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Los virus, en biología, se definen como microorganismos o agentes infecciosos acelulares que requieren de células de otros organismos para multiplicarse, al estar únicamente formados por material genético protegido por una envoltura proteica. Su existencia y multiplicación se basa en introducirse en células sanas donde su material genético será replicado y traducido a proteínas, que se irán ensamblando dentro de la célula formando nuevos virus, siempre utilizando la maquinaria celular de su huésped para todos estos procesos. La cantidad de virus en el interior celular llega a ser tan grande que las células revientan (proceso denominado como lisis celular) y los virus se dispersan en busca de nuevas células que infectar.
Por lo tanto, si una célula es atacada por un virus y no es capaz de destruirlo antes de que comience a replicarse y formar más y más virus, morirá irremediablemente.
Una proteína capaz de destruir al virus, pero sin dañar a orgánulos celulares, ha sido descrita en la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), pudiendo ser utilizada en la lucha contra enfermedades víricas humanas de elevada importancia. A esta proteína, con forma de L, se le ha denominado con el nombre de “Dicer” y actúa como un machete que corta el material genético del virus mientras lo va enrollando a su alrededor.
Pero no todo es tan sencillo, ¿por qué esta proteína es capaz de destruir el material genético del virus y no destruye el propio de su célula madre? Esta pregunta ha sido respondida gracias a años de investigación dentro del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Utah.
Para ello, estos investigadores han utilizado la novedosa técnica de microscopía crioelectrónica, tecnología ganadora del Premio Nobel de Química en el año 2017, basada en la observación de muestras por microscopía electrónica, sometidas a temperaturas cercanas a -190ºC. De esta forma, pueden observarse proteínas u otras moléculas en el estado en el que se encuentran realmente en el interior celular.
Su investigación se ha basado en observar a la proteína Dicer cuando está en funcionamiento, rompiendo el material genético viral. Así, encontraron un dominio helicasa (enzima de duplicación genética) dentro de la proteína, el cual reconoce el material genético del virus, lo desenrolla y lo atrapa hasta que es destruido por el resto de la proteína.
“La ciencia que no es divulgada hacia la sociedad es como si no existiera”
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FUENTE:
http://science.sciencemag.org/content/early/2017/12/20/science.aaq0921
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