Como casi todxs sabréis, el martes 23 de agosto, durante la sesión extraordinaria del Congreso, el Presidente del Gobierno, Jose Luis Rodriguez Zapatero, ha hecho el anuncio de la propuesta de reforma de la constitución para introducir un límite al déficit público. Inmediatamente el principal partido de la oposición ha secundado la propuesta, con lo que el gobierno obtenía así el apoyo necesario. Y se escenificaba una vez más lo que sucede en más de las tres cuartas partes de las votaciones en el congreso: que el PP y el PSOE votan lo mismo.

Inmediatamente tras este anuncio, han empezado a surgir voces críticas como la de Vicenç Navarro, llamando a la exigencia de consultar a la ciudadanía mediante referéndum vinculante. Las redes sociales han servido una vez más de correa de transmisión de las voces que se iban sumando, tanto las de expertos como las de ciudadanos ordinarios, y han surgido iniciativas diversas de búsqueda de presión social para parar ese intento de asalto a la ciudadanía, y en cualquier caso para forzar un referéndum.

Twitter, que es la red social que más inmediatamente transmite el sentir de la gente, ha aupado el tag #yoquierovotar a trending topic mundial. Los mensajes se sucedían a razón de varios por minuto. Los periódicos digitales se hacían eco de este clamor popular, a la vez que de la noticia del gobierno. A través de actuable se pedían firmas para pedirle al gobierno que lo sometiera a referéndum, y en pocas horas se alcanzaban las ¡20000!. Y en facebook se convocaban eventos para detener la reforma, para exigir el referéndum, y para enviar correos a los parlamentarios para que apoyen esta acción popular, Puesto que con un 10% de la cámara solicitándolo será obligatorio el referéndum.

Y los periódicos de papel de hoy, miércoles 24 de agosto, que han cerrado sus portadas apenas doce horas después de tan sorprendente e importante anuncio del Gobierno, han tenido que informar no solo de eso, la primera modificación de la carta magna desde el 92, la segunda desde su aprobación, sino del clamor popular, constatable y medible.

La reacción de la población ante el Gobierno esta vez ha sido contundente y rápida. Los eventos (como la acción de actuable) tienen la calidad de la inmediatez, la capacidad de debatir al mismo tiempo, y solo están moviendo una opinión, la de no permitir que la pinza PP-PSOE nos haga tragar con una cambio de la cara magna sin nuestra voz.

La sociedad se ha levantado y está presente. Esa sociedad que al activarse lo ha hecho con una etiqueta, 15M. El 15M somos cada uno, y el 15M es la suma de todos. Cada vez que ha habido convocatorias las hemos secundado. A veces más mayoritarias, y a veces menos. El Argelino Bouziane, amenazado de muerte en su país (su gobierno ya había matado a sus 4 hermanos), tenía una orden de expulsión en marcha, que se consiguió que se anulara y está en la calle, y las acciones fueron constantes, aunque no masivas.

El evento está lanzado, y la convocatoria a sumarse y hacer fuerza de forma unitaria, también. La Constitución es nuestra, de lxs españolxs. Y su defensa debe ser nuestra, de todos. Por supuesto que de los partidos, pero ellos van a defender sus intereses de grupo. Todos los partidos, entidades, asociaciones o sindicatos que se movilicen para parar este atentado contra la voluntad popular serán bienvenidos. Pero ahora ya no les esperamos. Ahora lxs ciudadanxs tenemos no solo opinión, sino voluntad de que se oiga, y capacidad de hacerla oír.

Lo que está meridianamente claro, al menos para el que suscribe, es cual es la prioridad: Producir modificaciones sociales,buscar el máximo de participación ciudadana en las decisiones políticas, obtener un gobierno real del pueblo, y tener un estado más redistributivo. Y si a la vez podemos avanzar en la horizontalidad en la toma de las decisiones y en la autogestión, perfecto.

Y para eso, parar ganar el derecho a opinar sobre las políticas que nos afectan, a elegir lo que realmente queremos y a no ser dejados de lado, tenemos que ser una mayoría que también lo quiera. Y para ser una mayoría, millones, tenemos que transmitir qué nos están haciendo, como han usurpado lo que llaman democracia, como nos roban y nos estafan, cada vez que surge la oportunidad.

Lo que ha pasado a lo largo del día 23, esta reacción fulgurante y clara de lxs ciudadanxs es solo el principio, solo es la reacción rápida ante un atropello. Vamos a tener más reacciones. Asambleas, concentraciones, manifestaciones. No podemos saber como va a ser, pero vamos a estar allí, cada vez que se convoque. A veces será acampadasol, a veces DRY, a veces acampadavlc o acampadabcn o cualquiera que, de forma sensata e inclusiva, nos llame a apoyar.

Somos lxs ciudadanxs que al que juntarnos formamos la sociedad. Hemos estado quietxs y calladxs, en casa, mirando con desconcierto como nuestros derechos eran pisoteados y nuestras ilusiones destrozadas. Pero eso ya es pasado. Ya no miramos más, quietxs y calladxs. Ahora reaccionamos, comprometidxs con nuestro presente y nuestro futuro, y el de nuestrxs hijxs. Y actuamos para frenar esta barbarie de gobierno sometido a los mercados, porque no es lo único posible, ni lo mejor. Hay alternativas, hay maneras muchísimo mejores de conducir nuestro país, y esas son las maneras que deben prevalecer. Y para exigirlo vamos a estar aquí hasta que suceda.

Y esta reforma no saldrá, y será porque TODOS la habremos parado.