El piloto francés Jules Bianchi ha fallecido tras nueve meses en coma como
consecuencia de las lesiones cerebrales sufridas en un accidente el año pasado en el
Gran Premio de Japón, según ha informado este sábado su familia en un comunicado.
"Jules ha luchado hasta el final, como siempre hizo, pero hoy su batalla ha llegado al
fin", ha afirmado su familia, que ha manifestado sentir un dolor "inmenso e
indescriptible".
Bianchi, de 25 años, sufrió el peor accidente de la Fórmula 1 desde la muerte de
Ayrton Senna en 1994, al chocar contra una grúa que recuperaba otro monoplaza en el
circuito japonés de Suzuka el pasado 5 de octubre.
El piloto fue trasladado inconsciente al hospital, con graves lesiones cerebrales.
Desde entonces había permanecido en coma en condición "crítica pero estable".
Bianchi fue trasladado el pasado mes de noviembre a un hospital cerca de su ciudad
natal, Niza (Francia), por expreso deseo de la familia.
El francés sufrió graves heridas en la cabeza cuando, en condiciones húmedas y de
poca luz, su coche Marussia chocó contra un tractor que intentaba retirar el Sauber del
alemán Adrian Sutil.
Imágenes de televisión del accidente del 5 de octubre, que no fueron transmitidas al
público pero que desde entonces han sido publicadas en internet, muestran que la
protección antivuelcos del coche fue totalmente arrancada por el impacto. La carrera
fue detenida y el piloto fue sacado inconsciente del vehículo chocado y luego llevado
por una ambulancia a un hospital cercano.
Bianchi, que también estaba contratado por Ferrari y se consideraba que tenía un
futuro brillante en el deporte, fue tratado inicialmente en el Centro Médico Mie General
en Yokkaichi. Sus padres y hermanos volaron desde Francia y estuvieron presentes
constantemente a su lado, esperando un milagro.
"Estamos devastados por la pérdida de Jules después de una lucha tan dura", dijo su
escudería Manor F1 Team en la red social Twitter. "Fue un privilegio que compitiera en
nuestro equipo", agregó.