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Productividad y eficacia

Haz que tus objetivos sean medibles

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Si eres alguien con ambición seguramente tendrás objetivos y metas por cumplir, pequeños o grandes sueños que de alguna forma te gustaría hacer realidad. Muchas personas se marcan objetivos, pero de todas las que lo hacen, no todas se ponen objetivos medibles, algunas de ellas no se acuerdan de este… pequeño detalle.

Definir correctamente los objetivos es fundamental para alcanzarlos. Recuerda que la mejor forma de no ir a ninguna parte es no fijando objetivos. Acabarás a merced del viento y de las circunstancias. Sin embargo, cuando te pones un objetivo delante es cuando cierta magia empieza a ocurrir, cierta motivación a emerger y parece que el universo confabula para ayudarte a conseguirlo, pagando un precio justo eso sí.

Se han hecho muchos estudios sobre esto y se ha demostrado repetidas veces que las personas que más éxito (habría que revisar lo que cada uno entiende por éxito) tienen en la vida son aquellas que se marcaban objetivos. Así que yo, por si acaso, soy de los que se pone objetivos para casi todo: mensualmente, anualmente, antes de los 40, antes de los 50, objetivos vitales…

MÁRCATE OBJETIVOS MEDIBLES
Pero si de algo no tenemos que olvidarnos es de que nuestros objetivos sean medibles, ya que es esta cualidad la que hará que podamos avanzar hacia ellos.

Al hacer los objetivos medibles los estamos haciendo tangibles, bajando a tierra y, lo mejor de todo, podemos medir nuestro avance hacia ellos.

Por ejemplo, este año mi objetivo de días en los que saldría a correr es de 90. Es un objetivo muy medible, cuando llegue Diciembre comprobaré si lo he cumplido o no. De momento, como me vine un poco arriba con este objetivo, ya llevo 65 días. El ritmo al que he decidido ir es 10 al mes (más medible no puede ser), así que acabaré el año con unas 120 salidas a correr, que sumado a los otros deportes que practico (bici, nadar, trekking) harán que más o menos me pueda seguir manteniendo en forma.

Bajar de peso es un objetivo medible, la báscula no engaña cada mañana. No conozco objetivo más fácilmente medible que éste.

Construir la casa de tus sueños es medible, puedes saber el avance en la consecución del objetivo.

Todos nuestros objetivos, sean cuales sean, tendrían que ser medibles, porque entonces podremos crear un plan y estaremos preparados para cumplirlos.

En las empresas nos encantan los objetivos medibles, ya que ellos nos dan la sensación de que estamos avanzando en la dirección que queremos. Sin embargo en muchas reuniones aparentemente importantes todavía se dicen cosas como:

El año que viene vamos a aumentar la facturación.
Vamos a mejorar la atención al cliente.
Tenemos que reducir el número de mermas de producto.

… En definitiva, objetivos que no se cumplirán, porque no son objetivos, son intenciones (aquí la diferencia).

La clave reside en poner la cifra, en saber dónde estamos y dónde queremos llegar con el objetivo, eso es lo que hace que podamos cumplirlo.De esta forma no hay excusas.

Utilizando el mismo ejemplo que en el caso anterior:

El año que viene vamos a aumentar la facturación en un 15%
En el próximo semestre vamos a mejorar la atención al cliente, pasando de un 7,4 a un 7,9.
Tenemos que reducir el número de mermas de producto a un 2% en menos de 6 meses.

… Cuando tenemos un dato las personas ambiciosas somos excelentes en desarrollar planes para conseguirlo y hacerlo realidad.

En algunos seminarios suelo pedir a las personas que anoten sus objetivos, sueños y metas en la vida. Posteriormente les pido que miren a ver cuántos de estos objetivos y metas son medibles. La sorpresa que me llevo es que tan sólo un 10% de los objetivos que se marcan son medibles. Estamos muy acostumbrados a soñar, pero sin dirección alguna. Hace poco vi anotados en las libretas de algunas personas objetivos como:

Ahorrar más en mi plan de pensiones.
Cambiar de coche.
Ser más feliz.
Tener más tiempo con mis hijos.
Incrementar mi equipo.

… Todo son intenciones, que no se cumplirán a no ser que nos comprometamos con algo más tangible. Incluso los objetivos más genéricos como “ser más feliz” se podrían concretar, o podríamos hacer una escala de cómo de feliz te sientes, en la que cada día, antes de terminar la jornada, anotaras del 1 al 10 cómo de feliz te has sentido durante el día. Así podrías ir desde el lugar en el que te encuentras al lugar en el que quieres estar.

Es fundamental ponerse objetivos, eso está claro, pero no conseguirás nada a no ser que tus objetivos sean medibles.

Que tengas un gran día (es decir, un día de 10 en una escala de 10).

