Cuando ya todos daban por cerrado el caso de los hijos no reconocidos por el cura papá Fernando Lugo, un cuarto caso vino a echar por tierra las pretensiones de quienes buscan minimizar el bochorno global del falso teólogo de la liberación.
Al parecer cansado de los pleitos y los escándalos, Lugo aprendió la lección que le dio Hortensia Morán y reconocerá a otro de los hijos que ocultó a la iglesia católica y a la opinión pública de Paraguay.
Se trata del que engendró a través de Narcisa DelaCruz, oriunda de San Pedro. El niño tiene 10 años, es decir, nacio cuando Lugo era el respetado “obispo de los pobres” de esos marginados parajes del Paraguay, donde llevaba un doble vida como referente moral y al mismo tiempo playboy.
Aunque se trata del segundo de los hijos que reconoce, es un secreto a voces que son muchos más. Entre ellos se encuentra incluso la ex pareja del líder guerrillero Juan Arrom, Fátima Rojas.
El primero de los hijos que reconoció, luego de ser puesto entre la espada y la pared por un escándalo mediático sin precedentes en la historia del Paraguay, fue el de Viviana Carrillo, con quien inició su relación siendo ella menor de edad, según decía la demanda que se presentó ante los estrados judiciales para obtener el “valiente” reconocimiento.
Posteriormente salió a luz el caso de Benigna Leguizamón, una humilde limpiadora del obispado de San Pedro, quien incluso acusó a Lugo de “desgraciado” y de haber abusado de ella aprovechando la relación de dependencia laboral que existía entre ambos.
Pero si hubo un caso con el cual el escándalo alcanzó niveles inverosímiles fue con la aparición en escena de Hortensia Morán, quien incluso logró una orden judicial para que el cura papá fuera sometido a un análisis de ADN ante las cámaras de todos los medios paraguayos y la prensa mundial.
Aunque los resultados fraguados, generaron tantas dudas que los seguidores de Lugo no escatimaron medios para vengarse de Hortensia.
Decididos a convertir su vida en un infierno, allanaron su fundación valiéndose del politizado y corrupto poder judicial paraguayo que dicen querer sanear, luego dejaron a oscuras su guardería infantil. Cuando Hortensia intentó presentar su libro “El Pastor Mentiroso” en un espacio público de Asunción, la bancada de adulones del cura Fernando Lugo se opuso en la Junta Municipal de Asunción y debió llevar el acto a una localidad suburbana.
Angustiados al ver que la popularidad de Hortensia crecía en una competencia de baile en TV, durante la cual alcanzó el rating más alto en la historia de la televisión paraguaya, la sacaron del aire por orden superior. En medio de la competencia, uniformados intentaron despojarla de su automóvil en medio de un escándalo que acaparó titulares en la prensa.
Más recientemente, su guardería volvió a sufrir un atentado cuando un camión blindado embistió el local afectando nuevamente el suministro de energía eléctrica.
El reconocimiento del hijo de Narcisa apenas si es una derivación de toda esta larga seguidilla de escándalos, y el abierto reconocimiento por parte de Lugo, su entorno y sus abogados, de que aprendieron la lección que les dio Hortensia Morán. Ya dice un viejo refrán que no existe enemigo pequeño en esta vida.