Dijo un filósofo que la verdad y la mentira son conceptos sociales metafísicamente improbables, su existencia solo se halla en el grado de crebibilidad con el que se niegan o se afirman. Precisamente en esa nebulosa yacen todas las promesas y discursos del cura presidente Fernando Lugo, fraudulento referente moral que representó la mayor estafa política de la historia.

Es públicamente conocido que a pesar de haber perdido toda credibilidad luego de sus escándalos por paternidad irresponsable, el cura Fernando Lugo intenta seguir negando a sus hijos, como los de Benigna Leguizamón y Hortensia Morán, en tanto oculta otros tantos.

Entre los casos de ocultamiento se encuentra su hija Fátima Rojas, a quien nunca reconoció públicamente, a pesar de las escandalosas publicaciones de la prensa paraguaya. Parte del bochorno se debe a que la misma hija mantuvo una relación sentimental con Juan Arrom, hoy líder de una facción guerrillera que enfrenta al gobierno de su mismo ex suegro.

Entre otros escándalos, destaca el nombramiento del yerno del cura con un millonario salario en la entidad binacional Yacyretá, sin méritos para ejercerlo. En el mismo contexto, Fernando Lugo deberá enfrentar una Corte Internacional por la demanda de paternidad irresponsable que le entablara Hortensia Morán, con todas las consecuencias mediáticas que ello implica, anunció la defensa de la demandante.

Previamente, el abogado Aurelio Servín presentará un recurso de inconstitucionalidad, como mero trámite antes de pasar a los estrados internacionales, debido a las faltas de garantías para la prueba de ADN realizada en el juicio para obligarlo a reconocer a su hijo con Hortensia Morán.

Esta semana, el cura presidente sufrió un nuevo revés judicial en el caso de Benigna Leguizamón. La jueza de la niñez Graciela Ovelar Viñales resolvió que el juicio de reconocimiento de paternidad promovido por Benigna Leguizamón en representación de su hijo menor contra el cura presidente de la República, Fernando Lugo Méndez, debe seguir.

Siguen las demandas

El interminable bochorno internacional por los hijos que el cura Fernando Lugo se niega a reconocer, aparentemente, seguirá este año con nuevos bríos.

La jueza de la niñez Graciela Ovelar Viñales resolvió que el juicio de Benigna debe seguir, y Hortensia anuncia que recurrirá a las cortes internacionales.

Benigna, madre del hijo no reconocido del presidente de la República, dijo que Fernando Lugo estuvo con ellos en la Navidad donde les entregó una considerable suma de dinero, pero a la vez le habría recriminado porque seguía impulsando la acción judicial de reconocimiento del niño Lucas quien ahora está a punto de cumplir 10 años.

"Que se dejen de ser hipócritas, que se dé a conocer la verdad. Que Fernando Lugo reconozca a su hijo", insistió una vez más Benigna Leguizamón ante los medios, en su mayoría comprados por la propaganda oficial para intentar silenciar estos bochornos.

Fernando Lugo afronta también una demanda por paternidad irresponsable de Hortensia Morán, que actualmente se encuentra en una etapa definitoria. Viviana Carrillo es la única de las mujeres que demandó a Lugo que retiró su demanda tras arreglos prebendarios para sus familiares y ella misma.

Turismo en Calafate

Indiferente a los escándalos y al dengue que azota a sus compatriotas, el cura presidente decidió emprender un nuevo periplo turístico el fin de semana, mientras la enfermedad y la muerte ronda Paraguay.

Es que a pesar de su conocida “potencia” en otros temas, Lugo sigue demostrando impotencia ante graves problemas epidemiológicos como el dengue.

En lo que va del 2012, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar confirmó 481 casos de dengue en Paraguay. La actual administración registra el récord de casos y muertos por dengue, que cargan sobre el gobierno de Fernando Lugo y su ministra Esperanza Martínez.

De las 1.781 consultas por dengue, 481 casos se confirmaron, mientras que 263 casos se descartaron y 1.037 casos se registraron como sospechosos, según el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.

En los últimos días se confirmaron dos muertes por la enfermedad, ante la inacción para controlarla por parte de los organismos responsables, más incompetentes que competentes, de un gobierno que se quedó con las ganas de imitar a Hugo Chávez o Rafael Correa. Jamás pudo llegar a controlar para ello el poder judicial y mucho menos el Congreso, pasando al sostenido debilitamiento en la etapa de pato rengo en que hoy se encuentra.

Pronto el cura presidente y sus esbirros dieron cuenta que se encuentran en un callejó sin salida, caminando a paso firme rumbo al basurero de la historia como muchos de sus predecesores.

Ya decía un antiguo proverbio romano, el tránsito de la gloria es breve por este mundo.