Haz que tus objetivos sean medibles

Productividad y eficacia
César Piqueras
viernes, 14 de julio de 2017, 08:41 h (CET)
Si eres alguien con ambición seguramente tendrás objetivos y metas por cumplir, pequeños o grandes sueños que de alguna forma te gustaría hacer realidad. Muchas personas se marcan objetivos, pero de todas las que lo hacen, no todas se ponen objetivos medibles, algunas de ellas no se acuerdan de este… pequeño detalle.

Definir correctamente los objetivos es fundamental para alcanzarlos. Recuerda que la mejor forma de no ir a ninguna parte es no fijando objetivos. Acabarás a merced del viento y de las circunstancias. Sin embargo, cuando te pones un objetivo delante es cuando cierta magia empieza a ocurrir, cierta motivación a emerger y parece que el universo confabula para ayudarte a conseguirlo, pagando un precio justo eso sí.

Se han hecho muchos estudios sobre esto y se ha demostrado repetidas veces que las personas que más éxito (habría que revisar lo que cada uno entiende por éxito) tienen en la vida son aquellas que se marcaban objetivos. Así que yo, por si acaso, soy de los que se pone objetivos para casi todo: mensualmente, anualmente, antes de los 40, antes de los 50, objetivos vitales…

MÁRCATE OBJETIVOS MEDIBLES
Pero si de algo no tenemos que olvidarnos es de que nuestros objetivos sean medibles, ya que es esta cualidad la que hará que podamos avanzar hacia ellos.

Al hacer los objetivos medibles los estamos haciendo tangibles, bajando a tierra y, lo mejor de todo, podemos medir nuestro avance hacia ellos.

Por ejemplo, este año mi objetivo de días en los que saldría a correr es de 90. Es un objetivo muy medible, cuando llegue Diciembre comprobaré si lo he cumplido o no. De momento, como me vine un poco arriba con este objetivo, ya llevo 65 días. El ritmo al que he decidido ir es 10 al mes (más medible no puede ser), así que acabaré el año con unas 120 salidas a correr, que sumado a los otros deportes que practico (bici, nadar, trekking) harán que más o menos me pueda seguir manteniendo en forma.

Bajar de peso es un objetivo medible, la báscula no engaña cada mañana. No conozco objetivo más fácilmente medible que éste.

Construir la casa de tus sueños es medible, puedes saber el avance en la consecución del objetivo.

Todos nuestros objetivos, sean cuales sean, tendrían que ser medibles, porque entonces podremos crear un plan y estaremos preparados para cumplirlos.

En las empresas nos encantan los objetivos medibles, ya que ellos nos dan la sensación de que estamos avanzando en la dirección que queremos. Sin embargo en muchas reuniones aparentemente importantes todavía se dicen cosas como:

El año que viene vamos a aumentar la facturación.
Vamos a mejorar la atención al cliente.
Tenemos que reducir el número de mermas de producto.

… En definitiva, objetivos que no se cumplirán, porque no son objetivos, son intenciones (aquí la diferencia).

La clave reside en poner la cifra, en saber dónde estamos y dónde queremos llegar con el objetivo, eso es lo que hace que podamos cumplirlo.De esta forma no hay excusas.

Utilizando el mismo ejemplo que en el caso anterior:

El año que viene vamos a aumentar la facturación en un 15%
En el próximo semestre vamos a mejorar la atención al cliente, pasando de un 7,4 a un 7,9.
Tenemos que reducir el número de mermas de producto a un 2% en menos de 6 meses.

… Cuando tenemos un dato las personas ambiciosas somos excelentes en desarrollar planes para conseguirlo y hacerlo realidad.

En algunos seminarios suelo pedir a las personas que anoten sus objetivos, sueños y metas en la vida. Posteriormente les pido que miren a ver cuántos de estos objetivos y metas son medibles. La sorpresa que me llevo es que tan sólo un 10% de los objetivos que se marcan son medibles. Estamos muy acostumbrados a soñar, pero sin dirección alguna. Hace poco vi anotados en las libretas de algunas personas objetivos como:

Ahorrar más en mi plan de pensiones.
Cambiar de coche.
Ser más feliz.
Tener más tiempo con mis hijos.
Incrementar mi equipo.

… Todo son intenciones, que no se cumplirán a no ser que nos comprometamos con algo más tangible. Incluso los objetivos más genéricos como “ser más feliz” se podrían concretar, o podríamos hacer una escala de cómo de feliz te sientes, en la que cada día, antes de terminar la jornada, anotaras del 1 al 10 cómo de feliz te has sentido durante el día. Así podrías ir desde el lugar en el que te encuentras al lugar en el que quieres estar.

Es fundamental ponerse objetivos, eso está claro, pero no conseguirás nada a no ser que tus objetivos sean medibles.

Que tengas un gran día (es decir, un día de 10 en una escala de 10).

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