Es conocida la historia que acabó con la destitución por mal desempeño de sus funciones del cura Fernando Lugo. Luego de una criminal negligencia, una veintena de muertos quedaron en las tierras malhabidas de un personero de la dictadura de Stroessner, al cual Lugo y los suyos defendieron con las fuerzas públicas que tenían bajo su mando.

En los días que siguieron, Lugo nombró ministro del interior a un cuestionado represor vinculado a la embajada norteamericana, intentando apaciguar a la ultraderecha.  Un conocido columnista del diario “golpista” ABC color fue ubicado por indicación de Lugo como líder del Frente Guasu.  Finalmente, como ambas estrategias no surtieron el efecto esperado, el ultimo acto de Lugo como presidente fue visitar la embajada norteamericana, con el inocultable propósito de solicitar clemencia al embajador ante su inminente destitución.

Sabiéndose perdido, indicó a sus ministros realizar balances de sus respectivas secretarias y con el gesto de cobardía e irresponsabilidad que todos los que lo conocían esperaban, se mandó mudar sonriente y sin que nadie lo empuje.

Sin embargo, tanto Lugo como los seguidores que le quedan se llenan hablando la boca de “resistencia”. ¿Resistencia a qué?, se han preguntado varios observadores en las redes sociales.

Para los insurgentes del EPP, Fernando Lugo no tiene autoridad moral para hablar de resistencia.”A los epepistas nos causa gracia que la gelatina luguista hable de resistencia”, dicen.  Sobre las denuncias de Lugo, las consideran una confesión de haber sido socios de fascistas y golpistas: “Ya lo hemos dicho y lo repetimos. La Bestia y sus secuaces, cuando hablan de los fascistas, no hacen otra cosa que desenmascararse ellos mismos como socios, cómplices, alcahuetes, admiradores y hurreros de fascistas”

Los miembros del EPP afirman sobre Lugo y los suyos, a través de las redes sociales, que “Lo que hicieron fue arrodillarse artera e indignamente ante la voluntad de sus socios fascistas, de los hijos de los legionarios, de los reconocidos a los intereses del pueblo y de la Patria”.

Cita como ejemplo de la traición  que “En los días de la entrega, asegurar la represión a la resistencia que se pudiera hacer de manera espontánea a sus socios fascistas, el jefe de los alcahuetes de fascistas, Fernando Lugo, nombró como Ministro del Interior a Rubén Candia Amarilla. Este transmitió la orden que lugo le dio; que ordene a los demás Ministros que vayan a hacer cortes administrativos y entreguen sus ministerios. La traición de Lugo y los luguistas al pueblo fue total. La claudicación, absoluta”.

Citan que ahora un ex luguista  afirma que el Paraguay debe ceder el Chaco a los norteamericanos. Propone que "nos casemos con los norteamericanos ".

Sobre la prensa que defiende a la oligarquía y a la partidocracia corrupta, señalan:

“Los elementos de la prensa burguesa a lo mejor serían buenos periodistas sí no tuviesen esa chifladura de creerse ellos mismos unos burgueses. Casi todos sufren de una intoxicación mental que parece ser incurable. Sus patrones burgueses han lavado sus cerebros y los han convertido en automátas obedientes a sus deseos”.
Según los insurgentes, la continuada ingestión de los prejuicios de clase burgueses han hecho que se transformen en reptiles. Consideran que sus ataques al EPP son injustificados, dado que el EPP no les ha hecho nada.

La explicación a los ataques que reciben, dicen, está en que estos exponentes de la prensa burguesa “Han vendido sus almas al capital por unos pocos guaraníes. Esa es la explicación. Se sienten agraviados por el EPP en nombre de sus amados burgueses. Los periodistas de los burgueses buscan sembrar en la cabeza de los pobres el amor hacia sus verdugos políticos, económicos y sociales. El EPP los desenmascara como agentes de la oligarquía y de sus políticos. Y eso los hacen enojar”.

“Se ponen rabiosos contra el EPP, vómitán veneno, escupen, zapatean, se tiran de los pelos por el hecho innegable, y que jamás negaremos,de que somos enemigos irreconciliables de sus amos. Somos enemigos de los Zucolillo, los Vierci,los Wasmosy,Debernardi y cia.

Somos enemigos de los politiqueros burgueses, de los Franco,de los Cartes, de Lino Oviedo y sus secuaces, de Lugo y de su seudoizquierda. Somos sus enemigos,lo confesamos” dicen altivos.

Afirman que aunque la prensa burguesa los satanice, seguirán “defendiendo la causa de los pobres, de los olvidados mientras en nuestras venas siga corriendo la misma sangre de Francia y de los López”.

Los miembros del EPP también afirman a través de las redes sociales que la verdadera persecución la sufren ellos, dado que sus militantes son detenidos de manera ilegal, torturados, y ejecutados irregularmente, en tanto Lugo y sus seguidores denuncian como “persecución” el haber perdido sus sueldos millonarios. En realidad, se retiraron sin oponer resistencia, abandonando la propia dignidad,  armas y pertrechos al enemigo a cambio de salir ilesos.

Y como afirmara Napoleón Bonaparte, abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse del él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado.