Supongo que ya les han escrito más personas para protestar por este artículo de Luis del Val, fechado el 25 de agosto de 2011, debido al repetido uso peyorativo de la palabra autista a lo largo del texto. Como autista que soy, a mucha honra a pesar de lo que se pueda pensar, debo decir que no me he sentido especialmente ofendido. Sin embargo artículos como este no hacen más que empeorar la imagen que la sociedad tiene de esta "enfermedad". Yo por mi parte debo decir que tras pasar por un calvario de 10 años de acoso escolar, ejercido por personas "emocionalmente sanas" y consentido por profesores igualmente "sanos", he hecho cosas como ayudar a una chica maltratada o apadrinar a un niño, que no parecen propias de una persona tan emocionalmente ciega como el señor del Val parece considerar que somos los autistas. De hecho me pregunto cuántas personas "emocionalmente sanas" de mi edad, 23 años, han sacrificado un solo día de fiesta para hacer por los demás siquiera una de las cosas que yo he hecho.
No pido una disculpa, ni una rectificación formal, aunque ninguna de las dos cosas estaría de sobra. En cambio, si realmente tienen algún interés en reparar el daño causado, creo que sería una buena idea publicar algún artículo acerca de los mitos del autismo y, por favor, pidan al señor del Val que lo lea para que no vuelva a cometer el mismo error.
Muchas gracias por su atención.