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Debemos ser conscientes de nuestro momento presente

Plan de acción en la vida

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Muchas veces nos preguntamos qué podemos hacer para cambiar una situación presente que no nos satisface. Miles de ideas, algunas de ellas sin sentido, vienen a nuestra mente buscando una salida rápida.

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Normalmente cuando nos bombardean ideas varias y sin control, perdemos precisamente eso, el control. No avanzamos. Nos anclamos. Nos paraliza. Porque el aturdimiento nos impide centrarnos y focalizar la mejor idea.

Debemos ser conscientes de nuestro momento presente, que nos gusta y que no, y a partir de ahí determinar que nos gustaría cambiar, dejar, o incluir en nuestra vida.

Pensar en el futuro no debe interferir en cómo vivimos nuestro presente, que es la verdadera realidad, lo que vivimos en este mismo momento. Si centramos nuestra vida en el futuro, en realidad no la estaremos disfrutando conscientemente, pues nuestra mente y expectativas estarán puestas en un futuro indefinido y opaco.

El futuro en realidad no llega nunca, cuando llegues al futuro, será tu presente en ese momento. Por eso es de suma importancia que estés decidida a vivir el “aquí y ahora”.

Tener metas y sueños, no sólo es importante, si no necesario. Esos sueños se pueden hacer realidad si los vamos construyendo en nuestro presente. Debes trazan un plan de acción AHORA que te permitirá crear un futuro diseñado por y para ti.

Lo primero es decidir QUE quiero, después CÓMO lo voy a hacer y poner una fecha con un CUÁNDO.

La primera interrogante es quizás la más complicada pues, aunque parezca sencillo, muchas personas sabemos que no queremos lo que tenemos y en cambio no sabemos realmente que es lo que queremos.

Debes hacer un trabajo contigo misma, sopesando pros y contras hasta encontrar qué es lo que quieres. Debes ser sincera y realista contigo misma. Poner metas inalcanzables o difusas lo único que supondrán a la larga es un sentimiento de frustración por no haber conseguido tus objetivos.

Debemos definir con claridad y detalladamente qué es lo que queremos, que no sea solamente una vaga idea, si no una visión clara y definida de nuestro objetivo a alcanzar. Visualiza con todo lujo de detalles lo que quieres. Cuanto más definido sea, más probabilidades tendrás de alcanzarlo.

Una vez sepas lo que quieres darás el siguiente paso, CÓMO vas a alcanzar tu meta. Dentro de esta pregunta debemos pensar en: los medios propios y externos con los que puedes contar y que apoyo, personal y profesional tienes a tu alrededor.

Lo ideal es hacer una PLANIFICACIÓN POR PASOS. Escribir uno a uno los pasos que te irán acercando a tu objetivo. El orden por prioridad es fundamental. Saltarnos un paso decisivo puede hacer la diferencia entre el alcanzar el éxito o experimentar el fracaso.

El plan de acción hasta llegar a este punto no es sencillo, pero si sumamente gratificante. Pues podrás ir percibiendo los pequeños logros que irán acercándote a tu objetivo final. Es importante para tu propia motivación que celebres y reconozcas todos los pequeños éxitos que vayas alcanzando a lo largo del camino. No solo es cuestión de disfrutar las mieles del éxito final, si no de disfrutar intensamente del camino que te ha llevado a él. Es fundamental disfrutar del “viaje” no sólo del destino.

El tercer punto clave es CUÁNDO. Si no nos decidimos a poner una fecha límite corremos el riesgo de dilatar excesivamente en el tiempo una meta. Lo más probable es que si no tenemos fecha no alcancemos nuestro objetivo nunca. La cuestión es determinar un día, mes y año concretos. Cuanto más definido esté, más fácil será para ti focalizarte en tu objetivo. Esa fecha “limite” hará que te pongas las pilas en momentos de flaqueza.

Si quieres cambiar, si tienes metas por alcanzar, no hay tiempo que perder… Escribe tu plan de acción y conviértete en la protagonista de tu vida.

