Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | El crisol
Es de esperar, confío en ello, que Carlos Dívar pueda demostrar su inocencia, porque si no apaga y vámonos

¿En qué país vivimos?

|

Cada día que se pasa son muchos los españoles que se preguntan que en qué país vivimos. La mayoría de los que tal  pregunta se formulan piensan que este es un país de “rajamantas”, “saltacorrales” y “robaperas” y si nos paramos a pensar veremos que esta pregunta tiene su fundamento. A diario leemos y escuchamos en los distintos medios de comunicación, prensa, radio y TV, una serie de  supuestos y en otros confirmados, casos de corrupción de distinta naturaleza protagonizados por personajes de la vida pública que la verdad es que flaco favor le hacen a la imagen de este país.
   
Como ejemplo de ello citaré los más recientes. La verdad sea dicha es que si hago una relación más extensa de casos de corrupción el Espasa o el Larousse parecerían un libro de bolsillo al lado del que resulte de relatar tantos hechos. Pero a lo que voy. El presidente del Tribunal Supremo, Carlós Dívar, ha sido denunciado por un vocal del Poder Judicial ante la Fiscalía por una supuesta malversación de fondos públicos al entender el denunciante que el presidente del Supremo ha gastado casi seis mil euros en viajes privados. Es de esperar, confío en ello, que Carlos Dívar pueda demostrar su inocencia, porque si no apaga y vámonos.

Por otro lado tenemos el caso de un técnico en arquitectura al cual la Generalitat Valenciana le ha llenado los bolsillos de dinero con millones y millones de euros por modificación y sobrecoste de los proyectos por él realizados y por otros que no se han llegado a materializar. También es de esperar que esto sea debidamente justificado ante la opinión pública porque los argumentos dados hasta ahora por las partes interesadas no han aclarado nada y por tanto no han convencido a nadie, al menos a mí no me han convencido y me considero, como contribuyente, con derecho a que esto se me aclare. Por otro lado tenemos el caso de un ex alto cargo de un ente público dependiente de la Generalitat Valenciana que ha declarado ante un tribunal de justicia que los regalos que le hizo uno de los imputados en el caso Gürtel son normales, de amigo a amigo. A mí no me parece tan normal y me gustaría saber porqué y desde cuando arranca esa amistad. Por último, no quiero cansar a nadie, esto podría ser la historia interminable, me referiré al caso del Conseller de Turismo de Baleares que contrató como asesora a su compañera con un sueldo de casi  50.000 euros, el periódico que daba la información no especificaba si el sueldo el anual o mensual, espero que fuera anual, pero quién sabe. Cosas más raras se han visto. Mientras la cosa no ha trascendido no ha pasado nada pero ahora que ha salido a la luz pública el conseller ha cesado a su compañera como asesora. Pero...preguntó yo: ¿Y si no hubiera trascendido? ¿La hubiera cesado? Me inclino a pensar que no.    

Así están las cosas. La verdad es que dan para pensar y para mucho más y sobre todo para preguntarse que en qué país vivimos.

¿En qué país vivimos?

Es de esperar, confío en ello, que Carlos Dívar pueda demostrar su inocencia, porque si no apaga y vámonos
Pascual Mogica
jueves, 10 de mayo de 2012, 06:55 h (CET)
Cada día que se pasa son muchos los españoles que se preguntan que en qué país vivimos. La mayoría de los que tal  pregunta se formulan piensan que este es un país de “rajamantas”, “saltacorrales” y “robaperas” y si nos paramos a pensar veremos que esta pregunta tiene su fundamento. A diario leemos y escuchamos en los distintos medios de comunicación, prensa, radio y TV, una serie de  supuestos y en otros confirmados, casos de corrupción de distinta naturaleza protagonizados por personajes de la vida pública que la verdad es que flaco favor le hacen a la imagen de este país.
   
Como ejemplo de ello citaré los más recientes. La verdad sea dicha es que si hago una relación más extensa de casos de corrupción el Espasa o el Larousse parecerían un libro de bolsillo al lado del que resulte de relatar tantos hechos. Pero a lo que voy. El presidente del Tribunal Supremo, Carlós Dívar, ha sido denunciado por un vocal del Poder Judicial ante la Fiscalía por una supuesta malversación de fondos públicos al entender el denunciante que el presidente del Supremo ha gastado casi seis mil euros en viajes privados. Es de esperar, confío en ello, que Carlos Dívar pueda demostrar su inocencia, porque si no apaga y vámonos.

Por otro lado tenemos el caso de un técnico en arquitectura al cual la Generalitat Valenciana le ha llenado los bolsillos de dinero con millones y millones de euros por modificación y sobrecoste de los proyectos por él realizados y por otros que no se han llegado a materializar. También es de esperar que esto sea debidamente justificado ante la opinión pública porque los argumentos dados hasta ahora por las partes interesadas no han aclarado nada y por tanto no han convencido a nadie, al menos a mí no me han convencido y me considero, como contribuyente, con derecho a que esto se me aclare. Por otro lado tenemos el caso de un ex alto cargo de un ente público dependiente de la Generalitat Valenciana que ha declarado ante un tribunal de justicia que los regalos que le hizo uno de los imputados en el caso Gürtel son normales, de amigo a amigo. A mí no me parece tan normal y me gustaría saber porqué y desde cuando arranca esa amistad. Por último, no quiero cansar a nadie, esto podría ser la historia interminable, me referiré al caso del Conseller de Turismo de Baleares que contrató como asesora a su compañera con un sueldo de casi  50.000 euros, el periódico que daba la información no especificaba si el sueldo el anual o mensual, espero que fuera anual, pero quién sabe. Cosas más raras se han visto. Mientras la cosa no ha trascendido no ha pasado nada pero ahora que ha salido a la luz pública el conseller ha cesado a su compañera como asesora. Pero...preguntó yo: ¿Y si no hubiera trascendido? ¿La hubiera cesado? Me inclino a pensar que no.    

Así están las cosas. La verdad es que dan para pensar y para mucho más y sobre todo para preguntarse que en qué país vivimos.

Noticias relacionadas

Realmente, la función de la filosofía se desarrolla, como un saber crítico de segundo grado, que analiza los contenidos de las diversas ciencias. Es un saber que se interesa por toda la realidad y el presente. Ya en vida de su creador Gustavo Bueno, su materialismo demostró una potencia explicativa extraordinaria, superior a la de otras corrientes o sistemas filosóficos.

Hay cosas cómicas que hay que tomar muy en serio. Son gansadas que retratan nuestro mundo. Representan el ombliguismo que nos rodea. El término es magistral: define aquello que cree está en el centro del cuerpo (del universo), sin reparar que su función se volvió inútil hace ya tiempo.

Hace unos días recibí de la editorial Anagrama el libro de Roberto Saviano titulado Los valientes están solos. Libro apasionante que he comenzado a devorar por la forma directa de contar una historia de coraje e integridad que terminó con los restos del juez Falcone volando por los aires a consecuencia del atentado perpetrado por la Cosa Nostra, al mando de ese tipo con cara de paleto bobo, Salvatore Totò Riina.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto