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Nos dejan tres grandes | ||||||
| María Asquerino, Pepe Sancho y Tony Ronald | ||||||
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Independiente, libre, sensible Dulce Nombre de María Serrano Muro, el verdadero nombre de la actriz María Asquerino, era audaz, sensible, cercana, independiente y libre. Traté a María y aprendí mucho de ella, cuando representaba en un teatro barcelonés “Anillos para una dama”, yo estaba empezando en el mundo del periodismo, aún no había acabado mi carrera pero ya trabajaba. María era habladora, se explicaba muy bien y me recibió siempre aún siendo ella una de las mejores y más laureadas y yo una mera principiante. Con María lloré, reí y aprendí, tres opciones en la vida que hacen que jamás olvides a esa persona. Le gustaba la noche Cuando estaba en el escenario lo llenaba con las estupendas interpretaciones que hacía de sus personajes, luego, después de los aplausos, se reunía con sus amigos, conocidos, presuntos amantes y amigos especiales en la sala Bocaccio, siempre entrando a la izquierda. María fuera del teatro era una mujer con personalidad, sabía escoger a sus amigos y le gustaba acostarse tarde. La María del escenario y la de los amigos y conocidos no difería mucho la una de la otra. En la primera era el talismán perfecto para ceñirse a unos personajes que hacia suyos, dejaba paso a esas mujeres desgarradas, de palabra llana, siempre importantes, siempre imponentes. De madrugada María era ese ser que hervía de amor, de sensaciones libres, de personalidad imperiosa y de una gran belleza natural. El amor en un suspiro Cuando supe que María estaba enferma, sola, sin familia, sentí que mi corazón se hacía añicos, aunque sabía que para María estar sola o sentirse la soledad, aunque enferma, no era nuevo. Nunca tuvo un amor para siempre y si muchos sentimientos encontrados con muchas parejas que se deshacían en un suspiro poco después de esos momentos de pasión, de placer, de fiesta y reconocimiento humano. Pepe Sancho, un hombre apasionado
Su muerte ha sido una sorpresa para muchos Pepe nació en Manises (Valencia), en noviembre de 1944, murió este domingo a los 68 años después de no superar un cáncer. Su muerte nos ha cogido a muchos por sorpresa. Le vimos trabajar el pasado año y estuvo a punto de estrenar una obra a comienzos de este año. Capítulos inolvidables El actor, otro de los grandes, ha escrito a lo largo de su vida muchos capítulos inolvidables, algunos magníficos, por sus innumerables trabajos, por su saber hacer en la construcción de sus personajes, tanto en cine como en televisión y otros de tipo privado que fueron ventilados por él a través de los medios de comunicación. El actor era un seductor nato, su vida sentimental tiene muchos capítulos, algunos de los cuales he vivido muy de cerca como informadora. Un gran seductor Pepe Sancho interpretó “Descalzos por el parque” en el desaparecido Teatro Moratín de Barcelona con Ana María Barbany, otra importante del mundo del teatro, en el momento en que la pareja se enamoraba en el escenario también lo hacia en la vida real. Una historia por la que muchos apostaban para largo menos aquellos que conocían bien y de cerca al actor valenciano. La lista de amores, intensos, relámpago y ocasionales es larga, pero ahora, seguro, no es el momento de dar la lista o desgranarla. Nadie olvidará su amor pasional con la cantante María Jiménez, una pareja de rompe y rasga, ahora se amaban revolviendo esas sábanas blancas y al minuto se odiaban, ya lo dicen, entre el amor y el odio sólo hay un paso. María Jiménez, un matrimonio truncado Sus encuentros en el Bocaccio barcelonés, sala que yo frecuentaba mucho pues todas las noches se producía alguna noticia relacionada con la gente del mundo del teatro, tomé copas con esta pareja. Eran habladores, mucho, Pepe tenía una conversación burbujeante, conocía todos los vericuetos del teatro, del cine y del mundo del que él formaba parte importante. Eran una pareja inspiradora, especialmente cuando derrochaban simpatía, en el odio lo dejaremos para otro día. Amaban los dos a Alejandro, el hijo que tuvieron de aquella relación que fue bendecida con el matrimonio. Pero tras más de veinte años de amor, desamor, idas y venidas se rompió el matrimonio. Pepe se había convertido en ese actor que todos los directores desean para interpretar los papeles más profundos. Almodóvar le tuvo en dos películas, siempre excepcional. En las series de televisión soberbio, especialmente en “Crematorio”. Estaba casado con la periodista Reyes Monforte. Desde su boda con ella Pepe había dejado de ser tan excesivo. Incluso en sus manifestaciones con la prensa, siempre imposible, siempre alzando la voz más de la cuenta, se había moderado. Enfrentamiento con Sancho Gracia en Barbarroja En la inauguración, en Barcelona, en el año 1979, de la discoteca “Barbarroja” Pepe Sancho protagonizó junto a quién había sido gran amigo y colega, Sancho Gracia, un desafortunado conato de enfrentamiento. Los dos actores eran amigos desde antes de comenzar el rodaje de “Curro Jiménez”, después del éxito de la serie hubo una serie de desavenencias que hizo que uno se apartara del otro, es más, que no desearan verse ni encontrarse en ningún sitio ni público, ni privado. El relaciones públicas de la sala, Paco Pamies, amigo de los dos actores, quería que, para esa noche importante en el Paral-lel de Barcelona, estuvieran los dos actores. Para evitar un escándalo puso en la sala VIP del primer piso a Sancho y en la de abajo a Pepe. La relación entre los dos actores no se restituyó hasta 4 años antes de que muriera Sancho Gracia. Tony Ronald, despedida en vida con María Teresa Campos
Tony, como es obvio, no se llamaba así, su nombre verdadero era Sigfried Andre Den Boer Kramer, nació en Holanda y murió habiendo cumplido 72 años. Aire fresco para el mundo del pop Cuando Tony se instaló en Barcelona el mundo de la música pop en este país estaba en las antípodas, él se encargó de darle un aire fresco al mundo de la música, primero actuando y creando sus propias canciones y luego, además de actuar, siendo uno de los productores más importantes de grupos musicales y de grandes cantantes como Dyango, Los Diablos o Los Amaya Su flequillo y “Help” Su flequillo, su larga melena, sus pantalones campana y su gran simpatía hicieron que sus composiciones fueran bailadas por todo el mundo que iba a la disco esperando novedades nacionales. Con “Help” y “Dejaré la llave en mi puerta” abrió un mundo divertido, ausente de aquel oscurantismo que existía antes de la muerte del dictador. Homenaje en el restaurante Danzarama Este domingo, cuando escribo esta crónica, en el restaurante Danzarama, ubicado en la Gran Vía de Les Corts Catalanes en Barcelona, tenían preparado un homenaje con la presencia del cantante y su familia y trescientas personas amigas que querían demostrarle su amistad y lo importante que ha sido para la música. Al morir Tony a las 15’15 horas de ayer domingo Jaume Albó, precursor de este homenaje y siempre atento a aliviar momentos difíciles de unos y otros, especialmente en el mundo del espectáculo, decidió que la cena-homenaje tuviera lugar exactamente como si Tony estuviera entre ellos pues me aseguró: “Tony hubiera deseado que así fuera”. Otro homenaje en la Sala Luz de Gas También para el próximo día 19 de este mes de marzo está previsto otro homenaje a Tony Ronald, nadie creía que Tony que el pasado domingo cantaba junto a María Teresa Campos su celebrado éxito “Help” ya no estaría entre nosotros. Despedida a lo grande para todos Mi deseo, es como una carta a los Reyes de Oriente, pero como no es tiempo de Reyes, es posible que nadie me haga caso. A los Gobiernos español, valenciano y catalán les pido para Pepe Sancho y Tony Ronald una gran fiesta de despedida. Nada de medallas, un reconocimiento público, con un entierro digno y con sendos honores para los que durante tantos años, y ahí quedan sus obras, nos seguirán acompañando para nuestro placer. Los dos lo merecen y si fueran franceses Hollande ya tendría organizado a todo su personal para despedir a los que han sido grandes en el mundo artístico y cultural. Me da la sensación de que a la gente que ha trabajado de una forma clara, trabajos que todos hemos celebrado, cuando se van los olvidamos, como si nada, como si fuera una exigencia que la gente que se dedica al arte no formara parte de un país. No, señores, no. Tony era un holandés que se crió en Barcelona, con lazos de unión estrechos en el mundo musical catalán, no sólo en el pop, en el de la rumba catalana, en todos. Además, Tony, siempre accesible para todos con una sonrisa en los labios, jamás tuvo un no para nadie. Me consta que Pepe ha sido un batallador en su trabajo, en su forma de ver la vida, fue generoso, aunque tuviera sus arranques de imperiosidad escondían un corazón noble, un poco duro, pero capaz de luchar por los más necesitados y los más débiles. Estamos ante dos casos de claros ejemplos de personas que la ciudadanía ha visto crecer, les ha tenido como suyos, les considera suyos, una pregunta ante esta realidad, ¿el gobierno debe seguir manteniéndose ciego como sucedió con María Asquerino?, por favorrrrrrrrrr. |
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