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El riesgo de los juguetes conectados y la privacidad

Los juguetes conectados o “Smart Toys” presentan diseños innovadores y permiten unan mayor interacción. Se deben usar con precaución y para evitar riesgos.
Redacción
lunes, 30 de diciembre de 2019, 09:21 h (CET)



Hoy en día, los niños y adolescentes optan por disfrutar del tiempo libre con las nuevas tecnologías, ya sean juguetes conectados o smartphones, que les permiten conectarse con otros usuarios o con Internet. Es por ello que muchas personas tienen en su wish list varios “Smart Toys” para los más pequeños de la casa como regalo de Navidad.

El hecho de que sean los menores de edad los destinatarios de los juguetes conectados, hace estar en alerta al ser mucho menos conscientes de los riesgos que pueden correr, empezando por su privacidad. Por ello, PantallasAmigas conciencia a los padres y menores de edad sobre el uso de estos nuevos juguetes y aconseja averiguar qué tipo de función relacionada con la conectividad incluye el juguete.

Antes de comprar juguetes conectados estas navidades, hay varias preguntas que nos deberíamos plantear: qué datos es capaz de transmitir por Internet, qué posibilidades de configuración hay, a qué se exponen sus usuarios, qué datos recoge el juguete, si el juguete contiene una cámara de video con posibilidad de grabación o si contiene un micrófono que grabe y transmita el audio en tiempo real. Para ello, se hace imprescindible acudir a las instrucciones del fabricante y poder decidir si es un dispositivo sensible para la privacidad del menor.

Uno de los casos más mediáticos fue el osito de peluche Smart Toy Bear, fabricado por Fisher-Price junto con Vtech, empresa de juguetes electrónicos que sufrió un ataque que dejó al descubierto datos y fotos de casi seis millones y medio de niños y niñas de todo el mundo, o la muñeca Cayla por incorporar un micrófono y una conexión Bluetooth que la convertían en un instrumento para espiar, ambos juguetes prohibidos en España ya que atentan contra la privacidad del usuario y su protección digital.

Por ello, PantallasAmigas propone las siguientes medidas a adoptar tras comprar un juguete conectado:


El uso de los sistemas de control parental o herramientas de seguridad específicas para evitar un uso continuado y poner un límite de tiempo.

Cambiar las contraseñas y códigos que vienen de fábrica para que la conexión con otros dispositivos sea segura.

Mantener actualizadas las aplicaciones para corregir fallos de seguridad o ampliar nuevas funciones.

Apagar el juguete cuando no se utilice para evitar que siga recopilando información.

No obstante, al margen de tener en cuenta los consejos y pasos a seguir para proteger la privacidad de los más pequeños, es importante compartir tiempo de juego en familia durante las navidades, ya que es una oportunidad para crear confianza y complicidad en torno a las pantallas y una perfecta ocasión para que los padres conozcan a sus hijos y así llegar a establecer unas normas de uso de las nuevas tecnologías.

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