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Francia, con todo su chauvinismo y todos sus defectos, demuestra día a día que es un claro ejemplo a seguir

Un ejemplo a tomar en cuenta

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Ya sé que los franceses caen mal a mucha gente en España, y que a todo lo que está mal hecho o es pobre se le dice en nuestros ámbitos que está “hecho a la francesa”; pero más allá de esos tópicos propios de etapas pasadas de la Historia que no se corresponden con ni con la realidad ni con el presente, no cabe la menor duda de que son un buen ejemplo a seguir. Cuenta con nuestro disfavor general la cosa de los mueñecos ésos de la tele, el que se crean “le plus grande du monde” y todas esas sus grandezas que a nuestros ojos son delirantes; pero, me pregunto, ¿no será por una insana envidia?...

Los franceses están tan seguros de sí mismos que no tienen miedo de ser franceses, por ejemplo, ni de usar su bandera tanto para los partidos de fútbol como para ser usada con un profundo sentimiento de sociedad (patriotismo), a pesar de ser una comunidad identitaria multirracial y multicultural no tiene ningún empacho en usar a sus Fuerzas del Orden para parar los pies a los separatistas y hasta tienen carácter suficiente como para proveerse de armas nucleares en un mundo en el que sólo se respeta la independencia y la soberanía de quien tiene fuerza suficiente como para que no se le suban a las barbas otras potencias. Ítem mas, tampoco le tiembla el pulso para llevar a los tribunales y hasta encarcelar a funcionarios, banqueros, financieros e incluso expresidentes de la república que son sospechosos de corrupción o que se les ha ido la mano en el trinque. Sarcoçy en estos días, es un buen ejemplo, como en un pasado reciente lo fueron otros expresidentes y banqueros. Todo un ejemplo a seguir, porque que el nacionalismo fumbolero de chirindanga español se mueve entre las moscas, los frikis, la pandereta y las castañuelas. Y lo que es más, ¡hasta los partidos españoles tienen en sus listas y ocupando cargos de mucha relevancia a los pocos –aunque debieran ser todos- procesados por chorizos pendientes de juicio que han sido pillados con las manos en la masa! ¿Cómo se va a poner sobre el tapete en país semejante lo ocurrido con Bankia, o con los Fondos de Reptiles, o con la Banca, o con las licitaciones públicas, o con las autopistas o con…, hasta un etcétera infinito?...

En realidad, no es sólo un ejemplo Francia, sino que también son un excelente parangón a ser tomados en cuenta, en este mismo sentido, Gran Bretaña y Alemania, a quienes tampoco les tiemblan las manos para lo mismo que a Francia. Los demás países que conforman Europa y la UE, muy especialmente los mediterráneos y muy en particular España, son los últimos orejones del tarro, entre otras cosas porque el nacionalismo o el patriotismo para sus poderes es trincar con impunidad total de por vida –la corrupción es mucho más que un hábito: es Institución que ya demanda un Ministerio-, y para los ciudadanos vestirse ridículamente cuando llega la hora de que la selección nacional de fumbo dé patadas a todas las pelotas. Cosa que les viene muy bien a quienes sí tienen identidad propia y están dispuestos a defenderla a cualquier precio, como Alemania, Gran Bretaña o Francia, porque pueden servirse de nosotros cómo y cuándo les dé la gana.

No es infrecuente que Francia –y los otros países que he mencionado- nos den algunas lecciones prácticas de purismo, no sólo forzando la dimisión de cualquier cargo, aunque sea ministro o presidente de lo que sea, por lo que aquí sería motivo de aplauso y encomio (además de cerrar filas los talibanes de su partido), sino que son capaces de llevar ante los tribunales a sus chorizos –aquí les premiamos con indemnizaciones y jubilaciones multimillonarias- y hasta de allanar por la policía los domicilios y despachos de los expresidentes buscando pruebas de corrupción… ¡por 150000 eurillos de nada!, entretanto aquí desaparecen cientos de miles de millones, billones incluso, y lo más que hacen los políticos, jueces y policías, es esconderlo lo más y mejor que pueden, y suma y sigue. Así, ¿a quién le extraña que tengamos colonias en nuestro territorio nacional como si fuéramos un país del Tercer Mundo, si es realidad somos un país del Tercer Mundo, toda una monarquía bananera?... ¡Hasta los miembros de la Casa Real y los partidos mayoritarios se han dado al desaforado trinque generalizado en plan barra libre! Al reparto, que no es cosa de mancos, en fin.

