| ||||||||||||||||||||||
Juan de Dios Ramírez Heredia
Nació en Puerto Real (Cádiz) en 1942, donde vivió hasta los 22 años, fecha en que se trasladó a Barcelona. Es periodista (RTVE) y abogado en ejercicio, y ha sido Diputado durante 23 años continuados. Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz. Es miembro de la Orden al Mérito Constitucional y presidente de la Unión Romaní Española. |
![]() |
Mediante estas líneas quiero reclamar tu atención a propósito de la dramática situación por la que están atravesando buena parte de nuestros hermanos Rromá (gitanos) en Ucrania. Quiero suponer que, por razones de cercanía y vecindad, desde tu país, tendrás un conocimiento suficientemente claro del sufrimiento y la persecución a que están siendo sometidos, por unos y otros, los casi 400.000 gitanos y gitanas que pueblan el país.
Leo con verdadera consternación noticias que te hielan la sangre. En algunos casos, los gitanos y las gitanas son agredidos físicamente en los pasos fronterizos y en los procesos para el refugio. Una mujer romaní que había llegado a Moldavia dijo que ella y su familia habían pasado cuatro días esperando en la frontera sin comida ni agua, y que después de encontrar un refugio fueron expulsados por los propios guardias ucranianos.
Empezando por lo accidental y terminando por lo trascendente, soy europeo, español, andaluz, de Puerto Real, cristiano, socialista y gitano. Las seis primeras cualidades de mi existencia son accidentales. Todas pueden cambiarse justificadamente. Sin embargo, lo que permanece inalterable, lo que ni siquiera yo mismo podría cambiar porque forma parte de mi ente personal e intransferible es mi condición de gitano.
Viktor Chovka es un periodista de la cadena de radio y televisión “TV21 Ungar en Uzhhorod, Ucrania,” quien ha confirmado, en una entrevista que le han hecho en Radio Romanó de Suecia, que los gitanos enrolados en el ejército ucraniano están luchando contra los ocupantes rusos. Él mismo manifestó que acababa de regresar de Inglaterra para unirse a su familia.
Eslovaquia es un pequeño país de 49.000 km. cuadrados, es decir, la mitad de la superficie que tiene Castilla y León. Su población no alcanza los cinco millones y medio de habitantes, y su accidentada historia es un ejemplo de la firmeza con que sus naturales han querido ser siempre lo que son.
Estoy maldiciendo al año 2021 que por fin desaparece y lo hago en kaló, el lenguaje que hablan los gitanos y las gitanas españoles, y que es la forma de hablar que yo aprendí en mi casa de Puerto Real desde que tengo uso de razón. Y ruego a los jóvenes gitanos que están haciendo un gran esfuerzo por recuperar nuestro viejo idioma que no se enfaden conmigo por usar la forma tradicional con que nuestros padres han hablado durante muchísimos años.
6 de diciembre, fecha en la que hace 43 años el pueblo español se dio a asimismo el texto normativo más importante de su historia. Estoy triste porque me gustaría estar en Madrid, en el Congreso de los Diputados, para celebrar con mis compañeros de entonces tan gloriosa efemérides. Pero no, estoy en Barcelona tratando de digerir la rabia y la pena que me causa la decisión de la mesa del Congreso de no invitar a los parlamentarios constituyentes al encuentro.
Sé muy bien que este titular puede causar una cierta repulsa porque puede parecer sensacionalista. Y tal vez lo sea, pero créanme, no encuentro mejor manera para denunciar este dramático suceso. La gitanita, ¡ocho años, no se olvide!, estuvo agonizando durante más de 20 minutos porque la pesada puerta metálica le aplastó la columna vertebral. Murió de asfixia y hemorragia interna. Hasta aquí la noticia.
Se celebra el aniversario del reconocimiento por parte de la UNESCO del “Flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad” y es obligado que plasme en un par de folios lo que ese hecho me inspira. Intencionadamente he titulado este comentario atribuyéndole a Barcelona el papel indiscutible que le corresponde como plataforma de lanzamiento y divulgación de este arte tan singular.
Últimamente se están produciendo en nuestro país reclusiones en centros de acogida de niños y niñas gitanos ordenados por las autoridades del lugar. Yo mismo he tenido que intervenir ante los responsables de alguna Dirección General de la Infancia para reclamar la entrega de sus hijos a padres desconsolados que han visto como la policía, cumpliendo órdenes de funcionarios con alma de piedra, han cogido a los niños y se los han llevado a alguna institución de acogida.
El 26 de mayo de 2009 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó al Gobierno español a pagar a María Luisa, “La Nena”, la pensión de viudedad que le correspondía y que la Seguridad Social le negaba porque, según ellos, la “boda gitana” no es un verdadero matrimonio. Ese juicio lo ganamos a pesar de que los tribunales españoles se empeñaron en darle la razón al Gobierno de España.
Casi todo el mundo está dispuesto a aceptar que los gitanos podíamos haber abandonado la India en torno al año 1000 y que bajo el imperio de Mahmud de Ganzi, nuestros antepasados se desplazaron desde la India a Pakistán, Irán, Afganistán y Turquía. De ahí cruzaron hacia los Balcanes en el siglo XIV, llegando a Rumanía, Serbia y Bulgaria. De Grecia todo el mundo tiene constancia escrita de nuestra presencia en el año 1302.
|