La segunda raqueta española ha emulado a Rafa Nadal que en el primer partido de la eliminatoria se deshizo sin muchas complicaciones de Richard Gasquet, venciendo fácilmente a Gilles Simon en un encuentro muy luchado y marcado por la tremenda calor en tres sets.
Poco más de dos horas ha precisado el segundo del equipo español para ganar su choque frente al número 11 del mundo, que acusó de igual forma que Gasquet su mal inicio de partido, algo que a la postre terminó siendo decisivo. El primer set se lo llevó el de Jávea con facilidad, con gran nivel en su juego, muy regular y sólido desde el fondo de la pista. Una fortaleza y un dominio que se plasmaron en un claro 6-1 con el que la primera manga cayó del lado español.
El segundo set lo comenzó Ferrer con la misma estrategia, con buen golpe de drive, fuerte desde fondo de la pista aunque algo flojo en su saque pero agresivo al resto buscando siempre la profundidad. Sólo la precipitación para cerrar el set en algunos momentos, propiciaron que Gilles Simon se creciera en la segunda manga. El francés, ya más metido en el partido, dominó al alicantino en muchas ocasiones complicándole al resto, aunque falto de definición en el saque y de efectividad en el juego. 6-4 en un segundo set mucho más competido que el anterior.
Ya con la tranquilidad que suponían tener dos dos sets en el bolsillo, David Ferrer fue completo dominador de la tercera manga, variando el juego, demostrando por qué es el número 5 del mundo, con gran profundidad y una precisión casi perfecta en sus golpes. Simon por su parte, víctima del cansancio físico y por el hecho de tener que remontar dos sets, terminó preso de los nervios, encadenando numerosos breaks que a la postre, terminaron desconectando al francés del set y del partido.
A pesar del aparente fácil resultado, el partido fue duro por la fatiga que supone jugar en los casi 40 grados que apretaban sobre el coso califal, sumado al desgaste acumulado que supone jugar a estas alturas de temporada. Encarrilada por tanto, se le presenta al equipo español la eliminatoria para el día de mañana, que deja en las raquetas del dobles Verdasco-López, la posibilidad de meter a España en su tercera final en cuatro años.
