envolver de amor a tu hijo, eso que llevas dentro terminará por pasarte una factura terrible.

Por desgracia, no soy madre. Pero aún sin tener hijos, soy capaz de saber y sentir con cada célula de mí ser, que tener un hijo es el mayor acto de amor que existe sobre la faz de este mundo loco.

A un hijo se le ama por encima de todo y por encima de uno mismo.

Una vez un conocido me dijo algo que se me quedó marcado: “Supón que me ponen dos botones aquí delante y me obligan a apretar uno. Si el rojo me hace morir a mí y el azul hace morir a mi hijo…..apretaré una y otra vez el rojo sin dudarlo”.

Emiliano se está dejando la vida, la salud, la economía y el alma en recuperar a Hugo porque su vida sin su hijo está rota y aunque la lucha que está llevando es de titanes, él no se ve a sí mismo como nada especial porque “eso es lo que hace un padre”.

Emiliano necesita ayuda para recuperar a su hijo. No por él, por Hugo.

Hay un niño español en otro país cuando una sentencia dice que, por el propio bien del menor, debe estar en España y con su padre.

¿Dónde están las autoridades?, ¿Dónde están los políticos?, ¿El ministerio de exteriores, está o se le espera?

Se me parte el corazón pensando en Hugo que ahora mismo es rehén de sentimientos, rencores y odios de adultos. Sentimientos terribles de los que, mientras sea niño, debería estar protegido y aislado.

De niña habría cambiado el universo por tener un padre. Soñaba y soñaba con que algún día mi superhéroe de carne y hueso viniese a cuidarme y quererme. Por desgracia para mí nunca vino.

Pero Hugo sí que tiene a su superhéroe que quiere estar con él. Hugo tiene un padre. Un padre que lo adora por encima de todo, que quiere cuidarlo y que lo único que necesita es que alguien le ayude para poder hacerlo.

Señores políticos, ¿a qué esperan para implicarse en este caso? Se llama Hugo pero podría llamarse Pedro o Andrea.

Es el hijo de Emiliano pero podría ser su hijo o podría ser su nieta.

A Emiliano le falta Hugo pero lo más importante, a Hugo le falta su superhéroe.

Esto, no podemos consentirlo.

Hugo, espero de todo corazón que muy pronto puedas saber lo muchísimo que le has faltado a tu padre durante todo este tiempo.

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