El emir de Qatar, el jeque Hamad bin Jalifa al Thani, ha anunciado este martes su abdicación en favor de su hijo y heredero, el jeque Tamim bin Hamad al Thani, y ha apuntado que, a partir de ahora, ocupará "otra posición para servir a la nación y al pueblo".
"Ha llegado el momento de pasar una página de la historia de nuestra nación. Declaro que entregaré las riendas a mi hijo, el jeque Tamim bin Hamad al Thani", ha manifestado, según ha informado la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
El emir, de 61 años, convocó el lunes a miembros de su familia y a otras personas partícipes en el proceso de sucesión qatarí aparentemente para zanjar las especulaciones surgidas en las últimas semanas en torno a una hipotética abdicación.
El emir de Qatar, el jeque Hamad bin Jalifa al Thani, ha anunciado este martes su abdicación en favor de su hijo y heredero, el jeque Tamim bin Hamad al Thani, y ha apuntado que, a partir de ahora, ocupará "otra posición para servir a la nación y al pueblo".
"Ha llegado el momento de pasar una página de la historia de nuestra nación. Declaro que entregaré las riendas a mi hijo, el jeque Tamim bin Hamad al Thani", ha manifestado, según ha informado la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
El emir, de 61 años, convocó el lunes a miembros de su familia y a otras personas partícipes en el proceso de sucesión qatarí aparentemente para zanjar las especulaciones surgidas en las últimas semanas en torno a una hipotética abdicación.
Las agencias de las Naciones Unidas acaban de lanzar un llamamiento urgente para reunir 2.800 millones de dólares, con los cuales auxiliar a millones de personas en la devastada Franja de Gaza y también en Cisjordania, territorios palestinos ocupados por Israel.
Las economías en desarrollo de Asia y el Pacífico crecen de manera sostenida, previsiblemente 4,9 por ciento en 2023 y en un porcentaje similar lo harán el año próximo, según las previsiones del Banco Asiático de Desarrollo (BAD). En cuanto a la inflación, se espera que se modere en 2024 y 2025, después de haber sido impulsada por el aumento de los precios de los alimentos en muchas economías durante los últimos dos años.
Hace un año estalló la guerra en Sudán y los llamamientos para detenerla crecen cuando se avecina el primer año de ese conflicto, que se ha cobrado unas 15.000 vidas de civiles y desplazado de sus hogares a más de seis millones de personas.