En consecuencia, tras la aprobación del Congreso y Senado de EEUU de una declaración preparada por el senador republicano Lindsey Graham y el democráta Robert Menéndez que señala con rotundidad que “si Israel se ve obligado a defenderse y emprender una acción (contra Irán), EEUU estará a su lado para apoyarlo de forma militar y diplomáticamente” y la firma de un acuerdo definitivo del G 5+1 con Irán sobre el contencioso nuclear iraní que no contaría con el visto bueno de Netanyahu , asistiremos al aumento de la presión del lobby pro-israelí de EEUU ( AIPAC) para proceder a la desestabilización de Siria e Irán por métodos expeditivos, no siendo descartable que Obama, (tras la pérdida del control del Senado en las pasadas e lecciones de medio término y en la recta final de su mandato Presidencial), acepte el pulso del lobby judío y adopte una suicida conducta transgresora que podría reconsiderar el tradicional veto de EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU ante propuestas “nocivas para el Estado israelí”.