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¡Qué calor!

Eduardo Cassano
Eduardo Cassano
miércoles, 1 de noviembre de 2006, 04:32 h (CET)
Lo del cambio climático no es algo nuevo, pero cada año que pasa preocupa más. No es normal que mañana, día de celebraciones muy diversas, en medio país todavía salgamos a la calle en manga corta.

La jornada de reflexión política, que sacude hoy a la indecisa población catalana que mañana está llamada a las urnas, debería prolongarse al resto de los ciudadanos españoles, no sólo por el problema que representa Cataluña para muchos de ellos, sino por el problema que nos afecta a todos; el cambio climático es ya una realidad.

Mientras Groenlandia se derrite año tras año y siguen muriendo civiles en Irak, a pesar de que la guerra “se ganó” en el 2003, una especie de Carpe Diem se ha instalado en nuestro modo de vida, en la sociedad de la que somos partícipes, de la que protestamos con una mano a diario, y con la otra seguimos alimentando.

Esta noche de Halloween, una fiesta cada vez más implantada en España, contrasta con el sentimiento de rechazo hacía los americanos que procesan aquellos que esta noche saldrán a celebrarlo. Y quizás, si la fiesta se alarga hasta el amanecer, la vuelta a casa de algunos jóvenes, pasivos ante todo, coincida con la salida camino al cementerio de su familia a rendir homenaje a sus muertos… aunque ya se sabe, que no todos fueron ni serán Santos.

Y es que en un país de donde los muertos sólo parecer acordarse la prensa rosa, mejor será que los vivos sigan palpitando en su letargo de soledades compartidas, en medio del calor sofocante de noviembre, donde ni los muertos descansan ya en paz.

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