Por obra y gracia de la ginebra Bombay Sapphire la actriz Mónica Cruz, después de parir una niña hace tres semanas, regresó a las fotos comerciales para presentar el barco de la ginebra Bombay, un barco que Mónica explicó que había decorado inspirándose en los veranos que vivió en las playas de la Costa Brava y Baleares.

La joven actriz dijo que su hija Antonella es una santa, es muy buena y la deja tranquila por las noches. Mónica, ante las imágenes de la marca que promocionaba, fue espléndida y expresiva hablando de su maternidad, de su hermana, del estado de su corazón, en fin, todo aquello que los personajes suelen decir ante un buen pago a través de un apetitoso cheque, y hace bien. Todos actúan igual, ¿por qué hacer otra cosa?, incluso las actrices sienten la crisis, hay que tirar adelante y más ahora que tiene más responsabilidades que cuando estaba sola.

Eso si, dejó bien claro para todos aquellos que se metan en su vida privada sin su consentimiento que pondrá en marcha todos los medios que estén a su alcance y disposición si lo hacen con malos modos y maneras. El marco del evento fue en un mar artificial que le crearon en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles de Madrid, un mar idílico y que ya quisieran en el centro, todo el mundo alguna vez ha pensado que si Madrid tuviera mar, otro gallo les cantaría. Se sentirían más mojados, más ávidos de emprender proyectos líquidos, con humor y mucho amor. Y los habitantes de la capital ya no tendrían que ambicionar las calas de la España costera. Otra manera de vivir la vida. De verla, creo pensar.

Es por eso que en esta fiesta celebrada hace un par de noches todos los invitados estarían encantados vibrando con una brisa marina que les llegaba de tan lejos y tan cerca al mismo tiempo.

Mónica Cruz iba esponsorizada toda ella, tuvo el mar de sus vivencias con uno realizado artificialmente, le pusieron el gintónic de fresa que ha creado para saborear su nueva vida maternal, lució joyas de Tous y un bolso (se llama clutch, tere, porfa) de Swarovski.

El barco diseñado por la hermana pequeña de la oscarizada Pe surcará el mar Mediterráneo durante los meses de julio y agosto e invitarán a gintónics a todos los paseantes que estén en barcos amarrados en esas aguas turquesas. Un placer.

La gente que descansa o que vive en la montaña, que se aguante, pienso, o las ciudades importantes como Madrid, la que acogió la presentación, lo mismo. Nadie les regalará gintónics veraniegos.

Hay un itinerario con calendario incorporado indicando por donde pasará este barco para darles a los sedientos ese gintónic promocional, de un tiempo a esta parte la mezcla de la tónica y el gin se ha convertido en un placer muy de moda, en verano refresca y en invierno te recuerda ese verano imposible.

Swarovski, una explosión de color y alegría

Y ya que estoy metida en algo refrescante, hablando de barcos y de bebidas de moda estoy muy solar, voy a recordar la colección de los brillantes cristales de Swarovski de este verano 2013.

Es un chute de vida y alegría, en la alfombra roja del reciente festival de Cannes las estrellas con más nombre en el mundo del cine adornaron sus vestidos de Alta Costura con bolsos, pendientes, anillos, brazaletes y collares de esta colección explosiva.

Algunas de las actrices que estuvieron en Cannes resultaron más atractivas por esos complementos de cristal tallado que no por los maravillosos vestidos de costura cara e impecable que lucían.

Los políticos nos están troceando todos los días nuestras ilusiones, nuestro futuro no existe o es muy opaco, cuando algo llega a tus manos, ves que brilla, que te aporta vida, un poco de inyección de “pa amb tomaquet” (pan con tomate) y bienestar, por un momento, muy corto desgraciadamente, crees que la vida puede volver a ser tal y como fue, incluso mejor ¡ilusa¡ ¡tontita¡

Nathalie Colin, creadora de estas piezas sorprendentes, se inspiró en sus viajes por Latinoamérica para crear collares inmensos para escotes generosos, brazaletes coloridos, anillos de expresión papal, retrotrayéndonos a siglos pasados, ha captado en cada una de sus joyas la flora, fauna, el color y, el olor de aquellos países en donde la vida fluye con pasión, con música, con mucho verde.

Brasil y México están ahí, coges el maxi collar Tangara Big Shape Necklage, el brazalete de color de rosa iluminado por grandes piedras que recuerdan muchos quilates de diamantes o el trabajado anillo Toya Ring y te imaginas en el carnaval de Río, cantando en una de sus múltiples rúas o en la selva del Amazonas y en las playas concurridas de glúteos prietos solazándose en la arena caliente después de zambullirse en las transparentes aguas de Acapulco.

Nathalie ha dicho recientemente que estaba contenta de haber tenido esta experiencia y haber centrado su inspiración en esas culturas pues: “Quería huir de la melancolía que vive Europa”.

Acertó de lleno, habría que conseguir entre todos un poco de luz, sol, alegría, recuperarla, aunque sea en nuestra pobreza impuesta por impresentables. En esta vida hay que coger las adversidades de frente y después darle la vuelta a todo y seguir sonriendo. Con esta colección, sólo verla, es ya volver a la vida ante tanta desgracia. Gracias