Ha remarcado que si solo hubiera habido estudiantes, "la cosa se hubiera desarrollado de manera diferente", y ha asegurado que una botella lanzada por un radical hirió a una mujer.

Para el presidente valenciano, detrás de las “violentas manifestaciones” están “aquellos que durante ocho años han estado en el más absoluto de los silencios” y que “quieren testimoniar ahora lo que a ellos no les gusta” pero que no les dieron las urnas.

Ha apelado "al diálogo y a la responsabilidad" para evitar que se repita esta situación, "y que lo de hoy quede en una anécdota". También ha calificado a los protestas como "enemigos".

Los jóvenes valencianos se han convertido en el "enemigo" de su propio gobierno. Por tercer día consecutivo se suceden las protestas y los golpes.

La Policía cargó en varias ocasiones para dispersar a los estudiantes que protestan por las detenciones de jóvenes con motivo de movilizaciones anteriores convocadas contra los recortes en educación.

Las protestas de ayer comenzaron frente al IES Lluís Vives --en un acto que ha congregado a medio millar de personas--, y desde allí, unos 300 jóvenes han continuado la marcha por el barrio de Ruzafa, hasta la comisaría de Zapadores.