Plan de acción en la vida

Debemos ser conscientes de nuestro momento presente
Carmen Gil
viernes, 14 de noviembre de 2014, 10:05 h (CET)
Muchas veces nos preguntamos qué podemos hacer para cambiar una situación presente que no nos satisface. Miles de ideas, algunas de ellas sin sentido, vienen a nuestra mente buscando una salida rápida.

141114salud2

Normalmente cuando nos bombardean ideas varias y sin control, perdemos precisamente eso, el control. No avanzamos. Nos anclamos. Nos paraliza. Porque el aturdimiento nos impide centrarnos y focalizar la mejor idea.

Debemos ser conscientes de nuestro momento presente, que nos gusta y que no, y a partir de ahí determinar que nos gustaría cambiar, dejar, o incluir en nuestra vida.

Pensar en el futuro no debe interferir en cómo vivimos nuestro presente, que es la verdadera realidad, lo que vivimos en este mismo momento. Si centramos nuestra vida en el futuro, en realidad no la estaremos disfrutando conscientemente, pues nuestra mente y expectativas estarán puestas en un futuro indefinido y opaco.

El futuro en realidad no llega nunca, cuando llegues al futuro, será tu presente en ese momento. Por eso es de suma importancia que estés decidida a vivir el “aquí y ahora”.

Tener metas y sueños, no sólo es importante, si no necesario. Esos sueños se pueden hacer realidad si los vamos construyendo en nuestro presente. Debes trazan un plan de acción AHORA que te permitirá crear un futuro diseñado por y para ti.

Lo primero es decidir QUE quiero, después CÓMO lo voy a hacer y poner una fecha con un CUÁNDO.

La primera interrogante es quizás la más complicada pues, aunque parezca sencillo, muchas personas sabemos que no queremos lo que tenemos y en cambio no sabemos realmente que es lo que queremos.

Debes hacer un trabajo contigo misma, sopesando pros y contras hasta encontrar qué es lo que quieres. Debes ser sincera y realista contigo misma. Poner metas inalcanzables o difusas lo único que supondrán a la larga es un sentimiento de frustración por no haber conseguido tus objetivos.

Debemos definir con claridad y detalladamente qué es lo que queremos, que no sea solamente una vaga idea, si no una visión clara y definida de nuestro objetivo a alcanzar. Visualiza con todo lujo de detalles lo que quieres. Cuanto más definido sea, más probabilidades tendrás de alcanzarlo.

Una vez sepas lo que quieres darás el siguiente paso, CÓMO vas a alcanzar tu meta. Dentro de esta pregunta debemos pensar en: los medios propios y externos con los que puedes contar y que apoyo, personal y profesional tienes a tu alrededor.

Lo ideal es hacer una PLANIFICACIÓN POR PASOS. Escribir uno a uno los pasos que te irán acercando a tu objetivo. El orden por prioridad es fundamental. Saltarnos un paso decisivo puede hacer la diferencia entre el alcanzar el éxito o experimentar el fracaso.

El plan de acción hasta llegar a este punto no es sencillo, pero si sumamente gratificante. Pues podrás ir percibiendo los pequeños logros que irán acercándote a tu objetivo final. Es importante para tu propia motivación que celebres y reconozcas todos los pequeños éxitos que vayas alcanzando a lo largo del camino. No solo es cuestión de disfrutar las mieles del éxito final, si no de disfrutar intensamente del camino que te ha llevado a él. Es fundamental disfrutar del “viaje” no sólo del destino.

El tercer punto clave es CUÁNDO. Si no nos decidimos a poner una fecha límite corremos el riesgo de dilatar excesivamente en el tiempo una meta. Lo más probable es que si no tenemos fecha no alcancemos nuestro objetivo nunca. La cuestión es determinar un día, mes y año concretos. Cuanto más definido esté, más fácil será para ti focalizarte en tu objetivo. Esa fecha “limite” hará que te pongas las pilas en momentos de flaqueza.

Si quieres cambiar, si tienes metas por alcanzar, no hay tiempo que perder… Escribe tu plan de acción y conviértete en la protagonista de tu vida.

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