Cada vez aparecen nuevas estrategias de marketing que buscan atraer, retener y fidelizar a los usuarios, especialmente, en el entorno online. El cashback es una de las formas de recompensa mejor valoradas por los consumidores.

A diferencia del descuento directo, existen diferentes definiciones y aplicaciones del método. Sin embargo, básicamente, se refiere al reembolso de una parte o porcentaje del valor de la compra con tarjetas de débito o crédito.

Ahorro garantizado

El cashback no esconde letras pequeñas, el valor de las compras realizadas en los comercios o tarjetas participantes, es transformado en descuentos o reembolsos que son acreditados, de manera directa, en nuestra cuenta bancaria.

De esta forma, hablamos de una práctica que mejora la experiencia de compra final y que incluso consigue superar a las grandes ofertas y promociones tradicionales, sobre todo, en el mercado de la ropa y del calzado. En este sitio web: www.poomky.es, podemos encontrar mucha información al respecto.

Interesantes programas de recompensas

Los negocios y emprendedores utilizan plataformas como Poomky, para gestionar sus programas de fidelización y de recompensas. Aunque los descuentos y el porcentaje de reembolso puede variar en función de las tarjetas utilizadas, en general, implica la oportunidad de reducir el gasto final.

Pero el cashback no solo beneficia a los consumidores, desde el punto de vista de los negocios o empresas representa un método seguro de recompensar a los clientes e impulsar las ventas.

Beneficios para todos

Mientras los consumidores recuperan parte del dinero invertido en la compra, despierta el sentimiento de lealtad hacia la marca y aparece la fidelización, la cual se acompaña con la posibilidad de promover productos o servicios estratégicos.

Teniendo en cuenta que los internautas pasan mayor parte del tiempo en sitios web o comercios electrónicos en los que obtendrán más beneficios por comprar, la implementación del cashback incrementa la visibilidad online y promueve el crecimiento orgánico.

Por otra parte, es una excelente herramienta para atraer a los consumidores e influir en sus decisiones, un método que en el entorno publicitario se conoce como promoción subliminal, ya que impacta en la mente del consumidor sin llegar a ser demasiado invasiva.