Los Talibán hacen público un comunicado para celebrar el Día de la Independencia de Afganistán en el que exigen la libertad para el pueblo afgano, mientras atacan y mantienen Kabul en estado de sitio.

El Consejo Supremo del Emirato Islámico de Afganistán, en el que se agrupan varios de los líderes Talibán, hizo ayer público un comunicado “de felicitación por el 92 aniversario de la Independencia de Afganistán, para celebrar la victoria en 1919 contra el invasor británico”, horas antes de atacar intereses Internacionales en la capital del país, Kabul.

A primera hora de la mañana las Fuerzas Insurgentes han atacado varios objetivos en Kabul, entre ellos el Centro Británico de Promoción de la Cultura, donde “alrededor de las 05.30 am un grupo de insurgentes asaltó el lugar en un ataque suicida que ha dejado al menos cinco muertos y varios heridos, y en el que se registraron al menos tres explosiones”, según el portavoz del Ministerio del Interior Afgano, Seddiqi Seddiqi.

Un ataque muy al estilo del sucedido en el hotel Intercontinental el pasado julio, y en el que se ha empleado la misma estrategia.

Un primer suicida se hace detonar en la puerta para que el resto del grupo acceda al edificio armados con fusiles de asalto AK-47 y Chalecos Explosivos. Seguidamente buscan una posición defensiva desde la que asesinar a sus objetivos, para más tarde hacerse explotar en cuanto las Fuerzas de Seguridad Afganas llegan al lugar.

“Un gobierno de marionetas”
El comunicado Talibán empieza expresando “su más profunda felicitación para los amantes de la libertad en Afganistán”, y asegura que con la ayuda de “Alah el Todopoderoso” seguirán luchando contra “la agresión norteamericana”.

“Los invasores americanos están cometiendo los mismos errores que los ingleses cometieron en su día. Piensan que negociando con marionetas”, refiriéndose al Gobierno Afgano, “que están de acuerdo con su presencia permanente en el país conseguirán vencer a la resistencia nacional afgana que sigue y seguirá luchando en todo el país y que, durante los últimos diez años, ha realizado múltiples sacrificios por la causa”.

Así de contundente se mostraban los dirigentes Talibán asegurando que este conflicto, o “guerra de liberación contra los invasores extranjeros”, es culpa del gobierno de Kabul al que acusan de estar “en manos de las Fuerzas Invasoras” y que, por lo tanto, es un Gobierno, el del presidente Hamid Karzai, que “no tiene ningún derecho a decidir sobre el futuro de la nación afgana”.
Por todo esto, el Consejo Supremo de los Talibán hizo hincapié en que los ciudadanos afganos “son libres por naturaleza” y que “éste es un derecho natural, humano y religioso”.

Pero este derecho a la libertad es un derecho restringido ya que en el comunicado también afirman que sólo en el movimiento Talibán se encuentran “los verdaderos seguidores de Alah Todopoderoso”. Y que, por lo tanto, “ningún poder puede estar por encima de ellos, por lo que hacer Jihad contra los arrogantes e infieles invasores es una obligación religiosa”.

Kabul en estado de sitio
La capital de Afganistán es escenario de violencia casi a diario, pero cuando los actores internacionales son las víctimas de los ataques Talibán la ciudad entra en un estado de sitio y tensión que la convierte en otra zona de conflicto, como las que se encuentran en las provincias del sur y el este del país.

De esta manera, y tras el ataque de hoy contra el Centro Británico de Promoción de la Cultura, los controles policiales se han multiplicado por cien, mientras tropas extranjeras, concretamente británicas y francesas, se han desplazado hasta el escenario de los hechos por temor a nuevos ataques.

Algo muy poco común y que, de hecho, está en contra de lo pactado con el gobierno de Kabul para el principio del proceso de Transición por el que, desde hace unas semanas, todo el peso de la seguridad en la capital está en manos de las Fuerzas de Seguridad Afganas.

En estos momentos, tanto la policía como el ejército afganos se encuentran bajo tanta presión que ya se han registrado varios incidentes, algunos en el Círculo de Massud, cerca de la base principal de la OTAN en Kabul, en los que civiles han sido tiroteados en sus vehículos por aproximarse demasiado a los controles policiales sin seguir las reglas de seguridad y aproximación.

Las Organizaciones Internacionales y empresas privadas en las que trabajan extranjeros han restringido todo los movimientos de sus empleados, mientras las Naciones Unidas ha declarado el máximo estado de alerta “white city” (ciudad blanca).

Según varias fuentes de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) se esperan nuevos ataques durante el día, y existe un posibilidad real de que “varios suicidas Talibán ataquen intereses Internacionales” por lo que aconsejan a todas las organizaciones permanecer en lugar seguro y restringir cualquier movimiento fuera de sus zonas de seguridad.

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