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El sexo puede ser mejor con la edad | |||
El potencial para amar puede aumentar | |||
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Una de las quejas que más a menudo oigo de las parejas, es que su sexualidad está atascada y ese fuego que encendía pasiones es débil, ha perdido fuerza o está apagado por completo. Puede que para algunos, la satisfacción en el sexo disminuya con el tiempo, lo que no es inevitable. Ciertos factores causan un mayor impacto... en la calidad de las experiencias sexuales que viven muchas parejas, sus expectativas y el grado de confianza entre ellos. Creo que son tres factores los que contribuyen a reducir la vida sexual : creer que es inevitable. Que disminuya o se pierda la confianza por sentimientos no expresados o no resueltos entre la pareja. Tender a pensar que la vitalidad sexual es responsabilidad de la otra persona y si eso se ha perdido. Y si se quejan de esa desaparición suele ser uno de estos factores. Muchas veces el auténtico problema está en las actitudes defensivas que marcan los límites del auténtico vínculo. Con el paso del tiempo suele ser más endurecer las actitudes, que el ablandamiento de la anatomía. Si se han herido los sentimientos y la falta de confianza, no es tarde, se puede reaccionar porque no tienen fecha de caducidad. Lo que ocurre es que el dolor por esos asuntos inconclusos puede seguir durante años. Lo mejor es que nunca es tarde para que las heridas sanen, aunque ocurrieran tiempo atrás. Es entonces cuando nuestro potencial para amar puede crecer si afrontamos y aprendemos de las experiencias dolorosas. Si ejercitamos la capacidad de tener el corazón abierto, las propias heridas serán pura enseñanza. Al trabajar con ellas de forma delicada y sabia, con cuidados, nos veremos amar con más plenitud de la que imaginamos. Siguiendo esta dinámica en Terapia Sexual muchas parejas notan cómo el sexo mejora con el tiempo, aunque la relación sexual haya perdido parte del fuego y la intensidad de los primeros años, ahora es más rica, más dulce y con una sensualidad más deliciosa. Y a medida que van conociendo íntimamente el cuerpo, la mente y el alma del compañero son más capaces de tener una respuesta estimulante. Según envejecemos y profundizamos en la experiencia vivida nos damos cuenta de que somos más que nuestro cuerpo envejecido. Lo importante es disfrutar de un contacto relajado, sin esfuerzo, que surge con naturalidad cuando ambos se conocen bien. Se disuelven la ansiedad y la vergüenza y disfrutamos de una exploración sexual dishinibida. Es un tipo de juego y de placer que va más allá de los genitales y el cuerpo. Se extiende por nuestro ser completo ¿no? Sólo nos deleitamos cuando nos liberamos de las expectativas que nos límitan. Hay que profundizar en la confianza y en la intimidad a lo largo de los años de relación sincera, lo que amplía la capacidad de alegrarnos por compartir esta experiencia. Si es así y los dos apoyan el crecimiento mutuo el contacto sexual nunca es plano, ni aburrido. Conforme aumenta esta capacidad de vivir con más plenitud también es más fácil conectar con el otro, no sólo en la actividad sexual, sino en muchos otros ámbitos. Ana de Calle. Sexóloga y Terapéuta de Pareja www.elsexoesvida.com +34 639 555 994 Autora de 'El sexo magia para tu cuerpo' |
¿Has sentido alguna vez que tu trabajo te consume por completo? Si eres autónomo o tienes un trabajo con muchas responsabilidades, es posible que lo hayas experimentado. Aunque parezcan lo mismo, estrés laboral, sobrecarga laboral y síndrome de burnout no son iguales.
Muchas personas que sufren depresión no lo hacen por falta de amor, ni de logros, ni de inteligencia. Algunas de ellas son personas queridas, con carreras admiradas, con familias que las apoyan. Y sin embargo, se sienten como si su vida no tuviera sentido, como si no merecieran existir.
Nuestra mente es como una radio: si el dial está mal sintonizado, no oímos la música, solo interferencias. Pensamientos que se repiten, que se amplifican, que nos hacen sentir inútiles, tristes o indignos, aunque no haya razones objetivas. Son lo que la psicología cognitiva llama distorsiones cognitivas: formas erróneas de interpretar la realidad que acaban drenando nuestra energía emocional.
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