Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Política | Elecciones | Columna humo

Por qué no te voy a votar

Pedro de Hoyos
lunes, 7 de diciembre de 2015, 00:37 h (CET)
Uno: Porque no lo he hecho nunca; porque me engañaste hace cuatro años y ahora repites promesas que entonces hiciste y no has cumplido. ¿Por qué iba a creerte ahora? Porque te empeñas en ver solo el lado amable de la economía pero no bajas a ver los sueldos de los camareros, de las empleadas de textil, no te detienes a mirar a los que teniendo licenciaturas están sirviendo cafés, a veces en el extranjero. Porque no cumples el papel político que corresponde a tu partido. Porque eres responsable de la desastrosa gestión del Estado frente a los separatistas catalanes.

Otro: Porque pretendes igualar a todos por la inteligencia del más torpe. Porque para defender determinados valores sociales haces demagogia barata al alcance de Belén Esteban. Porque cada vez que abres la boca cercenas mi libertad. Porque te basas en gente inculta e ignorante. Porque no condenas la gestión desastrosa del anterior secretario general de tu partido que primero negó la crisis, luego la mindundeó y finalmente nos dejó caer en ella a plomo. Porque gentes de tu partido apoyan y colabora con el catalanismo y sus organizaciones egoístas, despilfarradoras e ilegales. Porque lejos de acordarte de mi tierra todo se te vuelve hablar de adaptar la constitución a Cataluña. Porque cada vez que tu partido tiene un problema, una crisis o no sabe responder a una pregunta lo solucionas aludiendo a una mayor laicidad del Estado.

Otro: Porque tus soluciones son parciales, porque pones parches a los grandes problemas de España y pretendes curar graves pulmonías con paños calientes. Porque habéis crecido a base de asimilar a gente de procedencias y opiniones dispares e inconexas, a la que de la noche a la mañana integrasteis sin importaros su ideología, solo por crecer en número y territorio. ¿Cuál es la resultante de esa mezcolanza de opiniones a veces incongruentes? ¿Qué sale de sumar sus deslealtades y vuestra ideología? Porque la mercadotecnia y la imagen venden bien pero a mí no me compran.

Otro: Porque no me creo tu súbito centrismo: el comunismo siempre fue camaleónico y acomodaticio. Porque al lobo siempre le complació vestirse de cordero. Porque tus reacciones, manifestaciones y afirmaciones de primera hora, cuando no pensabas en elecciones, votos y escaños, me parecieron sinceras pero liberticidas, porque con tu actual comedimiento quieres adueñarte de un voto moderado pero enfrentado a tu ideología. Porque tus modos, tus actitudes públicas y tu comportamiento social son zafios y vulgares y dice a las claras que quieres una España pedestre, rústica, ineducada y ordinaria. Por el ejemplo pésimo que dan tus alcaldes. Porque no sabes que el color de tu partido alude a la bandera de Castilla, tierra a la que olvidas permanentemente y niegas derechos que a otras reconoces.

A todos: Porque chilláis, porque criticáis, porque habláis mal de los demás, porque sois destructivos en vez de constructivos, porque exigís, porque sois altaneros en vez de humildes, porque sois chillones y vocingleros. Porque vais a programas de televisión graciosos pero impropios de políticos a hacer cosas graciosas pero impropias de políticos. Porque no sois ejemplo.

Noticias relacionadas

Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha sentido dentro de sí un anhelo infinito. Como si lleváramos una chispa divina, buscamos lo absoluto, lo eterno, lo perfecto. La Biblia lo expresa en aquella frase originaria: “Seréis como dioses”. Allí se encierra el primer objetivo de la autonomía humana: alcanzar una plenitud que sentimos como posible, aunque no sepamos bien cómo.

Nuestra única defensa contra todo es el amor verdadero. Hay que poner alma en la protección y abandonar las armas. Además, si nos tomamos en serio la concordia, debemos apoyar los nexos que nos unen y hemos de financiar a las instituciones que hacen posible la paz. Por desgracia, las tendencias actuales son alarmantes.

Durante años, a quienes padecen fibromialgia se les ha encasillado injustamente. Se les ha dicho que todo es “cosa del cerebro”, que su dolor es “emocional” o que no pueden rendir igual que antes en trabajos que requieran concentración, creatividad o toma de decisiones. Esta idea no solo es falsa, sino que también cierra puertas y genera un estigma innecesario.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto