Operar con CFDs (o Contratos por Diferencia) se ha convertido en tendencia, ya que logra acercar al inversor muchas posibilidades a nivel particular. Se trata de un acuerdo a través del cual el inversor compra acciones bursátiles a través de una entidad. De esta forma está financiando la compra aportando una pequeña parte de la inversión total que se realiza.
Así el pequeño inversor puede beneficiarse de los resultados de las acciones sin necesidad de ser titular de ellas. Y al ser un producto apalancado, es posible operar con más de lo que se tiene y, aunque así también se puede perder más, podemos lograr generar más dinero del que se podría ganar con una inversión tradicional.
Las ventajas: mismo producto, posiciones cortas y apalancamiento Los Contratos por diferencia se han convertido en moda entre los inversores por sus ventajas. Y es que existen CFD de todo lo que existen acciones, así que lo mismo da operar con una u otra cosa (el precio es muy similar), y si el abanico de posibilidades es mayor, ¿por qué no elegir CFD?
Todo el que quiera saber qué son los cfds en bolsa ha de conocer que permiten posiciones cortas, mientras que es difícil operar con acciones en corto en España a través de un broker. Por ello la rentabilidad puede ser mayor aprovechando las fluctuaciones.
Además, al ser un derivado financiero, igual que los futuros, permite el apalancamiento. Esto quiere decir que con poco dinero es posible mover mucho, porque no es necesario aportar inicialmente todo el capital de inversión, y se puede ganar tanto dinero como lo invertido pero no necesariamente aportado.
Por contra, algunos valores no se encuentran en corto, y las comisiones pueden ser elevadas. Para ganar dinero con CFDs es muy importante estar al tanto de todas las novedades bursátiles, y contar con buena información y un asesoramiento adecuado. Son productos muy flexibles pero que exigen buena gestión.
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