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Consecuencias de la rinitis alérgica que debes evitar

Presenta sus mayores niveles en las estaciones de primavera y verano
Redacción
jueves, 2 de junio de 2022, 13:02 h (CET)

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La primavera está en el aire, y con ella, millones y millones de diminutos pólenes que desencadenan síntomas de alergia en la población, estos síntomas se pueden agravar si no se tratan correctamente. Esta afección se llama rinitis alérgica, a menudo conocida como fiebre de heno.


Los ojos y la nariz son los dos órganos del cuerpo que más sufren las consecuencias de una alergia, pues son zonas muy sensibles a los cambios de temperatura y del entorno. Su origen es estacional y puede afectar en diferentes niveles de molestias y gravedad, hasta el punto que se puede producir una hospitalización en los casos más complicados.


Su tratamiento es posible y eficaz, y conlleva una atención por parte del paciente, quien debe conocer su situación y las condiciones.


Síntomas más comunes de la rinitis alérgica


La rinitis alérgica es una inflamación de la mucosa nasal (interior de la nariz), que produce consecuencias tanto en esta zona como en la ocular. Sus síntomas se muestran de varias formas, siendo los más habituales:


Picor y escozor

Estornudos,

Nariz tapada (Congestión nasal)

Secreción nasal

Irritación ocular

Lagrimeo constante.


La rinitis puede ser una situación muy desagradable para el paciente, quien tiene la sensación de que nunca se acaba, ya que es un problema que surge de forma estacional.


El factor estacional en la rinitis alérgica


La rinitis alérgica presenta sus mayores niveles en las estaciones de primavera y verano. Primero por la polinización de los árboles y las plantas. Los árboles generalmente polinizan en primavera. El abedul, cedro, álamo y pino son los principales desencadenantes de alergia. La alergia se mantiene durante el verano, aunque generalmente en una menor intensidad, debido a que el polen sigue presente en otro tipo de vegetación como la hierba.


Pese a este carácter estacional, hay personas que sufren las consecuencias de la rinitis alérgica a lo largo del año, ya que la humedad, los ácaros o la polución son también causas de la alergia.


Consecuencias más frecuentes de la rinitis no tratada


La ausencia del tratamiento para una rinitis alérgica no solo evita el freno a este tipo de problemas, sino que puede facilitar el desarrollo de otros derivados que pueden tener efectos más dañinos. La falta de horas de sueño por la noche es uno de los más habituales.


Los afectados suelen despertarse durante varias veces porque no pueden respirar correctamente y esto supone un importante trastorno cuando se produce de forma frecuente. El desarrollo de sinusitis, que es una inflamación que genera dolor de cabeza, o el riesgo de desarrollar asma u otros problemas de respiración son enfermedades que pueden aparecer como consecuencia de una rinitis alérgica no tratada.


Consejos para reducir los síntomas de la rinitis alérgica


La mejor forma de reducir los síntomas es evitar los desencadenantes de la alergia, es decir:


Limitar las actividades al aire libre durante los días en los que hay niveles elevados de polen.

Mantener las ventanas cerradas (en la casa o en el coche) para que no entre el polen al interior.

Darse una ducha al llegar a casa. Si no, el polen que se te hubiera pegado al pelo durante el día fuera de casa podría molestarte de noche.


Visita a un profesional 


Por ello la mejor solución es visitar a un alergólogo, para conocer mejor la raíz del problema y buscar soluciones inmediatas y efectivas. Hay muchos tipos de alergias y si bien el origen puede ser similar, los resultados y las secuelas varían en función de cada paciente. Llevar a cabo un proceso de tratamiento de forma continua y estricta, siguiendo las pautas del médico, es fundamental para contrarrestar el problema. 

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