Nos molestará la arrogancia de franceses, británicos y alemanes, y nos resultará insultante su prepotencia que no es sino potencia a secas, pero porque sabemos de antemano de que somos muy inferiores, que carecemos de identidad nacional y que sólo nos preocupa que la Roja gane, entretanto nuestros propios dirigentes nos roban lo que es nuestro, han convertido al país en una enorme casa de putas, plumíferos y limpiabotas, y hasta hablan de España como una “Marca” sin que se les caigan los rostros-Portland de vergüenza, como si fuéramos una especie de merchandising rojigualda de mucho cachondeo, toritos de plástico enfieltrado, souvenirs veraniegos, meublés fronterizos (y casinos que transgreden leyes por voluntad de las repugnantes “autoridades” que nos merecemos) y bebidas refrescantes de playa y chulos peludos. ¡Claro que nos molesta!, ¿cómo, por el amor de Dios, no habían de molestarnos que nos demuestren tan gráficamente nuestra idiotez profunda?...

Otro gallo nos cantara si en vez de votar a frikis y chorizos –están por todas partes, convirtiendo a este país en una ridícula caricatura de sí mismo- lo hiciéramos a gente honesta, ninguna de los cuales se encuentran entre la clase ésa llamada política. Pero hay lo que hay: corruptos irrecuperables por doquier, tramposos, ricos que eluden a hacienda mientras fuerzan a los más pobres a pagar los hurtos y saqueos de los poderosos y los políticos y sus testaferros, sinvergüenzas oportunistas que no sólo han saqueado España sino que la han convertido en este inmenso meublé, servidores de intereses ajenos que han liquidado el tejido industrial español y que están entregando todos los bienes públicos a las potencias económicas extranjeras, delincuentes de guante blanco, frikis ridículos en todos los ámbitos como modelos, y un pueblo convertido, gracias a todos estos maulas que no merecen mejor suerte que un penal, en una legión de desempleados, putas, limpiabotas y camareros.

No vendría nada mal, así las cosas, poner a cada quien en su sitio, comenzando por toda esta legión de sinvergüenzas que han ganado las elecciones en base a mentiras puras y crudas, en lo que no puede ser considerado como una estafa nacional. Será legal que estén en el poder, pero son ilegítimamente gobernantes, pues que se sirvieron del engaño para estafarnos a todos y cada uno de los ciudadanos. Habría que repensar España, y tal vez aproximarla a lo que esas potencias tan antipáticas para nosotros son, poniendo a la sombra a tanto chorizo ibérico como como nos saquea, y hacerlo sin que nos tiemble la mano, como sin que nos tiemble la mano deberíamos tirar para delante con banqueros, políticos, financieros, oportunistas, SICAVs y sus propietarios, y comenzar a plantearnos si incluso deberíamos desarrollar nuestro propio potencial nuclear –lo que es igual no es trampa-, y sentar las bases de un nacionalismo que realmente sea identitariamente español, mandando las autonomías al cajón del olvido y comprendiendo que podemos ser una nación multirracial –pocas como la nuestra por nuestra Historia- y multicultural con la cobertura de una sola bandera. Así, tal vez, incluso que la gente usara la bandera nacional para animar un partido de la selección no sería un insulto, ni este país sería más ninguna Marca de tanto chorizo y delincuente de mucho poder, que tanto nos están haciendo parecer a un cortijo.

Un ejemplo a tomar en cuenta

Francia, con todo su chauvinismo y todos sus defectos, demuestra día a día que es un claro ejemplo a seguir
Ángel Ruiz Cediel
miércoles, 4 de julio de 2012, 18:00 h (CET)
Ya sé que los franceses caen mal a mucha gente en España, y que a todo lo que está mal hecho o es pobre se le dice en nuestros ámbitos que está “hecho a la francesa”; pero más allá de esos tópicos propios de etapas pasadas de la Historia que no se corresponden con ni con la realidad ni con el presente, no cabe la menor duda de que son un buen ejemplo a seguir. Cuenta con nuestro disfavor general la cosa de los mueñecos ésos de la tele, el que se crean “le plus grande du monde” y todas esas sus grandezas que a nuestros ojos son delirantes; pero, me pregunto, ¿no será por una insana envidia?...

Los franceses están tan seguros de sí mismos que no tienen miedo de ser franceses, por ejemplo, ni de usar su bandera tanto para los partidos de fútbol como para ser usada con un profundo sentimiento de sociedad (patriotismo), a pesar de ser una comunidad identitaria multirracial y multicultural no tiene ningún empacho en usar a sus Fuerzas del Orden para parar los pies a los separatistas y hasta tienen carácter suficiente como para proveerse de armas nucleares en un mundo en el que sólo se respeta la independencia y la soberanía de quien tiene fuerza suficiente como para que no se le suban a las barbas otras potencias. Ítem mas, tampoco le tiembla el pulso para llevar a los tribunales y hasta encarcelar a funcionarios, banqueros, financieros e incluso expresidentes de la república que son sospechosos de corrupción o que se les ha ido la mano en el trinque. Sarcoçy en estos días, es un buen ejemplo, como en un pasado reciente lo fueron otros expresidentes y banqueros. Todo un ejemplo a seguir, porque que el nacionalismo fumbolero de chirindanga español se mueve entre las moscas, los frikis, la pandereta y las castañuelas. Y lo que es más, ¡hasta los partidos españoles tienen en sus listas y ocupando cargos de mucha relevancia a los pocos –aunque debieran ser todos- procesados por chorizos pendientes de juicio que han sido pillados con las manos en la masa! ¿Cómo se va a poner sobre el tapete en país semejante lo ocurrido con Bankia, o con los Fondos de Reptiles, o con la Banca, o con las licitaciones públicas, o con las autopistas o con…, hasta un etcétera infinito?...

En realidad, no es sólo un ejemplo Francia, sino que también son un excelente parangón a ser tomados en cuenta, en este mismo sentido, Gran Bretaña y Alemania, a quienes tampoco les tiemblan las manos para lo mismo que a Francia. Los demás países que conforman Europa y la UE, muy especialmente los mediterráneos y muy en particular España, son los últimos orejones del tarro, entre otras cosas porque el nacionalismo o el patriotismo para sus poderes es trincar con impunidad total de por vida –la corrupción es mucho más que un hábito: es Institución que ya demanda un Ministerio-, y para los ciudadanos vestirse ridículamente cuando llega la hora de que la selección nacional de fumbo dé patadas a todas las pelotas. Cosa que les viene muy bien a quienes sí tienen identidad propia y están dispuestos a defenderla a cualquier precio, como Alemania, Gran Bretaña o Francia, porque pueden servirse de nosotros cómo y cuándo les dé la gana.

No es infrecuente que Francia –y los otros países que he mencionado- nos den algunas lecciones prácticas de purismo, no sólo forzando la dimisión de cualquier cargo, aunque sea ministro o presidente de lo que sea, por lo que aquí sería motivo de aplauso y encomio (además de cerrar filas los talibanes de su partido), sino que son capaces de llevar ante los tribunales a sus chorizos –aquí les premiamos con indemnizaciones y jubilaciones multimillonarias- y hasta de allanar por la policía los domicilios y despachos de los expresidentes buscando pruebas de corrupción… ¡por 150000 eurillos de nada!, entretanto aquí desaparecen cientos de miles de millones, billones incluso, y lo más que hacen los políticos, jueces y policías, es esconderlo lo más y mejor que pueden, y suma y sigue. Así, ¿a quién le extraña que tengamos colonias en nuestro territorio nacional como si fuéramos un país del Tercer Mundo, si es realidad somos un país del Tercer Mundo, toda una monarquía bananera?... ¡Hasta los miembros de la Casa Real y los partidos mayoritarios se han dado al desaforado trinque generalizado en plan barra libre! Al reparto, que no es cosa de mancos, en fin.

Nos molestará la arrogancia de franceses, británicos y alemanes, y nos resultará insultante su prepotencia que no es sino potencia a secas, pero porque sabemos de antemano de que somos muy inferiores, que carecemos de identidad nacional y que sólo nos preocupa que la Roja gane, entretanto nuestros propios dirigentes nos roban lo que es nuestro, han convertido al país en una enorme casa de putas, plumíferos y limpiabotas, y hasta hablan de España como una “Marca” sin que se les caigan los rostros-Portland de vergüenza, como si fuéramos una especie de merchandising rojigualda de mucho cachondeo, toritos de plástico enfieltrado, souvenirs veraniegos, meublés fronterizos (y casinos que transgreden leyes por voluntad de las repugnantes “autoridades” que nos merecemos) y bebidas refrescantes de playa y chulos peludos. ¡Claro que nos molesta!, ¿cómo, por el amor de Dios, no habían de molestarnos que nos demuestren tan gráficamente nuestra idiotez profunda?...

Otro gallo nos cantara si en vez de votar a frikis y chorizos –están por todas partes, convirtiendo a este país en una ridícula caricatura de sí mismo- lo hiciéramos a gente honesta, ninguna de los cuales se encuentran entre la clase ésa llamada política. Pero hay lo que hay: corruptos irrecuperables por doquier, tramposos, ricos que eluden a hacienda mientras fuerzan a los más pobres a pagar los hurtos y saqueos de los poderosos y los políticos y sus testaferros, sinvergüenzas oportunistas que no sólo han saqueado España sino que la han convertido en este inmenso meublé, servidores de intereses ajenos que han liquidado el tejido industrial español y que están entregando todos los bienes públicos a las potencias económicas extranjeras, delincuentes de guante blanco, frikis ridículos en todos los ámbitos como modelos, y un pueblo convertido, gracias a todos estos maulas que no merecen mejor suerte que un penal, en una legión de desempleados, putas, limpiabotas y camareros.

No vendría nada mal, así las cosas, poner a cada quien en su sitio, comenzando por toda esta legión de sinvergüenzas que han ganado las elecciones en base a mentiras puras y crudas, en lo que no puede ser considerado como una estafa nacional. Será legal que estén en el poder, pero son ilegítimamente gobernantes, pues que se sirvieron del engaño para estafarnos a todos y cada uno de los ciudadanos. Habría que repensar España, y tal vez aproximarla a lo que esas potencias tan antipáticas para nosotros son, poniendo a la sombra a tanto chorizo ibérico como como nos saquea, y hacerlo sin que nos tiemble la mano, como sin que nos tiemble la mano deberíamos tirar para delante con banqueros, políticos, financieros, oportunistas, SICAVs y sus propietarios, y comenzar a plantearnos si incluso deberíamos desarrollar nuestro propio potencial nuclear –lo que es igual no es trampa-, y sentar las bases de un nacionalismo que realmente sea identitariamente español, mandando las autonomías al cajón del olvido y comprendiendo que podemos ser una nación multirracial –pocas como la nuestra por nuestra Historia- y multicultural con la cobertura de una sola bandera. Así, tal vez, incluso que la gente usara la bandera nacional para animar un partido de la selección no sería un insulto, ni este país sería más ninguna Marca de tanto chorizo y delincuente de mucho poder, que tanto nos están haciendo parecer a un cortijo.

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