“¿Por qué no vienen a Estados Unidos y nos ayudan a construir la alta velocidad ferroviaria?”, con esta pregunta tan directa se ha dirigido hoy el secretario de Transportes de Estados Unidos a las empresas españolas. Y es que después de hacer un viaje en el AVE que une Madrid con Cuenca, Ray LaHood ha quedado más que impresionado con nuestras infraestructuras.
Acompañado por el ministro de Fomento, José Blanco, el secretario estadounidense se ha atrevido a decir además, que este tren de Alta Velocidad es “el mejor del mundo”. Y eso hará que, el país que preside Barack Obama, mire a España como una “fuente de experiencia” en materia de infraestructuras.
Esta es la segunda vez que LaHood visita España de forma oficial y en los últimos dos años, y ya ha estado hasta en quince países de todo el mundo para examinar de primera mano los ferrocarriles de alta velocidad.
Aunque parezca difícil creerlo, la primera potencia del mundo aun no tiene un sistema de transportes de calidad, por eso el presidente Barack Obama, ha aprobado un presupuesto de 8.000 millones de dólares para poder empezar a construirlo.
Además, la decisión del mandatario norteamericano ha favorecido ya a unas 30 empresas extranjeras que se han comprometido a echar una mano en su ejecución. Entre ellas, dos españolas: Caf y Talgo.
UN BUEN MOMENTO
Estados Unidos ha visto en la Alta Velocidad ferroviaria una ingente fuente de riqueza. El secretario de Transportes, LaHood, se muestra más que convencido de que ese gran proyecto va a ayudar en gran medida al sistema de transporte de mercancías, un sector en el que Estados Unidos es el líder mundial.
El Gobierno de Obama es consciente de que las obras de construcción del AVE estadounidense van a crear muchos puestos de trabajo y, en consecuencia, van a ayudar también a este país a salir de la crisis.
Pero además de mejorar la competitividad norteamericana, la alta velocidad va ayudar a hacer frente al fuerte crecimiento de población al que se enfrenta Estados Unidos. No debemos olvidar que los pronósticos vaticinan que este país aumentará en 100 millones su población durante los próximos 20 años.
Boston y Washington, Detroit y Chicago o Los Ángeles y San Francisco, serán las primeras grandes urbes norteamericanas que estarán conectadas a través de trenes de alta velocidad.
Pero además de esta interesante excursión, dentro de un par de semanas los americanos volverán a España. Esta vez serán los gobernadores de Illinois y Washington, dos Estados que ya tienen en marcha sus propios proyectos en infraestructuras de transporte.
Por lo tanto, ni la crisis, ni el desempleo, ni la mediática ‘Spanish Revolution’, han podido evitar que España sea un modelo en algo para la primera potencia del mundo.
Conclusión: Nuestro AVE deja boquiabierto a Estados Unidos.