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Microcréditos y salud

José Luís Carrasco
Redacción
viernes, 19 de agosto de 2005, 22:30 h (CET)
Uno de los trabajos que desempeño como voluntario es la organización, en colaboración con otro voluntario, de un grupo de microcréditos dirigidos a mujeres. Es un grupo de 6 mujeres, se hace un préstamo de 1.000.000 de meticaes a dos de ellas, invierten el dinero en un negocio como puede ser venta de peces, fabricación y comercialización de pan, etc. y al cabo de los dos meses tienen obligación de devolver el dinero y pasa a otras dos mujeres y así sucesivamente.

Cada jueves tenemos una reunion que debería empezar a las 2 de la tarde, aunque con el tiempo africano como pronto pueden ser las 3 de la tarde cuando realmente empezamos. En estas reuniones tratamos en primer término sobre cómo van sus negocios y posteriormente damos seminarios sobre enfermedades como malaria o SIDA, y enseñamos inglés.

El otro día hablamos de unos trabajadores de la localidad que recibieron paga y las mujeres de la reunión dijeron que lo que iban a hacer es gastarse el dinero en cervezas u otras clases de alcohol y en “namoradas” (en portugués, novias), esto es parte de la realidad mozambicana, aquí la mayor preocupación de los hombres es el sexo y el alcohol.

En la zona, hay mujeres que cambian sexo por dinero y puede oscilar de 1.000,00 mts a 10.000,00 mts, al cambio 1 € viene a ser 29.000,00 mts. Podemos pensar que aquí sea mucho dinero, pero no lo es tampoco para que puedan tener una idea apoximada con ese dinero puede uno comprar un coco o unas bananas, poco más, la leche ya cuesta unos 40.000,00 mts y un bollo de pan 1.000,00 mts.

Esto es una parte de la realidad, después tenemos las consecuencias, en términos de salud, de este compartamineto. El que haya mucha promiscuidad y el no uso de los medios de protección adecuados, como son preservativos, hace que el contagio de enfermedades de transmission sexual sea alto, entre ellos podemos encontrar el SIDA. Esta enfermedad según datos de octubre de 2004 tiene un número de infectados reconocidos en Mozambique de 1,3 millones y la población total de Mozambique está por encima de los 18 millones de habitantes, es un 7.2% de la población, aunque hay muchas personas infectadas de las que no se conoce su situación.

En nuestro grupo de mujeres 3 de ellas tienen el VIH, aún no tienen el síndrome, los consejos que se le dieron es que fueran a un centro de atención y consulta en la capital de la provincia (nosotros costearíamos los costes) y hablar con las personas que tuvieron relaciones sexuales con ellas para que se hiciesen el test y poder prevenir más la propagación de la enfermedad. Ellas no quieren, es un problema social, las personas que tienen el virus quedan marcadas socialmente. Pregunté a mis alumnos ¿qué piensan de la vida de las personas con VIH– SIDA? Las respuestas fueron que la enfermedad no tiene cura y es mortal, que pierden peso y que no pueden desarrollar una vida normal.

El tener la enfermedad lleva a cierta marginación social y esto hace que no se diga en voz alta y que no se quiera ir a los centros de ayuda “por si alguien me ve”.

Las mujeres asisten a nuestros seminarios y tienen interés en aprender inglés, tratar enfermedades como la gonorrea, diabetes... También tienen interés en hacer un poco de pequeño comercio, pero tienen miedo de ser marcadas socialmente y hace que no den un paso para tratar la enfermedad.

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José Luís Carrasco es trabajador voluntario en Mozambique.

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