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Tiempos de mejorar como personas

Cuando muestro mi perplejidad o mi desazón ante actitudes y conductas habituales de la gente que me rodea, se me contesta con la frase: estos son otros tiempos, que al parecer todo lo justifica
Francisco Rodríguez
viernes, 7 de septiembre de 2012, 07:15 h (CET)
Todos los tiempos fueron “otros” respecto a los anteriores y a los siguientes. Jorge Manrique dejó escrito en el siglo XV que a nuestro parecer cualquier tiempo pasado fue mejor,  pero desde hace bastante tiempo lo que se trata de inculcar es que cualquier tiempo pasado fue peor, todo oscuridad, represión, tristeza y hambre hasta que con la transición y la democracia en España vuelve a amanecer.

He vivido aquellos tiempos y éstos, y no creo que todo lo pasado fuera malo y todo lo presente sea bueno. La bondad de nuestro presente no parece nada sólida. El estado-providencia, el estado del bienestar, se nos está cayendo a pedazos. Pienso que nuestro futuro será muy distinto de nuestro presente y que debemos ponernos a pensar en el futuro que deseamos.

En La Verbena de la Paloma se cantaba aquello de “hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”. Todos nos alegramos de los adelantos de  la ciencias y la técnica que nos han facilitado muchas cosas en nuestra vida diaria, pero los electrodomésticos, los medios de transporte, los ordenadores y los mil y un cacharros electrónicos que utilizamos no nos hacen mejores personas.

Los tiempos serán mejores si cada uno de nosotros somos capaces de desplegar al máximo nuestros talentos, nuestras capacidades, pero ello requiere esfuerzo, educación de la voluntad, dominio de sí mismo, búsqueda constante de todo lo que sea bello, bueno y verdadero.

No me parece que estos últimos tiempos se caractericen por haber impulsado a las nuevas generaciones hacia la responsabilidad, la excelencia, el esfuerzo sostenido. Por el contrario, los valores que se han inculcado, y que no son tales, son el hedonismo, que busca disfrutar de todo con el mínimo esfuerzo,  el consumismo, que nos dice que necesitas de todo para ser algo,  el relativismo, que nos exime de buscar la verdad  y una hiperinflación de nuevos derechos, inspirados en la ideología de género y el feminismo, que nos están despojando de nuestra propia identidad como personas.

Hemos sido ampliamente manipulados y engañados. La asignatura de Educación para la Ciudadanía ha sido un intento de ingeniería social para manipular a las nuevas generaciones para que ejerzan una sexualidad sin responsabilidad, una tolerancia en la que nada es bueno ni malo, una defensa del planeta del calentamiento o de la superpoblación, que justifica el aborto y después la eutanasia y sobre todo a estigmatizar y anular la presencia de la religión.

Los tiempos que empiezan hoy mismo serán también otros tiempos. ¿Cómo queremos que sean?  Serán mejores si nos decidimos a mejorarnos a nosotros mismos y serán peores si seguimos dejándonos manipular, si seguimos reclamando derechos sin asumir deberes, si esperamos pasivamente que el estado, Europa, la ONU o algún líder carismático vaya a salvarnos. La única salvación posible es la que nos ofrece Dios en Jesús: buscad el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura.

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