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Pienso que sí y no solamente se puede hacer con cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. En este país el caso de los abandonos de animales es grande, según los datos de las perreras. Los toros y galgos también las pasan. Y sin embargo, encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.
Los regalos no suelen encontrarse, más bien se van mereciendo. Padres ilusionados en dar lo mejor de sí mismos, se embarcan, camino de misteriosa esperanza, en busca de aquel don, regalo y compromiso vital. La espera se alarga… los nervios aparecen… el miedo a lo desconocido aterra… Las manos se entrecruzan… Se abre una pequeña puerta… ¡¡Padres de…!!... Lágrimas… miradas… abrazos… ¡¡nuestra niña!!
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