| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
Lo grave, lo que nos impide carcajearnos de la falta de madurez y escasos conocimientos de nuestros ministros, es que estos señores acumulan un poder extraordinario y que, cuando ponen en marcha alguna de estas ideas absurdas, consiguen que sean aprobadas por la mayoría de izquierdas de la que gozan en Parlamento y Senado.
El buen comportamiento es algo exigido a todos los ciudadanos y también a los alumnos y es algo obligatorio, por tanto, no es opcional. Los profesores son autoridad pública y se entiende que lo sean, por numerosas razones que son fácilmente entendibles. Vivimos en una época en que se ha perdido, en parte, el principio de respeto. Y esto se nota en la sociedad y lo reconocen los expertos en estas cuestiones.
|